17.

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Capítulo 17.


Narra Remus:


- Así que tú eres el novio de Tía Mar. - dijo Liam a Sirius mientras lo estudiaba, mi amigo estaba nervioso y la verdad es que lo entiendo, tiene una mirada acusadora como su mamá mi hijo.

- Es como tener a Remus retandonos de nuevo. - dijo James a mi lado. Me reí de su comentario.

- Ya mi niño deja de asustarlo. - le dijo Martina a Liam mientras besaba su frente.

- Te voy a estar vigilando. - le dijo amenazando a Canuto, el cual asintió y levantó sus manos en señal de rendición.

- ¿Eso vas a hacer cuando tenga novio? - preguntó Sofía, haciendo que Liam la mire mal y que yo me ahogara con mi propia saliva.

- ¿Qué pasó amigo? - se burló James - Eso es por reirte de las veces que sufrí pensando en mi hija con un chico.

- Sofi tu no tendrás novio hasta los 20. - dijo Liam enojado.

- Ya quisiera. - rió su hermana.

- ¿No estás muy chica para novios? - pregunté con temor.

Ella me miró y puso la misma mirada que su mamá cuando tiene una idea, miedo. - ¿A que edad empezaste a salir con mamá?

Iba a responder, pero sería darle la razón de que acá a dos años es una edad para tener novio. James respondió. - Estaban en cuarto cuando oficialmente salieron, pero desde antes ya venían tonteando.

- ¡JAMES! - Esa fue Maia.

- ¿No había que decirlo? - dijo James confundido.

- Mejor dejemos de hablar y movamos cajas. - dijo Sirius mientras reía.

Nos pusimos a trabajar, pasando por polvos flu las cajas, un grupo recibía y acomodaba, mientras que el otro grupo seguía guardando todo en casa de Maia.

- ¿Compartiremos habitación? - preguntó Sofi.

- Oh sí lo siento, no les pregunté cómo dormían antes. - dije dándome cuenta que no sabía eso de mis hijos.

- No te preocupes que ella tiene su pieza sola y duerme conmigo o con mamá de todos modos. - dijo Liam palmeando mi espalda.

- Bueno, pero mamá duerme con papá ahora, así que dormiré contigo. - le dijo a su hermano. Yo me quedé en mi lugar porque es la primera vez que me dice papá.

- Oh eso es verdad - dijo Liam ajeno también a mis emociones -, papá tienes que saber que mamá abraza mucho cuando duerme al punto de asfixiar. - rió Liam y mi mente volvió a entrar en corte.

- Yo no hago eso - dijo Maia llegando a mi lado con su ceño fruncido -, ¿Verdad Rem? - la miré y solo pude asentir para que ella volviera a mover cajas.

La seguí hasta la habitación donde juntaba ropa y la abracé por detrás emocionado. - Gracias por haberlos tenido y haberlos cuidado este tiempo a nuestros hijos. Te amo Maia. - la di vuelta sin darle tiempo a responder y comencé a besarla, me correspondió enseguida y la pegué a la pared, podía estar toda mi vida besando a Maia.

Un carraspeo nos sacó del momento, me despegué de Maia para ver hacia la puerta, donde mis dos amigos estaban con una sonrisa pícara en sus labios.

- Sabes cornamenta - empezó Sirius - extrañaba encontrar a estos dos en plena demostración de amor.

- Si canuto - lo siguió James -, encima ahora tienen mucho tiempo que recuperar.

- Pueden parar. - dije mientras me separaba del todo de Maia.

- Díganos algo - dijo Sirius abrazando a Maia -, ya lo hicieron por lo menos de nuevo.

- ¡Sirius! - Maia lo miró mal.

- Oh no te pongas tímida corazón, que yo los he visto sin ropa a ustedes dos, imágenes que no se van de mi mente. - se hizo el traumado, pero comenzó a reír al ver la cara roja de Maia.

- Que vergüenza. - dijo mi chica.

- Estamos grandes para andar con vergüenza Maia linda - dijo James agarrándola como hizo Sirius -, además esos dos niños no se hicieron solos.

- Oh basta los dos. - dijo tapando su cara.

- Dejenla en paz. - intervine agarrándola y ocultándola en mi pecho.

- Ay lo que es el amor - siguió Sirius.

- ¿Tú cuando te mudarás con Martina? Llevan más años que nosotros. - intervine.

- La idea sería mudarnos en unos meses, cuando nos casemos de paso. - dijo muy tranquilo.

- ¿Puedo ayudar con la propuesta? - sugirió mi linda mujer.

- Contaba con eso, nadie la conoce más que tu corazón. - dijo mi amigo riendo.

- Ustedes también tendrían que casarse. - dijo James mirándonos.

- Es la idea cornamenta. - besé la cabeza de mi chica.

- Debemos hablarlo sin ella presente. - dijo James. Con Sirius asentimos.

- Martina ayudará. - dijo canuto.

- Bueno sigamos con la mudanza que sino vamos a terminar pasado mañana. - dije para que Maia no haga preguntas, necesito planear una hermosa propuesta de casamiento y una boda mucho más perfecta de lo que siempre hablamos. Ella se merece todo.

Terminamos de mover muebles a la noche, dejamos todo acomodado, solo queda seguir sacando ropa y guardándola en los espacios correspondientes. Lilly y James se ofrecieron a cocinar, mientras los niños siguen remodelando su cuarto.

Maia estaba guardando sus camperas junto a las mías cuando entré al cuarto.

- Siempre imaginé el momento en el que abriría el placard para ver tu ropa junto a la mía. - le dije sinceramente.

Ella sonrió. - Yo también imaginé ese momento. - Suspiró y vi como la tristeza llegaba a su rostro. - Cuando me terminaste, esa noche yo iba a proponerte que adelantemos la mudanza, no quería esperar más para despertar contigo todos los días... Bueno, después pasó lo que pasó.

Me sentí una basura, todo el tiempo que me perdí a su lado. Todo el tiempo que perdí al lado de mis hijos. - Perdón Maia, nunca voy a compensar todo este tiempo que no tuvimos.

- Me basta con tenerte ahora Remus, con nuestros dos hijos, como una familia. - me abrazó como hace siempre, escondiéndose en mi pecho.

- Te amo Maia. - besé su cabeza.

- Yo también te amo Remus. 

Nunca pude olvidarte. - Remus Lupin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora