Prisionero

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 Al momento de caer prisionero Dreiner era llevado por el bosque hacia el pequeño campamento que los noxianos habían montado en medio del bosque cercano a las lomas de las montañas, el príncipe no sabía qué tan lejos se encontraba de sus compañeros de la vanguardia, ya que desde que lo tomaron como prisionero hasta el momento en el cual estaban llegando al campamento habían pasado un par de horas y el atardecer se comenzaba a notar en el oeste. Dreiner poco a poco aumentaba su respiración y comenzaba a sudar de su espalda, el nerviosismo aumentaba cada vez mas y mas a medida que llegaban al campamento, iba atado de manos detrás de su espalda, y simplemente lo llevaban empujando detrás de él, en donde se encontraba Draven sosteniendo el peto de la armadura mientras caminaba sin decir ninguna palabra y manteniendo la mirada completamente seria y sin emociones.

 En más de una ocasión el príncipe intentó zafarse para escapar pero era rapidamente detenido por el ejecutor quien con un solo tirón lo devolvió a su sitio y continuaban su marcha, algunas veces tropezaba y caía a la tierra, pero nuevamente era levantado violentamente por Draven para ser empujado de nuevo al camino, aquello en más de una ocasión retraso a la tropa he hizo que más de un soldado se acercara para golpear al príncipe en el suelo, pero cuando eso sucedía el ejecutor lo apartaba con un solo gesto y una mirada de enojo, y solo repetía lo mismo de siempre para seguir caminando. Tras unos minutos de pura caminata en el bosque en medio de grandes árboles y arbustos frondosos llegaron a un campamento en medio de sector llano en el cual se presentaba distintas tiendas repartidas a modo de círculo que rodeaban distintas hogueras colocadas en una hilera por todo el largo, las tiendas si bien estaban colocadas de forma que se podría desarmar rápido y de forma fácil, estos estaban formados de tal forma que podían permitir el ingreso de varios soldados al mismo tiempo sin problema.

 Al momento de llegar notaron que al igual que ellos otro grupo de noxianos llegó al campamento al mismo tiempo, estos rápidamente se juntaron con sus compañeros y se mezclaron por el campamento, sin embargo al igual que ellos también tenían prisioneros que no lograron reunirse a tiempo con los demás de la vanguardia en la retirada y estaban encadenados uno tras de otro. Al momento en que estos fueron detenidos y puestos en una fila de rodillas notaron la presencia de Dreiner en el campo (quien al igual que ellos lo formaron de rodillas al igual que la tierra) y no pudieron ocultar su sorpresa al ver su rostro creando una imagen muy intrigante para los noxianos. Dreiner por su lado al ver el rostro de sorpresa junto con una halo de furia y miedo por parte de sus compañeros, únicamente se limitó a bajar la mirada avergonzado sintiendo una humillación terrible, le había dado la razón a su padre, le había fallado a sus compañeros de armas, le había fallado a Valeria... Le había fallado a su madre.

- ¿Bien que tenemos por aquí? - uno de los soldados que por su vestimenta parecía ser un capitán habló recorriendo a los prisioneros y deteniéndose frente a Dreiner -. Pero si es el niñito de papi.

 Todos los noxianos comenzaron a reír por el comentario en burla al príncipe, mientras comenzaban a rodear a los prisioneros, Dreiner observaba alrededor pensando que pasaría a continuación, los demás demacianos al igual que el príncipe respiraban con miedo nerviosos por ser prisioneros del imperio más sanguinario de todos. Draven por su parte solo se sentó en un tronco y se limitó a observar en silencio, completamente serio, algo que para más de un soldado (incluyendo Duk) llamó la atención.

- Tienes algo que decir niño - volvió a hablar el capitán, con nula respuesta del príncipe -. ¿Qué te pasa, acaso te comieron la lengua las ratas? - el capitán quiso acercarse a Dreiner para tomarlo del cuello y seguir con su amenaza, pero justo antes de eso sintió como Duk le tocaba ligeramente el hombro apartando al capitán con una simple mirada.

 Se paseo por los demás prisioneros observándolos detalladamente, no eran demasiados por lo menos unos cuatro sin contar a Dreiner, todos temblaban del miedo ante la presencia del general, y este mismo no tardó en notar la atención que le daban al príncipe y no pasó por alto la extrañeza que transmitieron al momento de verlo por primera vez.

Legados (Secuela Fuego y Agua)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora