Los glamorosos vestidos y trajes juveniles se hacían notar en el gimnasio esa noche, se podía ver estudiantes comiendo, charlando y bailando mientras sonaba let's groove, todos disfrutaban de su última noche como estudiantes de preparatoria o por lo menos la mayoría, el pronto exlíder del club de periodismo se mantenía en una esquina tomándose un vaso de sangría sin alcohol mientras veía y analizaba su panorama, no le gustaba mucho los lugares ruidosos y coloridos, le venía mejor una tarde en una cafetería hablando con un par de amigos.
- ¿Se puede saber por qué el rey de la fiesta no está en ella? - Dijo con un tono sarcástico su amigo y vicepresidente del club estudiantil, Miles Hamilton.
- Que gracioso Miles - Respondió con una leve sonrisa Waylon, de la nada el ambiente cambio para el rubio rojizo, ahora era más tranquilizante y cálido.
-Waylon...- El nombrado dejó de ver la pista de baile y volteó a mirar a su amigo -¿Me concederías una pieza? - De la nada la música cambio, dando paso a I Love You Baby, el castaño le extendió su mano estando seguro de una respuesta positiva.
- Miles...
RING RING RING RING
El sonido del despertador hizo que Waylon Fleming despertara de su sueño conmocionado, apagó su alarma, se levantó de la cama con una cara de cansado y ojos entrecerrados y se alistó para su día de escuela. Bajó las escaleras encontrándose con sus padres desayunando, se dirigió a la cocina, agarró una olla con agua caliente y se sirvió su sagrado café mañanero en un vaso portable.
- ¿Miles viene por ti?, ¿O necesitas que tu padre te lleve? - Preguntó su madre quien tenía un parecido bastante considerable con su hijo con un tono interesante y alegre.
- Miles viene por mi - Dijo sellando el vaso con su respetiva tapa para después despedirse de su mamá con un beso en la mejilla y de su padre con una palmadita en el hombro y justo en ese momento se escuchó el claxon de un automóvil, salió de la casa siendo esperado afuera por un Nissan Sentra, abrió la puerta del copiloto y entro.
- Hey, fuiste tan amable en tráeme un café, ¡Te lo agradezco! - Saludó Miles de forma carismática y con un tono burlón las últimas palabras mientras le quitaba el vaso a su amigo para darle un sorbo y dejarlo en el porta vasos.
- Nunca cambias eh - Respondió de forma desinteresada el mayor después de todo ya estaba acostumbrado a la personalidad de su amigo y esto sumado con el estima que le tenía hacía que le perdonara que le quitara su bebida intocable.
- Y no lo haré mi estimado Fleming - Dijo animado y orgulloso apartando sus ojos del frente por un segundo para mirar a su acompañante.
- Ya lo sabía, créeme - Señaló para después mirar hacia la ventana, observando los jardines, árboles y aceras en movimiento se perdió en sus pensamientos...O más bien recuerdos, recuerdos de cómo fue que se enamoró de su amigo, pero claro el de ojos miel no lo sabía, no entendía que era ese sentimiento de inmensa felicidad cuando estaba junto al oji verde o esa atracción cuando sus ojos se posaban en su cara detallando cada centímetro pero fijándoselas que todo en su sonrisa que cada vez que la veía pensaba lo preciosa y reconfortante que era.
2 años atrás
Todos los estudiantes de preparatoria hablaban del chico nuevo de Spring Valley, un partidazo a opinión de la mayoría de chicas, un verdadero deportista, experto en el tiro con arco y claro un amor de persona, no le había tocado junto al dichoso nuevo por lo que no sabía de la veracidad de los hechos, pero esto poco le importaba a Waylon, en ese instante estaba pegando letreros en los pasillos de la escuela para ayudar al club estudiantil.
Mientras eso, pasaban cerca de su lado un grupo de estudiantes de su curso hablando como si no hubiera un mañana.
- ¿Y cómo es Spring Valley? ¿Es como Nueva York? - Preguntaba entusiasmada una de las chicas del grupo.
- No, es una zona mucho más rural que Nueva York - Respondió tranquilo el nuevo.
- ¿Y desde cuando practicas arquería, Miles? - Pregunto otro.
- Desde los 7 años más o menos - En eso, su mirada se desvió de sus compañeros y miro a cierto estudiante pegando carteles del concejo, lo cual le llamo la atención, separándose de su grupo yendo directo hacia el de gafas.
- ¿Eres parte del club? - Pregunto el oji verde desde atrás, asustando al mayor quien soltó un leve grito y salto.
- N-no, solo les estoy ayudando pegando carteles - Dijo algo nervioso.
- ¿Qué tengo que hacer para ser parte del club? - Preguntó entusiasmado Hamilton, acortando poco a poco la distancia entre ellos.
- Ehh, n-no lo sé, soy parte del de periodismo, pero si quieres le puedo decir al líder del club que te quieres unir - Dijo algo nervioso el mayor debido a la distancia tan corta entre ambos.
- Nah prefiero decírselo yo mismo - Respondió el castaño con su mano posada en su barbilla - Es más, si fuera ahora mismo, mejor ¿Podrías llevarme?.
- Esto...no lo sé ya va a sonar el timbre y el club queda en el tercer piso y mi clase está en el primero.
- Vale ¡Entonces en el descanso será! - Dijo mostrando su puño, pero no en forma de amenaza sino de entusiasmo.
- ¡P-pero! - El más bajo se quedó sorprendido por la energía del mayor de estatura.
Finalmente llegaron a su parada, Miles se estacionó y ambos entraron al instituto, siendo recibidos por saludos, miradas amigables y seguras, después de todo Miles era admirado por gran parte de los estudiantes por sus logros atléticos y Waylon respetado por su gran su habilidad de solucionar problemas y liderazgo, pero claro, no faltaban los envidiosos y críticos. Las clases de por la mañana y medio día se terminaron, permitiendo a los estudiantes podían dedicar su tiempo a sus actividades extracurriculares.
...
El timbre sonó, dando a entender que la clase de política se había acabado, oprimí el pulsador de mi boli y lo guardé en mi estuche, coloqué mi mochila en mi hombro izquierdo, para luego salir del aula, tenía que terminar de revisar algunos encabezados y noticias del club para el periódico del cierre del cuatrimestre, iba rumbo al salón del club, sin presión alguna a fin de cuentas les había dicho que podía encargarme solo sin problemas, por lo que nadie me esperaba en esa sala, estaba por dar la vuelta al pasillo hasta que escuche gritar mi nombre.
- ¡Waylon! - Giré mi torso hacia atrás encontrándome con Miles - El equipo y yo tenemos practica ¿Te apuntas? - Lo pensé por unos segundos, para luego decir que si y acompañarlo hasta campo, la revisada podía esperar, igual faltaba un mes y medio para que se terminara el cuatrimestre.
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Hola espero que estén muy bien, como pueden ver quise salirme un poco de la rutina y escribir una historia de romance, espero que les guste y nos vemos en el próximo capitulo
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El club de periodismo
RomanceWaylon Fleming un estudiante ejemplar en su penúltimo año de escuela, presidente del club de periodismo. Una vida prácticamente perfecta por delante, pero realmente tiene una pequeña cuestión, le gusta alguien de su escuela, pero no cualquiera, su m...