Dentro del palacio real la mayoría de las casa nobles y grandes capitanes del ejército se encontraban rumbo al palacio, más concretamente a la sala real, todos había recibido la noticia de que un gran concilio se llevaría a cabo dentro de unos minutos, el tema a tratar era de sobra conocido. Todos hablaban los nobles entre sí mientras se encontraban en los anchos pasillos del palacio, algunos estaban curiosos con respecto a lo que hablaría el rey, otros simplemente hacían oídos sordos a la habladurías de los señores que no estaban del todo enterados con la situación del príncipe, y simplemente caminaban de forma apresurada hacia el palacio en donde el Jarvan IV estaba esperando sentado en su trono. A su lado izquierdo estaba Elan de pie con una postura firme y las manos cruzadas atrás de su espalda, al lado derecho del rey estaba el trono real perteneciente a la reina, este se encontraba vacío, debido a que la condición de Sona aún no parecía mejorar.
La sala poco a poco comenzaba a llenarse, la expectación por las palabras del rey quien observaba toda la sala con una mirada completamente seria, el ruido de las voces de los nobles hablando entre sí poco a poco comenzaba a ganar más notoriedad mientras que los guardias reales custodiaban cada entrada y mantenían una vigilancia tal fijándose en que dentro de los asistentes no hubiese ningún espía que lograra escuchar los planes del rey para una situación de emergencia, en la sala no habían platos con cócteles ni nada de parafernalias como en eventos más festivos, esto desconcertó a algunos nobles los cuales únicamente asistían a eventos de esta índole (a los demás les dio igual). Cuando todos los miembros de la nobleza se encontraron en la sala los guardias que custodiaban las entradas cerraron las puertas y se mantuvieron en posición, todos comenzaron a guardar silencio a medida que en el lugar del trono real se escuchaban ligeros golpes de una vara de metal contra el reposabrazos del asiento, atentos a lo que diría su majestad.
- El rey de demacia tomará la palabra - dijo Elan con una voz grave y autoritaria ganándose la atención de todos los presentes en la sala.
Jarvan, cabildo por un momento, tras eso decidió levantarse para adoptar una postura más cómoda para que le escucharan, la tensión se sentía dentro de todos los presentes y el rostro del rey reflejaba un estrés controlado pero tenso a la vez.
- Supongo que no debo de decirles la razón por la cual los convoque a este concilio.
Todos se quedaron en silencio, algunos asienten y otros bajaban la mirada como si quisieran contestar a las palabras de su majestad pero absteniéndose de hacerlo por temor a una represalia.
- Eso pensé - volvió a hablar Jarvan -. El imperio noxiano ha vuelto a colocar sus ojos en nuestro reino, hace unos días hemos logrado rechazar un avance noxiano... Aquello nos trajo varias bajas - el rey bajó la mirada por unos instantes -. He de reconocer mi error, me he relajado estos años en los cuales los noxianos no nos estuvieron invadido, yo mismo daré mis condolencias a las familias de los soldados que perecieron en aquella batalla.
Algunos nobles bajaron la mirada mostrando un rostro que reflejaba pena, ya que parte de sus herederos perecieron en aquella campaña, la noticia de su muerte le llegó como un punzón que les atravesaba el pecho.
- Sin embargo, ese no es el tema del cual quiero tratar el día de hoy - el rey hizo una leve pausa aclarando su garganta e intentando omitir algunos detalles posiblemente perjudiciales -. Mi hijo mayor Dreiner se encontraba dentro de la tropa, lamentablemente en medio de la batalla fue capturado por los noxianos... Se que muchos de los nuestros han sido capturados en batalla o han caído por los enemigos, pero esto es un inicio para que aquello no vuelva a suceder.
El murmullo dentro de la sala no se dio a la espera, todos los presentes hablaban entre sí en relación a lo que había dicho Jarvan, la mayoría de los nobles se encontraban de acuerdo con lo que les decía su rey, la mayoría de ellos eran capitanes respetados y veteranos quienes se habían enfrentado a los noxianos durante gran parte de su vida y se encontraban cansados de todas las atrocidades y avances que les daba el imperio, los demás se encontraban un tanto dudoso eran jóvenes quienes solo habían escuchado de los noxianos por historias de sus padres sin tener una experiencia real con ellos, pero no estaban del todo en desacuerdo con las palabras que habían escuchado, aunque no les agradara del todo Dreiner, sabían que un prisionero de tal magnitud en manos enemigas era algo malo para el reino. Jarvan y Elan se observaron el uno al otro mientras la discusión seguía su curso, el rostro del rey se mantenía serio mientras que el del capitán se encontraba más relajado pero manteniendo la postura por la situación, al parecer no tendrían objeción alguna por parte de la corte para poder actuar, ahora solo tendría que discutir el qué harían y cuales serian las mejores estrategias para que el honor de Demacia no se vea comprometido nuevamente por los noxianos.
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Legados (Secuela Fuego y Agua)
FanfictionHan pasado veintiún años desde los eventos de fuego y agua, las cosas en el continente de valoran han cambiado en el trascurso de esos años. Pero algo se ha mantenido, la rivalidad entre el reino de Demacia y el imperio Noxiano ha tomado un rumbo en...