Parte I Capítulo 10

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[New Year's Day – Taylor Swift]

Jungkook y Taehyung llegaban en el auto negro del actor al lugar en el que pasarían el año nuevo. Cruzaban el camino lleno de árboles que conducía a la entrada de la casa, iluminado por la luz de la luna llena. Era un lugar precioso, no demasiado grande o lujoso, pero suficiente para que dos personas se sintieran cómodas.

La casa era de un solo piso, con dos habitaciones, una cocina espaciosa, una sala amplia y acogedora con una chimenea en la esquina, al fondo un gran ventanal que daba a un jardín precioso rodeado de encinos y pinos, y un camino que conducía a un embarcadero para navegar por la bahía.

Aparcaron en la entrada de la casa frente a una hermosa puerta de madera, bajaron del auto, sacaron las maletas y se dirigieron al interior.

-Vaya, sí que es bonita.

-Te dije que no te decepcionaría bonito, preparé esto sólo para ti.

-Pues que atento Kookie, muchas gracias.

Jungkook lo tomó de la mano y caminó mostrándole el interior. -Ven, por aquí está la sala, es muy amplia, aquí podemos pasar toda la noche viendo películas y tiene una chimenea, le da un toque romántico ¿no crees?

-Mhm es verdad, lástima que aquí no hay lugar para el romance.

-No seas aguafiestas, bonito.

-No lo soy, cariño, solo estoy dejando las cosas claras.

-Bien, de acuerdo, sigamos, por ahí está la cocina, el baño y por esta puerta podemos salir al jardín y caminar hacia el embarcadero.

-Eso es maravilloso, el jardín es hermoso Kook.

-Lo es. Vamos, por aquí están las habitaciones, están una al lado de otra, ambas tienen vista al jardín.

-Bien, entonces elegiré la primera, en realidad me da igual, mientras tenga una cama para dormir.

-De acuerdo, entonces yo me quedaré en esta.

-Está bien, iré a dejar mis cosas y a darme un baño para relajarme ¿de acuerdo?

-Claro, bonito, después podremos visitar un lugar, es cerca, es una sorpresa que tengo para ti.

-Kook, te dije que nada de sorpresas.

-Tranquilo, no lo tomes como un regalo de cumpleaños, en realidad es una experiencia que yo quería vivir sólo te arrastraré conmigo, sé que te va a gustar.

-Espero que así sea, porque si me sales con una tontería te dejaré aquí botado y me iré.

-Tranquilo Tae, no pienso arruinar esto.

-Bien, te creeré.

-Taehyung, ¿sabes que puedes confiar en mi verdad?

-Claro que lo sé cariño, gracias.

Jungkook sonrió y se adentró en el cuarto para descansar un poco y poder desestresarse del viaje. Había manejado durante casi cuatro horas, necesitaba destensar los músculos y despejar su mente para poder poner toda su atención en el precioso castaño. Preparó la tina con agua tibia y sales relajantes y se sumergió durante un rato. Quería aclarar sus ideas pero la plática que tuvo con Taehyung en navidad no lo había dejado de perseguir durante los últimos días.

Que el escritor le dijera que el retrato de la mujer colgado en su sala era su esposa era una de las últimas cosas que se imaginó que podrían pasar, pero eso le permitía entender por qué el castaño nunca quiso llevarlo a su apartamento. Él le contó que estuvo casado durante un tiempo pero ya había terminado, eso fue lo único que dijo antes de llevarlo a la habitación de huéspedes, darle uno de sus pijamas y desaparecer dejándolo con mil preguntas sin resolver. A la mañana siguiente Taehyung le preparó el desayuno y aunque quiso preguntarle más sobre lo que le contó la noche anterior, no se atrevió.

Dear ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora