ENID POV.
Ajax entró con un gran ramo de flores y unos chocolates que en cuanto vi ya los estaba devorando, él estaba tratando de sonreír.
-Dicen que el chocolate siempre es bueno-negué-¿Ya podrás decirme que te pasa?
-No es nada.
-Estás tratando de trabajar con el corazón roto. Luz me dijo que te atrasaste con unos documentos, tú nunca haces eso, al menos que algo te pase.
-No es nada.
-Ya es el segundo-tomo mis manos para dejar un beso en ellas, hasta que se detuvo al ver mis alianzas-¿Estás casada? ¿desde cuando?
-Eso no importa.
-Enid.-Ajax tenía algo y era que nunca dejaba cuando quería conseguir algo-Comienza a hablar.
Llamaron a la puerta y antes de que pudiera negar el pase esa persona entró. La mirada de Merlina cambió, estaba segura que quería matar a alguien.
-¿Interrumpo?-ese tono frío en su voz
-Si-Ajax aún tomaba mis manos y la cercanía entre nosotros era mucha.-Nos puedes dejar a solas, estamos a medias de algo importante.
Merlina no tenía derecho a reclamar algo, ella no podía. Ella me miró y no fui capaz de mantener su mirada.
-Enid.
-Vete.
-Pero...
-Ya oíste, vete.
La puerta se cerró de golpe asustándome, él intentó que lo viera a la cara, pero yo no podía y las lágrimas comenzaron a salir abriendo la costra en mi corazón, Ajax me abrazó tratando de tranquilizar mi llanto.
-Ya no necesitas hablar, todo va a estar bien mi niña.
¿Lo estaría?
+
Trate de quedarme lo más tarde que fuera posible en la oficina, no quería ir a casa, ni siquiera quería mirarla; ni siquiera quería hablarlo, estaba claro. Ella se acostó solo conmigo por una apuesta con sus amigas.
-¿Acaso eres ladrona para entrar a hurtadillas?
-Pensé que estabas dormida-yo solo quería llegar a la habitación de invitados.
-Si bueno, yo pensé que eras una persona adulta, tienes dos días ignorándome y durmiendo en la habitación de invitados ¿puedes decirme qué te pasa?
-¿Quieres saber lo que me pasa?-le di el frente notando el desconcierto por mi tono de voz.
-Si ¿a qué estás jugando?
-Mejor dicho ¡¿a qué estás jugando tú?! Pensé que por fin podríamos estar bien, pensé que todo iba a estar bien, me entregué a ti Merlina ¡¿y qué hiciste tú?! solo verme como una apuesta-trate de secar las lágrimas que habían salido
-¿De qué estás hablando?
-No te hagas idiota, sabes bien de que estoy hablando. Te escuche hablando con Melissa-ella no cambiaba esa postura de desconcierto y no me pude contener, le di una bofetada.
-¡¿Pero te has vuelto loca?!
-Nunca pensé que fueras capaz de hacerme algo así, no sabes cuanto me arrepiento de haber hecho ese trato con tu padre, eres una persona detestable.
-Wow, pero cuanta hipocresía en esas palabras, nadie te obligo a nada así que deja tu drama-le iba a dar otra bofetada si no fuera porque esta vez detuvo mi trayectoria
-No sé de qué carajos estás hablando, así que deja tu maldito drama y hablemos.
-No quiero hablar contigo.
-Pues las parejas hablan, ahora te sientas, te callas y me escuchas-Merlina me podía ganar en fuerza así que no fue nada difícil para ella arrojarme al sofá-¿Qué fue lo que según tú escuchaste?
-Hablaron de una apuesta-sus ojos se ampliaron solo unos segundos antes de que su mirada se volviera en una fría y mortal.
-Creo que la idiota aquí eres tú, nunca vuelvas a dudar de mi moral así. La apuesta de la que hablaba Melissa era totalmente ajena a ti, creo que el mal interpretar las cosas se te da perfectamente a ti Sinclair.
Sin más se paró dejándome con una rara sensación en el pecho y totalmente confundida. ¿Qué carajos acaba de pasar?
++
Pequeño para no dejarlos así.
¿quieren saber que pasara?-pues yo también porque no se que hice jajaja
Nunca se han preguntado cuantas son o si hay personas de su mismo pueblo, ciudad o país que leen lo mismo que ustedes o sea que si están igual de enfermos que ustedes (bromis) como quisiera conocer personas de mi mismo pueblo para convivir y hablar sobre fanfis y comer nieve. Pero bueno, no se puede.
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Mi Hermoso Pago (Wenclair g!p)
RandomLlegó a un callejón donde se vio rodeado sin salida, de una camioneta 4x4 negra blindada salió un hombre escoltado por tres más de traje Gucci. -Homero, Homero. Ya no tienes a donde correr-habló el hombre, riendo con gusto. Siempre era para él un pl...