Capitulo 22. Susurros y verdades en North Boulevard

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Al pasar la entrada caminé como si nada hubiera pasado, intentaba no escuchar los susurros de las personas al verme, pero si alcancé a escuchar cosas como "Creí que no iba a venir hoy" y "No podré verlo de la misma manera". Tenía clase de matemáticas, lo único que me tranquilizaba es que la compartía con Miles. Entré en el aula lo vi y me senté junto a él.

- ¿Cómo te sientes? – Dijo mirándome fijamente.

- Intento mantener la calma – Como me lo dije ayer por la noche, no me servía de nada actuar sin pensar.

- ¿El director te ha dicho algo sobre ayer?.

- No, supongo que están pensando cómo manejarlo, digo es un asunto muy delicado.

- Comprendo – En ese momento el profesor entró, dejó su maletín en la mesa, y sacó de él un marcador borrable.

- Bien clase, empecemos con un ejercicio fácil - Escribía en el tablero mientras hablaba - Charles sale de su casa en bicicleta a las 8:00 am para ir a su escuela, que está a 12 kilómetros de distancia. Si Charles viaja a una velocidad constante de 15 kilómetros por hora – Dejó de escribir, se apoyó en la pared y preguntó mirándonos - ¿En cuánto tiempo llegará a su escuela?.

- Seguramente menos que lo que Waylon tarda en eyacular – Algún imbécil de las mesas de atrás comentó, lo miré con el ceño fruncido y justo cuando iba a decir algo Miles habló.

- ¿Envidia de que a ti no se te para?,Stronghold – La cara de Stronghold se puso roja y se agachó, Miles es un buen tipo, no se mete con nadie, pero cuando quiere lastimar con palabras, deja marca, todos se empezaron a reír, incluso yo.

- Por favor compórtense – Habló el maestro – Espera tu reporte Stronghold – La clase continuo con normalidad.

No era difícil adivinar que Miles intentó durante todo el día no separarse de mí, me sentía en 10 Things I Hate About You y si estuve mirando comedias románticas, pero en algún momento del día teníamos que separarnos.

- Si necesitas algo, no dudes en escribirme - Me dijo para después abrazarme, lo único bueno que le sacaba a esto es que ahora Miles pasaba más tiempo conmigo; ambos teníamos que ir a nuestros respectivos clubs, estaba un poco lejos, asique me demoré, mientras caminaba me llegaron varias notificaciones a la vez, seguí caminando a su vez que sacaba mi móvil del pantalón, números desconocidos, muchos tenían foto de perfil o el nombre en la descripción, unas eran imágenes del auditorio el día de ayer, otras stickers de mí, paré en seco, presioné el celular con fuerza, lo que más me molestaba es que no podía controlarlo, las imágenes iban de móvil a móvil sin que yo pudiera hacer nada; respiré profundo por más que quisiera borrar y bloquear todos esos contactos no podía, era evidencia para defenderme después de que descubra a Theo y Mark, volteé mi mirada a la pared. Había una cartelera en el mural de anuncios

QUERIDOS ESTUDIANTES DE NORTH BOULEVAR

Les habla su niño bueno Waylon Fleming, les aviso que estoy totalmente abierto a invitaciones de sexo casuales con cualquier cosa que se mueva, me encanta dar y recibir, y sobre todo un buen oral. Los espero.

Abrí la cámara de mi celular, tomé foto, y arranqué aquel maldito cartel, doblé y guardé en mi mochila. Seguí caminando hacia el club, al abrir la puerta me encontré con Pete chequeando su cámara y a Alisson sentada en su computador.

- Hola - Dije desde la entrada, fui a mi escritorio, saqué del archivero algunas carpetas que tenía que revisar, se sentía un ambiente totalmente incómodo, podía sentir con claridad la mirada de Alisson en mí.

- Waylon yo...realmente siento lo que pasó ayer - Creo que nunca la he visto con ese semblante, tímido y cabizbajo.

- Ali no debiste sacar el tema a colación - Le dijo Pete.

- No te preocupes, de hecho, son los pocos que no me miran como bicho raro. No sé porque en ese instante fui tan sincero, odio que me tengan lástima.

- No pasa nada, digo, sabemos que casi no hablamos más allá del club, pero si necesitas algo, aquí estamos – Declaró Pete.

- Gracias – Por mi parte el ambiente se sintió más ligero - Bueno ¿Dónde nos quedamos el otro día? – Era de las pocas cosas que podía hacer que continuaran con normalidad. 

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