Sergio Pérez
Vete a la mierda.
Las palabras se posaron en mi lengua, con un sabor amargo como una tostada quemada. Mi estómago se revolvió cuando me deslicé en el asiento del pasajero. ¿A dónde más iría? No tenía nada más que hacer y la idea de ir al burdel me enfermaba físicamente.
Tener sexo con Max estaba bien. Yo podría hacer eso. Incluso lo disfruté. ¿Tener relaciones sexuales con un grupo de personas al azar y pasar de un lado a otro constantemente? Era la pesadilla que mi padre me había prometido una y otra vez. Me estremecí y apreté mis brazos con más fuerza a mi alrededor.
El tiempo pasó y los viejos hábitos empezaron a asomar sus feas cabezas. Dejé caer los brazos y miré hacia el frente mientras el auto desaceleraba en un semáforo.
"Lamento cómo me comporté".
"¿De verdad?" -Preguntó Max.
No. "Sí, no volverá a suceder".
"Niño, mírame".
Mi educación exigía que le obedeciera, pero el pequeño sabor de la libertad me mantuvo mirando hacia adelante.
"Sergio."
Mi cabeza se giró hacia un lado y me encontré con unos ojos marrones profundos que, por alguna extraña razón, me castigaron. Max me miró con los ojos entrecerrados. "Cambio de planes."
Giró el volante hacia la derecha. Mis manos volaron hacia arriba, tratando de encontrar un punto de apoyo mientras él giraba a la derecha hacia el tráfico que venía en sentido contrario. El grito alojado en el fondo de mi garganta se liberó cuando vi mi escasa vida pasar ante mis ojos.
"¡Qué carajo!" Mi puño chocó con el hombro de Max antes de que alguna de mis acciones se registrara en mi cabeza. La sangre me tronó en los oídos con tanta fuerza que la risa de Max sonó distante.
"Joder, deberías haber visto tu cara". Max dio una palmada al volante e hizo una mueca de miedo antes de reírse más.
"Hijo de puta."
"Quiero decir, me he follado a una madre o cuatro. Sus vaginas son de primer nivel". Levantó una mano y colocó la otra sobre su pecho.
"Mierda." Me acerqué y enderecé la rueda. El miedo recorrió cada centímetro de mi cuerpo, pero no tuvo tiempo de apoderarse de mí con la adrenalina ardiendo bajo la superficie.
"Yo, Max, lo juro como el dios del gran culo y la polla..."
"¡Max!" Mis ojos se abrieron cuando un auto pasó a nuestro lado, tocando la bocina y haciéndonos perder el control.
Max bajó la ventanilla y asomó la cabeza. "¿Te follas a tu madre con ese dedo?"
Joder, esto no puede estar pasando. Giré el volante y lo enderecé con la misma rapidez. Max se enderezó. En el momento en que sus manos estuvieron en el volante, me hundí en el asiento.
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[2] Paid In Full: [ Chestappen/Perstappen ]
De TodoEstoy acostumbrado a que mi vida sea una locura. ¿Una familia de imbéciles, encerrados y algunos tornillos sueltos? Sí, cualquiera se volvería loco. (No es que lo sea. Soy diferente, eso es todo). Mis hermanos dicen que soy el canónigo libre de la f...