Ayer fue una noche poco común, descubrí que me gusta mi mejor amigo de la primaria y a su vez...Bueno no sé si soy gay pero sé que me gustan los hombres. Sinceramente no sabía que sentir, no estaba preocupado o emocionado era un estado de ¿Shock?, era domingo, no tenía preocupaciones por la semana que venía, estaba acostado en la cama, voltee a mi buró y me encontré con mis gafas, estiré mi brazo y las acerqué hacia mí <<Hacía años no te veía con gafas, te quedan bien>>, su recuerdo vino a mi mente en ese instante, es increíble el cómo quien te gusta parece vivir en tu mente. Desplegué mis ante brazos sobre mi cara; puse mis pies en el piso, mire la hora en el despertador, era temprano incluso para mis estándares, fui al baño a darme una ducha, tan pronto como abrí la puerta el episodio de ayer se proyectó mis ojos, yo avergonzado de haber llegado a la conclusión de que nuestras alturas son perfectas para besarnos, ¿Alguna vez les ha pasado que cuando están a punto de dormirse, recuerdan algo vergonzoso que hicieron hace años? Bueno así me sentí; me duché rápido, enfrente del espejo me coloqué las lentillas antes de que mi madre se diera cuenta, salí del baño con el estuche de mis gafas, las iba a guardar en el gabinete como era de costumbre, entré a mi habitación y justo cuando estaba a centímetros de los lentes mi celular timbro por una notificación de whatsapp.
Como durmió mi presidente favorito? ✔✔
Voy a ir al club de tiro para practicar para las estatales, vienes?, si si, no vengas con tus lentes tan favorecedores ✔✔
Me quede rígido, a penas ayer acepte que me gusta y ahora me está invitando a salir, aparté la mirada de la pantalla, la dirigí a las gafas luego al estuche, y las guarde adentro de este, inhale fuerte con los ojos cerrados hacia el techo, me tiré cuidadosamente al colchón asegurándome de que no fueran a estropearse, ¿Era muy tarde para ver las comedias románticas de los 90s?, tomé el celular que ya hacia boca abajo en las sábanas.
✔✔Voy a pedir permiso, no lo tomes seguro
Bien, si algo nos vemos en la entrada de Red Wing Sporting Clays✔✔
✔✔Okey
No estaba seguro de si podría ir, mis padres o más bien mi padre es muy estricto, si ve un 8 en mi boleta de calificaciones inmediatamente depositara la culpa en que pierdo mucho el tiempo divirtiéndome, lo mismo dice del club. Bajé las escaleras y los vi, ella estaba en el comedor tomando una taza de café y él sentado en el sillón leyendo el periódico, me sorprende que aún halla repartidores de periódico en plena década de los 2020s.
- Miles me invitó al club de tiro ¿Puedo ir? - Pregunté sin rodeos, en mi familia no somos mucho de saludar al despertar.
- Claro tesoro - Dijo mi madre mientras extendía su brazo para abrazarme - El director nos dijo que tu discurso estuvo estupendo - Yo por mi parte solo sonreía - Cuídate.
- Gracias - Terminé el abrazo, agarré mis llaves, pero justo al tocar la perilla para irme, mi padre habló.
- Ves que tenía razón, nada mejor que un discurso republicano - No voltee mi mirada, pero sentía sus penetrantes ojos en mi espalda, no sé qué pasaría si se diera cuenta que no hice caso alguno a su sugerencia.
- Si...Los veo más tarde - Giré el picaporte y camine al club, mientras ello, saqué el móvil de mis pantalones.
✔✔Si me dejaron, voy para allá
Perfecto 😃✔✔
Cuando llegué lo vi con su equipo y ropa deportiva, nos saludamos, entramos al local, nos registramos en la recepción, el encargado le dio una hoja sujetada por una tabla con pinza, Miles puso su nombre firma y hora; atravesábamos los pasillos.
- No sabía que había sección de tiro con arco – Lo poco que conozco de Nueva Jersey es que tiene muchos clubs de disparo, pero no de tiro con arco.
- Es relativamente nueva, lo mejor es que queda lejos de las demás con armas, asique no se escuchara nada – Seguimos caminando hasta llegar a una puerta similar a la del gimnasio de la escuela.
