[2] Paid In Full: [ Chestappen/Perstappen ]

Capítulo XVI

Max Verstappen

El humo de la pipa de Gran Myah siempre me hacía ahogarme. Un cigarrillo que podía soportar, pero había algo en el olor a humo de pipa que me recordaba a la prisión y a algunas de las personas que más odiaba allí.

"¿Qué necesitas, cariño?" ella preguntó.

"Sólo quiero más información sobre Adrian Newey". Me mordí el labio. "Y ya que estamos en eso, Antonio Pérez. Sé que ha estado aquí".

Hizo clic en su computadora. "Sí, tengo a ambos hombres aquí. Adrian Newey dejó de venir hace unos meses, probablemente cuando se dio cuenta de quién era el dueño", dijo, mirándome por encima de sus gafas. "En cuanto a Antonio, bueno, estuvo aquí hace unas noches".

Me puse rígido. "¿Qué?"

"Sí, gravitó hacia Sweetie. Se quedé un rato, pagó y se fue tranquilamente. Pero borracho como un zorrillo. Casi saco su culo a la calle, pero ya conoces a Sweetie. Ella dijo que podía manejarlo".

Gruñí. "Sí, ella puede manejar casi cualquier cosa". Me desplomé en mi silla. "Maldita sea, me encantaría tener alguna información sobre Adrian Newey. ¿Con quién más estuvo?

Ella revisó sus archivos. "Jasper, pero no ha vuelto por un tiempo".

Levanté una ceja. "No pensé que eso fuera motivo de preocupación, ¿eh?"

"No", dijo intencionadamente. "Ya sabes cómo son las cosas por aquí. La gente va y viene como si hubiera puertas giratorias en cada pasillo. Esa es simplemente la naturaleza del negocio. Soy la niñera, pero no una acosadora".

Gemí mientras me tragaba mi irritación. "¿Tienes una dirección para él? ¿O un número de teléfono?

"Ambos." Ella garabateó todo antes de pasarme el papel. "¿Vas a vigilarlo?"

"Podría", dije. "Sin promesas."

"Ahora, ¿por qué esperaría que cumplieras tus promesas?"

"¡Ves!" Sonreí. "Me conoces tan bien."

Ella sacudió su cabeza. "¿Por qué estás de ese humor?"

"Estoy bien."

"Tonterías", dijo. "Puedo verlo en tu cara. Siempre intentas actuar como si estuvieras muy relajado cuando eres un maldito desastre.

Resoplé. "No soy un desastre".

"Mentira."

"¿Dejarás de decir tonterías?" Levanté las manos. "¿Todo el mundo es un maldito psicólogo hoy en día o qué?"

"¿O simplemente eres consciente de que estás jodido?"

"Tienes suerte de que no estrangule a las ancianas", dije.

"Le daré gracias a Dios esta noche antes de acostarme". Ella sonrió. "Esa cosita contigo... ¿tiene algo que ver con tu mal humor?"