Legados (Secuela Fuego y Agua)

La vanguardia

- ¿A qué te refieres con trifarianos? - pregunto Dreiner.

- Pregúntale a nuestro padre - respondió sin más su hermano.

 Anatar dio media vuelta y continuó con su camino hacia la biblioteca real, Dreiner por su lado se quedó perplejo cuando escuchó aquella frase de su hermano, ¿Por qué él no fue informado sobre aquello?, ¿Por qué él no fue llamado a la reunión?, a pesar de no tener un alto rango en la vanguardia valerosa el príncipe siempre debe estar presente en las reuniones de estrategia que tenían los capitanes con el rey (o eso había escuchado de su padre una vez), confundido de lo que debía hacer comenzó a pensar, estaba en bata y el sabia que presentarse así significaba en un reproche de su padre, pero igualmente si una reunión se estaba llevando a cabo a esas horas significaba que era algo de emergencia he importante, no sabía mucho de los trifarianos, había escuchado sobre el imperio noxiano pero todo muy por lo bajo o eran cosas no tan específicas, sabía que eran peligrosos y muchos les tenían miedo, también sabía que antes de que él naciera una cuadrilla había secuestrado a su madre lo que convertía esto un posible ajuste de cuentas, pero no sabía hasta qué punto que clase de amenaza podrían representar para el reino.

 Sin pensarlo más abrocho bien su bata y se dirigió al salón real en donde se estará realizando la reunión, pensaba en lo que podía estar ocurriendo en aquel momento si lo que había escuchado era cierto, esos trifarianos comenzaban a acercarse al reino quemando y saqueando todas las aldeas libres que se encontraban de camino a Demacia. Llegó a la sala real, ahí en medio del gran salón observó el lugar en donde se encontraban cinco puertas ordenadas en una fila dirigiéndose respectivamente a la que se encontraba en medio (la sala de reuniones), y sin tocar la puerta de forma sorpresiva ingreso a la habitación encontrándose con lo que decía su hermano menor.

Una reunión se estaba llevando a cabo dentro de la misma, ahí se encontraba su padre junto con Elan el capitán de su tropa en la vanguardia, como también distintas capitanas de tropas de otras divisiones, el lugar se encontraba repleto de mapas de todo el reino de Demacia, tanto del reino entero como de las ciudades y aldeas que la componían (desde las fronteras con Targon, hasta los pueblos del Freljord), todos los mapas estaban desordenados y esparcidos por doquier, en la mesa central se encontraba un gran mapa que abarcaba todo el continente de valoran, marcado con distintas rutas tanto comerciales como también alguna que otra improvisada que podría ser útil para el ejército.

 Todos estaban rodeando la mesa y hablando entre sí sobre cuál sería la estrategia perfecta, y cuando Dreiner abrió la puerta y se hizo ingresar, todos rápidamente se voltearon y observaron a la entrada en donde el príncipe se encontraba de pie completamente serio.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - preguntó el rey molesto por la interrupción de su hijo.

- ¿Una reunión de la vanguardia con el príncipe que pertenece a la misma? - dijo Dreiner desafiante a su padre -. Tengo derecho a estar aquí como los demás.

 Jarvan se acercó a Dreiner y lo tomó con fuerza del brazo y ambos salieron de la habitación, el rostro del rey reflejaba una furia bastante notoria, y sabían que lo que se venía ahora era una discusión entre ambos.

- Dime, ¿Qué pretendes? - dijo furioso al momento de estar afuera de la habitación, intentaba no gritar para no pasar más vergüenza -. Vienes aquí en bata así como así y interrumpes una reunión de la vanguardia...

- Reunión que se hace a mis espaldas - dijo el príncipe igualmente enojado por lo que acababa de hacer Jarvan -. Tu lo dijiste padre, el príncipe debe estar presente en las reuniones importantes y al parecer esta es una reunión importante. Ahora me dirás que es lo que ocurre.