MERLINA POV.
No sabía si invitar a Enid a la fiesta de Kent había sido buena idea o no, así que cuando el chofer detuvo el auto fuera de la mansión del chico note la sorpresa en el rostro de la rubia.
-¿La fiesta es en casa de los Watson?
-¿Los conoces?-me sorprendería si dijera que no, pero claro que los iba a conocer, la familia Watson era una de las familias más importantes en New Jersey, antes originarios de Rumania.
-Claro, tengo asociaciones con Rubén.
-Entonces no te pueden ver aquí, vámonos a otro lugar.
Ella estuvo de acuerdo conmigo, era conocido que Rubén Watson le daba mucha libertad a su hijos, apoyaba sus fiestas y muchas veces se quedaba en su despacho supervisando que nada malo pasara, era el único padre que conocía que no estaba de acuerdo con esta clase de fiestas pero aun así estaba presente.
Mi celular sonó y vi que era mi padre, no cogería la llamada solo que no me atreví a dejarla pasar.
-Padre.
-Merlina, necesito tu ayuda, por favor-se escuchaba agitado, Enid me miró y lo más seguro por mi cara es que le pidió poner el auto en marcha al chofer
-Papá ¿Dónde estás?
-No lo sé ¡Merlina!
Se escuchó una detonación, mi sangre se helo.
-El cuerpo de tu padre estará en el muelle.
La llamada se colgó.
-Creo... creo que-no podía ni hablar
-¡Merlina!-Enid me sacudió pero aun así no podía dejar de pensar en que mi padre podría estar muerto.
+
- ¿Familiares de Homero Addams? –la abuela y mamá hicieron el intento de levantarse, pero las detuve
-Soy su hija-Enid apretaba mi mano
-Su padre está estable, pero lamentablemente la bala dio en uno de sus discos de la columna y eso puede traer consecuencias, esperaremos al que el paciente despierte para ver el daño
-Gracias doctor.
Abrace a Enid, sintiéndome por una parte aliviada y por la otra mal, no podía imaginar a lo que papá se enfrentaría si el llegara a quedar paralítico. A él aún le quedaban cosas que hacer como padre, para mí nunca estuvo presente, pero para Pericles las cosas podían ser diferentes.
-Abuela, mamá vayan a descansar me quedaré con él-les dije, si despertaba quería ser la primera en hablar con él
-Pero hija, mañanas tienes clases-dijo mi madre
-Por eso no te preocupes, solo será un día-mire a Enid- ¿Podríamos hablar? –ella asintió
Era momento de sacar tantas dudas de mi cabeza, que tendría que volver a tocar temas los cuales posiblemente traerían problemas en nuestra relación "estable". A duras penas logré que mi madre y abuela fueran a descansar, miré a Enid y le hice una seña para que me siguiera hasta la cafetería, al llegar me senté en una mesa lejana.
-Enid te haré solo una pregunta, y quiero que seas honesta conmigo-hable antes, al ver que tomaría la palabra primero. Ella me miró y me asintió- ¿Le has vuelto a prestar dinero a Homero?
Sus ojos azules me estudiaron, por un momento se vio sorprendida por la pregunta, casi juraría que se sintió ofendida. Pero tenía que descartar todos los medios posibles, si papá le intento dar dinero falso a esos hombres es por algo, y ese algo me dice perfectamente bien que fue porque Enid, su único banco. Se negó.
La nota que había dejado junto al cuerpo de papá y la cual había recogido antes de que la policía llegara dejaba en claro lo que había intentado hacer y por lo cual lo que habían hecho era una clara advertencia de que si seguía tratando de engañarlos las consecuencias iban a ser mayores.
-Tu padre no ha vuelto a buscarme, fui clara en los acuerdos; sería el único préstamo que le haría y tú y yo estaríamos casadas hasta que él terminara de pagar ese dinero conmigo. Pero si volvía a buscarme para pedir más iría a la cárcel.
- ¿Cuánto dinero te pidió al principio? –era sorprendente, lo que ellos dos hicieron. No negaré que amaba a Enid, desde que la conocí siendo una niña de 7 años, pero ahora mi orgullo estaba pisado y era imposible poner en la mesa mis sentimientos.
-3.5 millones.
- ¡Por Dios!
Eso en mi corta vida, era mucho dinero. Homero nunca tendría el dinero para pagar y eso me llevaba a una vida larga con Enid, ahora si le sumaba el hecho de que necesitaba dinero para pagar esta nueva deuda de dónde lo sacaría, papá sabía que ya no podía socorre con Enid, ella se negaría, yo me enteraría, lo enfrentaría y sería un caos, mamá siempre ha dicho que tengo el carácter de mi padre, y en algo si tiene razón.
- ¿Homero se volvió a meter en una deuda de juego, no es así?-Enid llamó mi atención con esa pregunta, no era difícil deducir algo así dado el hecho de cómo lo encontramos, pero ella no había visto la nota.
-Intento pagar con dinero falso, es por eso por lo que está aquí. Es una advertencia, le pondré un alto, pero no se ahora cuánto debe y si no paga temo a que ellos podrían irse contra nosotros
-Yo podría...
-Ni se te ocurra. 3.5 millones, es suficiente.
-Merlina ahí algo que tú no sabes-la mire, ella bajó la mirada, tratando de buscar palabras que sabía perfectamente que una mente tan terca como la mía no la escucharía-En realidad Homero solo necesitaba medio millón, pero pidió más. No sé porqué, solo sé que me dijo que, si algún día tú te llegabas a enterar que en realidad te estaba vendiendo, nuestro matrimonio tendría que acabar.
-Espera ¿Qué? –Sentí que todo daba vueltas, un extraño nudo se formó en mi estómago- ¿En realidad me vendió?
-No como tal, según para él eras un intercambio. 3 millones por ti, créeme que cuando me dijo eso me negué, pero...
- ¿Pero? No hay ninguno Enid-me levante- Quiero que vayas a casa
-Merlina aún no hemos terminado-tomó mis manos
-Creo que sí, es suficiente.
No podía decir que lo que sentía en este momento era dolor, descubrí que en realidad sí había sido una venta para mi propio padre, no me lastimaba de todo. Sino el hecho de que fue con engaños, yo no tendría que saber la cantidad de dinero, ni lo que duraría el matrimonio, sólo tenía que saber que era Enid y no otra mujer millonaria.
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Mi Hermoso Pago (Wenclair g!p)
NezařaditelnéLlegó a un callejón donde se vio rodeado sin salida, de una camioneta 4x4 negra blindada salió un hombre escoltado por tres más de traje Gucci. -Homero, Homero. Ya no tienes a donde correr-habló el hombre, riendo con gusto. Siempre era para él un pl...