Finalmente llegamos a una zona al aire libre, rodeada de árboles, di una mirada panorámica, había distintas dianas ocultas por todos lados.
- ¿Por qué te quedas ahí? - Sin darme cuenta me quede parado y Miles ya estaba en el lugar predestinado para disparar.
- No gracias, no quiero una flecha en mi cuerpo – No estábamos muy lejos, unos dos metros.
- Entonces como te voy a enseñar? – Me quedé perplejo ante lo que dijo, según tenía entendido, venía a practicar para las estatales.
- Eh disculpa, soy espectador – Dije con tono ¿Nervioso?.
- Anda, ven - Inhale, y caminé hacia mi...mejor amigo, rezaba para que 1. No se viera mi cara preocupada y 2. Mi cara no se convirtiera en un tomate humano.
Me entregó el arco, mis palmas se sentían torpes al sentir la lámina de carbón, si no estoy mal, Miles una vez me lo dijo que ese era el material, agarré la empuñadura con mi mano izquierda, tensé la cuerda con el pulgar e índice de la derecha, no sostenía flecha alguna por obvias razones, en ese momento sentí el cálido aliento de Miles en la nuca.
- Tiene que ser con el índice, el medio y anular en la cuerda, imagina que están encima de la flecha - Su mano corrigió mis dedos, creo que nunca se habían tocado tanto, a excepción de la noche de cine - Tus pies deben estar separados... - No sé si el término es correcto, pero sentía como invadía mi espacio personal de una forma impresionante - Por el ancho de hombros, de hecho, si te fijas la columna vertebral queda como una especia de "T".
- ¡Pues no veo la supuesta "T"! - A pesar de todo seguía prestando atención.
- Pues porque no tienes flecha - Podía sentir su torso cubrirme casi por completo tal como aquel miércoles, no podía evitar mirar nuestras manos, su derecha apoyada encima de la mía - No le temas al arco, firme mas no tenso - Lo conozco tan bien que sé que tenía una sonrisa burlona en ese momento - Bien ya estás listo - Rápidamente se acercó hacia el contenedor de flechas, voltee a verlo, obviamente yo era el único que sentía tensión entre nosotros, se acercó con una.
- Debes estar bromeando - No había forma de que yo, que hace solo una hora no sabía nada sobre la arquería, disparara una flecha.
- Venga ya, no es tan difícil - Dijo con el tono relajado que lo caracteriza.
- ¡Practicas esto desde los 10, no hay punto de comparación! - Corregí indignado, no pude seguir discutiendo ya que sin siquiera darme cuenta me acomodó como antes.
- Relájate, tu corazón está a mil por hora - Mi cara era un poema, si, latía por los nervios, pero también por el hecho de que tenía Miles Hamilton pegado a mí - Respira conmigo - Tenía un semblante tranquilo, no me había dado cuenta que su voz era tan hermosa, entonces sentí como tomaba aire por su nariz, repetí la acción, me trajo la misma sensación de cuando era niño y el doctor chequeaba mi respiración, volví a sentir el mismo calor, de cuando estábamos en las gradas, cuando me abrazó tras bambalinas, y ahora lo sentía en un campo de tiro, con arco en manos, cerré los ojos por un momento, tratando de encontrar calma en medio de esa maldita tensión que me invadía. Inhalé profundamente, dejando que el aire llenara mis pulmones, y luego exhalé lentamente. Con cada respiración, sentía mi cuerpo relajarse, mis músculos se flexionaban con más confianza - Dispara - Susurró en mi oído, no pensé y solo solté de la cuerda. En ese momento el tiempo se detuvo a excepción de la velocidad de la flecha, vi como volaba cortando el aire como un cuchillo a la mantequilla, hasta que finalmente a travesó la diana.
- Nada mal, bro - Ni me percaté cuando se apartó de mí, su mano reposaba sobre mi hombro, la mire fijamente, mis ojos se clavaron en su cara, deseaba abrazarlo o inclusive besarlo, pero era imposible por un sin fin de razones, apreté mis puños, solo podía disfrutar la compañía de mi mejor amigo.
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El club de periodismo
RomanceWaylon Fleming un estudiante ejemplar en su penúltimo año de escuela, presidente del club de periodismo. Una vida prácticamente perfecta por delante, pero realmente tiene una pequeña cuestión, le gusta alguien de su escuela, pero no cualquiera, su m...