Excluido

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N-No pasaron muchas cosas en aquellos últimos meses...

La vida se volvió algo monótona desde ese día.

Levantarme temprano, hacer todo el aseo de la casa, hacer el desayuno y estudiar.

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Me sentía cansado...

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M-Me sentía algo solo...

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Dos Eevees esperaban a su madre en la salida de su colegio, Claudio y Héctor estaban algo sucios porque se había celebrado un partido amistoso. 

Mientras el Eevee Shiny esperaba sentado, el Eevee normal platicaba con sus amigos mientras estos lo felicitaban e incluso los amigos del albino también lo felicitaron, mientras el peli moreno este contaba chistes del momento y todos se reían.

El albino a ver eso tiene el instinto de acercarse, ya que también el quería algo de reconocimiento, pero chistosamente Claudio era del equipo rival y  pusieron al albino de portero, una muy mala decisión debido a que o no las tapaba, o se llevaba un buen pelotazo.

Se notaba por ciertas marcas de balón por el rostro y por su pata izquierda, que dicho pelotazo en su pata fue la que mas le dolió, lo llevaron a enfermería pero dijeron que él estaría bien.

Claudio lo pensó dos veces antes de unirse al grupito, mas su madre ya había llegado, haciendo sonar el claxon de su coche, el albino rápidamente voltea y sube a la parte de atrás, al subir solo recibe la mirada de su madre, Claudio al verla solo baja las orejas y se mantiene callado.

Héctor raídamente  se despide de sus amistades y se sube en el asiento del copiloto para que este salude a su madre y ella lo reciba con un saludo amable.

Espeon: ¿Cómo te fue mi niño? .- pregunta con su característica amabilidad -.

Héctor: Mami fue increíble, ganamos un partido y le metí muchos goles a Claudio .- decía emocionado -.

Espeon: Genial .- dice orgullosa -. y por eso te has ganado un helado .- le acaricia la cabeza al Eevee -.

Héctor: HELADO .- grita emocionado -.

Mientras en el asiento de atrás, se veía a Claudio algo triste por el hecho de que por su culpa todo su equipo perdió, eso y que no le preguntaron a él si quería helado, así que toma el riesgo de preguntar.

Claudio: M-Mami, y-yo me e-esforcé mucho en detener esos goles, y-yo también quiero un- .- lo interrumpe su madre -.

Espeon: ¿Que?...¿Quieres que aplauda tus fracasos? .- decía muy decepcionada mientras seguía manejando -.

El Camino a la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora