ENID POV.
Estaba terminando de firmar unos documentos importantes, cuando escucho unos toques en mi puerta. Arrugó la frente y miro la hora, pasadas las seis de la tarde. Concedo el paso y cuando veo entrar a aquel hombre, sé que nada bueno puede venir de él. Pero lo que llama mi atención son sus golpes por todo el rostro y su forma de caminar.
-Sr. Homero-señaló la silla frente a mí- ¿Cómo ha estado?
-Bueno, pregunta irónica al verme ¿No crees? –dije con altivez
-Lo siento, me refería a ¿Cómo han ido las cosas? Su mujer, sus hijos, su madre ¿Cómo están ellos?
-Están bien, gracias por preguntar. Pero no he venido para hablar de mi familia-Lo que tenía Homero Addams era su cinismo para hablar, él nunca se iba con rodeos-Necesito un préstamo, mi vida y la de mi familia corren peligro si no pago en una semana.
-Esa historia ya la escuché antes, y al igual que hace unos años sus vidas corrían peligro-lo miré, recordando ese día. Fue el día que encontré el restaurante de su esposa, él llegó casi muerto. Fui yo quien llamó a una ambulancia y se hizo cargo de los gastos, después le presté una suma exagerada de dinero para saldar esa deuda. Mi único pago, ninguno.
-Enid sí socorro a ti una vez más, es porque hablo en serio-apreté la mandíbula-Esta vez pienso pagarte-eso me interesó
- ¿Cómo? –sus ojos eran fríos y calculadores, los de un hombre ambicioso.
-Con la mano de mi hija-sabía a qué hija se refería. Merlina, la única. Lo único que la volvía especial era que ella había nacido con un pene, y podía ofrecer como carne fresca a una mujer rica y poderosa como yo-Ella se casaría contigo a cambio de ese dinero.
- ¿Y cuándo pensarías pagar ese dinero? –pregunté sabiendo la respuesta.
-Con mi hija sería suficiente.
-Dudo mucho que acepté-dije
-Te equivocas Enid, ella fue la que me dio la idea de venir aquí...
- ¿Por qué no ha venido contigo, si eso es verdad? –lo corte, él se puso nervioso. Pero fue poco el tiempo.
-Tenía tarea que hacer, en unos días salen de vacaciones y los maestros han aumentado el trabajo. Pero ella está de acuerdo, te doy mi palabra.
-Tu palabra no vale nada-me levante, alisando mi falda negra-Quiero hablar con ella antes de aceptar.
-No puedo esperar, no entiendes que mi vida corre peligro-tenía unas ganas enormes de golpear a este hombre, ya no era su familia por la que temía. Sino que por él-Por favor, Enid...
-No lo creo Homero...
-Si no eres tú, buscaré a otra mujer rica que esté dispuesta a pagar por mi hija. Dudo mucho que otra persona la trate como la tratarías tú.
-No te atreverías a vender a tu hija-lo mire, pero ya sabía la respuesta a esa pregunta. Si lo haría.
-Sabes que sería capaz-nos miramos dispuestos a ser uno de los dos el juez-Por favor, Enid... te la estoy poniendo en bandeja de plata.
Mire al hombre que suplicaba por ayuda, tome el teléfono y marque a mi abogado y le pedí que redacte un documento. Donde especificara que le estaba prestando dinero a Homero Addams a cambio de la mano en matrimonio de su hija Merlina Addams. Me sentía fatal porque había aceptado, estaba comprando a una mujer, y no a cualquier mujer, sino que a la mujer que he amado en secreto.
-Te juro Enid que no te arrepentirás-decía el hombre mientras yo firmaba los papeles que había traído mi abogado-Merlina cumplirá años en dos semanas. La boda podría ser en una semana.
-Como sea.
Me dejé caer en mi silla, sabía que esto no estaba bien. Sentía como si acabara de cometer el peor error de mi vida. Homero me invitó a cenar a su casa, para darle la noticia a la familia sobre la boda, tendría que enfrentar a Merlina y ese pensamiento hacía que mi corazón doliera y se excitará.
-Pasa, pasa hija-dijo el hombre con amabilidad, ¿desde cuando tanta confianza?-Te ayudo con el abrigo.
Le entregué mi abrigo, escuché la televisión de la sala y risas provenientes de ahí, seguí al hombre por el pequeño pasillo hasta el lugar ya conocido por mí. Margaret, la abuela, Pericles, Morticia y Merlina estaban disfrutando de un momento en familia mirando un programa de comedia en la televisión. Sonreí al ver la sonrisa de Merlina, pero cuando esta me vio su sonrisa desapareció.
-Enid, hija, cuanto tiempo sin verte-Margaret fue la primera en saludarme
-Abu Maggie ¿Cómo está?
-Aquí haciéndome más vieja cariño, anda siéntate-salude a Morticia y a Pericles- ¿A qué debemos tu visita?
Mire al hombre, él miró a su hija quien rodó los ojos y se levantó del sofá para desaparecer por un pasillo.
-Enid está aquí mamá, para pedir la mano de Merlina en matrimonio- cuando dijo eso, todos jadearon de sorpresa y me miraron
-Sé lo que están pensando...
- ¡Me alegra tanto oír eso! Pensé que no viviría para verlas juntas. Se veía tanto su amor de joven y ahora ya han pasado diez años
Mire sorprendida a Maggie, acaso no sabía que su nieta, aún menor de edad que todavía no se graduaba de la preparatoria se casaría. Con una mujer mayor que ella por cinco años y aparte rica. Cuando Merlina regreso a la sala me puse de pie:
-¿Podemos hablar primero? -ella asintió y me guio hasta su habitación, nunca antes había estado en ella y a pesar de ser pequeña estaba muy bien ordenada tenía cuadros por todas las paredes que seguro había pintado ella y lienzos en blanco en una esquina arrinconados junto a su material-Tu padre...
-Aceptaste ¿por qué? -note el cambio en su voz, ella se cruzó de brazos como tratando de protegerse a ella misma.
-Le hice firmar un acuerdo, pero necesito saber si estás de acuerdo. Merlina yo lo que menos quiero...
-¿Sabes que el dinero que le prestaste es para pagar sus deudas de juego?-asentí-Él jamás te podrá pagar la cantidad que le hubieras prestado y sabes, comprarme es algo que pensé que jamás harías, porque es eso lo que has hecho, me has comprado Enid. No le has prestado ningún dinero, el me puso en venta como ganado y tú has aprovechado la oferta.
-Te equivocas, yo lo que menos quiero es que lo veas así, entiende que tu padre es capaz de ofrecerte a alguien más. Se que es por una deuda de juego y lo que menos quiero es que tú y tu familia corran peligro, créeme que si no hubiera pensado en ustedes no habría aceptado...
-Ten.
Callo mis palabras extendiendo su mano y dejando ver una cajita de terciopelo negro, la tome revelando el contenido dentro de ella, un hermoso anillo de oro con un zafiro en el centro acompañado de dos pequeños diamantes.
-Era de mi abuela, me lo dio cuando cumplí quince. Ahora es tuyo-Merlina se acercó a la puerta y la abrió caminando de vuelta a la sala, no habíamos terminado de hablar
-Es hermoso-le dije, dudé en darle un beso en la mejilla o no. Pero al final no hice nada, mejor busqué en mi saco. Le di la cajita de terciopelo, ella lo abrió revelando el anillo que había elegido para ella, un aro de plata con pequeños diamantes incrustados.
-Mira papá, cuántos diamantes –escuche la risa de todos ante lo dicho por el menor de los Addams, pero a mí solo me importaba la opinión de uno
-Gracias Enid es hermoso-se lo puso en el dedo correspondiente al igual que yo
-Bueno, la cena está casi lista. Tenemos que celebrar eso-dijo Morticia-Nunca pensé que mi bebé se casaría tan joven.
Todos sonreímos, menos Merlina. Que tenía la mirada seria, sabía que la pelinegra era de pocas palabras y nula expresión, pero esta vez sabía que era por la situación que decidía no opinar y guardar sus comentarios para después.
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Mi Hermoso Pago (Wenclair g!p)
AcakLlegó a un callejón donde se vio rodeado sin salida, de una camioneta 4x4 negra blindada salió un hombre escoltado por tres más de traje Gucci. -Homero, Homero. Ya no tienes a donde correr-habló el hombre, riendo con gusto. Siempre era para él un pl...