Parte III. Capítulo 22

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[Ojitos Lindos – Bad Bunny]

Corrieron algunos metros para escapar de los lentes que intentaban capturar sus acciones y lo más preciado que tenían, su intimidad. Se detuvieron al reconocer un taxi, movieron los brazos en señal de parada, sus respiraciones eran frenéticas, sentían su pecho y garganta arder, sus pantorrillas quemaban y las rodillas les temblaban.

Las gotas de sudor caían por sus frentes y laterales de la cara, su cabello se había vuelto húmedo igual que su ropa. El auto se detuvo unos centímetros después, avanzaron y abrieron la puerta trasera para entrar, le dieron la dirección e indicaciones al conductor y emprendieron camino entre flashes y pisadas de las personas que quisieron seguirlos y lograron alcanzarlos.

Jungkook se sentía mareado, él tiene buena condición porque no hay un día en el que no se ejercite, pero sus ojos comienzan a ver borroso, sintió náuseas y su cabeza comenzó a dar vueltas, cerró los ojos y dejó caer su cabeza en el hombro de Taehyung y comenzó a realizar respiraciones profundas.

Susurró -no ahora por favor.

-¿Cariño pasa algo?

-No, estoy bien, es sólo que esa carrera me dejó un poco cansado, necesito respirar.

-¿Seguro?

-Sí, de verdad, estoy bien.

-De acuerdo, descansa, si te quedas dormido te avisaré cuando lleguemos a casa.

Jungkook movió en afirmación la cabeza, el castaño posó la mano en su mejilla acariciando con delicadeza. Se mantuvieron en esa posición durante todo el trayecto. Al llegar a casa no tuvo corazón para despertarlo, así que pagó al conductor y con cuidado lo cargó, logró abrir con dificultad la puerta y entrar, se dirigió lentamente a la habitación y lo depositó suavemente en la cama, le quitó los zapatos y estaba a punto de desvestirlo para cambiarlo cuando comenzó a removerse.

Abrió los ojos lentamente y observó al mayor que estaba frente a él y sonrió diminutamente.

-Kookie déjame cambiarte para que podamos dormir a gusto.

-De acuerdo. – Su voz salió en un hilo fino, casi sin volumen. Taehyung bajó poco a poco su pantalón, quitó sus calcetas y con cuidado comenzó a sacarle la camisa, cuando estaba por terminar sacando la última manga sintió cómo el menor lo tomó de la muñeca y lo jaló con fuerza dejándolo caer sobre sí.

Esta acción lo tomó desprevenido, intentó levantarse pero el otro lo rodeó por la cintura y entre una sonrisa mustia lo beso con desespero.

-Hyung, deberíamos darnos una ducha antes de dormir.

-Kookie, se supone que ya estabas... - No lo dejó terminar la frase cuando volvió a unir sus bocas, profundizando el beso más esta vez.

-Hyung, por favor, no me gusta dormir sucio.

-Bien, pero aquí, así, no podemos hacer mucho.

-Oh, sí que podemos, bonito, hace un rato nos interrumpieron, pero ahora estamos solos.

Taehyung no necesitó más palabras para entender, jamás le negaría nada a Jungkook. Lo volvió a besar con deseo, pero esta vez lento, pasaba sus labios con delicadeza, queriendo disfrutar cada milímetro, lamía su lengua y mordía de vez en cuando sin mucha fuerza para no hacerle daño, el cuerpo debajo suyo se estremecía, podía sentir su piel erizarse.

Comenzó a recorrer sus piernas con las yemas de los dedos, acariciaba apenas rozando la piel, quería hacer el menor daño posible a la hermosa piel de su novio, era su tesoro más preciado.

El menor se separó con dificultad del beso, se levantó un poco y ya sentado comenzó a desabrochar lentamente la camisa del otro, al verlo tan entretenido en su labor el mayor sonrió y dejó un beso en su frente. Una vez desabrochada comenzó a bajar lentamente la camisa por sus hombros acariciando siempre que podía mientras volvían a fundirse en un beso tranquilo, lleno de cariño.

Dear ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora