Parte II Capítulo 19

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[Yours – Conan Gray]

-Vaya, este ha sido el viaje en avión más corto que hemos hecho y siento como si me hubieran atropellado.

-Quizás es el cansancio acumulado, cariño, y que has estado cuidando todo el tiempo de mí.

-Bueno, eso no me molesta, sabes perfectamente que no me importaría hacerlo cada día durante toda mi vida.

El castaño volteó a verlo con una brillante sonrisa y lo empujó con poca fuerza. -Ay pero que romántico es mi Jungkookie, lo sé, eres el mejor, por eso creo que te mereces que en este viaje yo te consienta a ti.

-¿De verdad? Porque ya dije que no me molesta ser yo quien te de todas las atenciones que te mereces, bonito.

-Lo se cariño, pero esta vez quiero ser yo quien lo haga, quiero demostrarte lo mucho que te quiero y que sólo mereces lo mejor, así que es mi turno de hacerte sentir el hombre más especial del mundo.

El pelinegro sonrió ampliamente y asintió. El castaño tomó su mano y la entrelazó con la suya, cargó ambas maletas y se dirigió por delante hacia el taxi que los esperaba para llevarlos al hotel. Habían llegado a Cannes hace media hora, se quedarían ahí algunos días, y sí, lo harían en un hotel porque es ahí en donde los organizadores les pidieron que se quedaran. Tendrían habitaciones separadas en el mismo piso porque aún no le habían dejado saber a nadie que tenían una relación, aunque no se habían preocupado por ocultarlo durante el viaje, parecía que a veces las personas realmente se ocupan en sus propias vidas, aunque no podían ignorar el hecho de que ya existían incontables rumores. Pero querían esperar para darle esa sorpresa a sus fans en la alfombra roja.

Llegaron al taxi y el castaño se adelantó para abrirle la puerta al menor.

-Adelante, mi rey.

-Que atento, muchas gracias, bonito.

Ambos se adentraron y en seguida el auto se puso en marcha.

Llegaron al hotel que estaba rodeado de reporteros y fotógrafos, por lo que decidieron bajar del auto y entrar por separado, ignorando a todos los que se encontraban ahí. Ya dentro del lugar se registraron y fueron hacia sus habitaciones, en realidad sólo ocuparían una, pero eso es algo que sólo ellos sabían. Sus familias llegarían al siguiente día y se hospedarían en una casa cercana.

-La vista es hermosa, se puede observar todo el océano desde aquí, me alegra que no nos hayan dado una vista hacia la horrible ciudad.

El castaño rio, dejó las mochilas en el sillón y se acercó al menor que se encontraba en el balcón, giró la cabeza y como siempre, se quedó embelesado por la belleza de su Kookie.

-Es verdad, la vista es hermosa, me encanta.

Jungkook volteó y no pudo evitar sonrojarse, golpeó delicadamente el brazo del mayor, que no se privó de soltar una carcajada. -Oh mi Jungkookie ha estado un poco tímido últimamente.

-Es tu culpa, no conocía esta faceta tuya.

-Y es mejor que te acostumbres, porque aún hay más. – Se acerco lentamente y posó sus manos en la cintura del menor, dejó un beso rápido en su mejilla y rio. -Ahora, mi rey, por favor vaya a tomar una ducha, yo pediré la cena, cuando salgas no te vistas, te tengo una sorpresa.

El menor alzó las cejas y le dio una mirada y sonrisa pícaras. -¿Estoy escuchando bien, bonito? ¿Es eso una propuesta?

-No, ni se te ocurra. No se trata de nada de tus porquerías, solo ve, anda, ya verás.

Eliminó la sonrisa y puso ojos de cachorrito. -Matas mis ilusiones, bonito, pero está bien, obedeceré las órdenes de mi príncipe.

-Sí, sí, anda, corre.

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