- ¡Con una distancia de 45 metros y en aro de oro, North Boulevard School avanza en la competencia!.
Todos los que estaban en las gradas gritaron de la emoción, está en la identidad americana alegrarse por los deportes, el equipo de tiro con arco de la escuela estaba saltando y abrazándose entre sí, habían ganado ni por poco ni por mucho, si soy sincero solo prestaba atención cuando era el turno de Miles, quien por cierto fue quien disparo la flecha decisiva.
- Gracias a Virginia High School por ser un fuerte oponente el día de hoy y felicidades a North Boulevard - Se anunció a través del megáfono del campo.
El júbilo se mantenía, pero más calmado, bajé las escaleras junto a demás compañeros, muchos querían felicitar al equipo personalmente, fui directo a Miles, me sorprendió que nadie le quisiera decir algo al cocapitán.
- ¿Viste eso? - Tenía su típica emoción de niño pequeño que lo caracterizaba después de cada partido ganado.
- Salvaste el día - Claro que lo había visto, digo era a lo único que le preste atención, a él. Noté como levantaba su mano, <<Choque de manos>> pensé, levanté la mía, vi como chocaron, pero también por un instante nuestros dedos se entrelazaron un poco, seguro que fue por la fuerza o impacto, solo sé que mi corazón se detuvo, mi boca se secó y a lo mejor también mi cara se convirtió en una especie de mutante entre nervios y asombro, finalmente nos separamos.
- Hamilton, invitaron al equipo a salir, ¿Vienes? - Uno de los compañeros vino hacia nosotros.
- No lo creo – Respondió sin voltear su torso, solo cabeza.
- No te preocupes, ve – Conozco demasiado a Miles, tanto como él me conoce a mí, sabe que no son de mi agrado los encuentros sociales con muchas personas.
- ¿Estás seguro? – Su cara me recordó cuando un padre busca que su hijo se arrepienta.
- Si, diviértete - Coloqué mi mano en su hombro - Cocapitán – Nos despedimos y vi como mi mejor amigo se perdía con su equipo en la multitud, por mi parte me dirigí al salón ya casi se acababa la jornada por lo que fui por mis cosas, no me tardé mucho, tenía en mente ir a mi casa, hasta que me detuve en seco mientras que agarraba el picaporte de la puerta, mi otra mano la acerqué a mi boca, y exhale, tenía el hábito de siempre después de comer algo comprobaba mi aliento, abrí la puerta y salí rumbo a los baños.
Guardé el cepillo y pasta de dientes dentro del estuche bucal, en ese momento sentí la puerta ser abierta, mire de reojo para encontrarme a los que hace unos días me podrían haber dado una golpiza.
- ¿Qué te pareció el juego? – Theo me sonrió como aquella noche.
- ¿Qué quieres, Null? – Sabía muy bien a que venía todo eso.
- ¿Qué has pensado sobre lo que hablamos? – Pareciera que su primera amenaza no lo dejó tranquilo.
- Me importa muy poco – Algo que tiene de malo ser callado, es que la mayoría cree que me dejo intimar fácil, vi la intención de Mark de golpearme – Sería muy raro que mañana aparezca moreteado ¿No crees, Parker? – Sentí cierta satisfacción al ver su cara enojada, tal como la mía esa noche, también vi el desagrado en Theo – Suerte en su partido – Pase por entre ambos y salí del baño, estaban en desventaja, no tenían idea de lo que yo sabía y lo mejor es que no podrían hacerme nada, no tengo secretos que ocultar y los tuviera, nunca los sabrían.
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El club de periodismo
RomansaWaylon Fleming un estudiante ejemplar en su penúltimo año de escuela, presidente del club de periodismo. Una vida prácticamente perfecta por delante, pero realmente tiene una pequeña cuestión, le gusta alguien de su escuela, pero no cualquiera, su m...