𝐒𝐊𝐀𝐈𝐑𝐈𝐏𝐀 | ❝ Se cuentan algunas leyendas, algunos se convierten en polvo o en oro, pero me recordarás ❞
𝙇𝙖 𝙘𝙤𝙨𝙚𝙘𝙝𝙖 se realiza cada año teniendo lugar en los 12 distritos de Panem. Se elige al azar el nombre de un hombre y una mujer...
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⚔️: un voluntario y una elegida ───────────────
Cuando Ontari se estaba enseñando a escalar tan siquiera las tablas que soportaban el granero, cayó de espaldas sobre una de las pilas de heno lo cual amortiguó su caída, pero el hecho de haber pisado mal y de ser llevada por la gravedad directo al suelo hizo como si el impacto contra tal amortiguador la dejase sin aire en los pulmones, tardando cierto tiempo en poder hacerlo de forma regulada.
Y de esa forma, sentía la imposibilidad de respirar otra vez. Tanto ella como su hermano estaban completamente aturdidos, el nombre soltado por la mujer hacía eco en su mente.
No podía ser posible.
Ontari tenía un boleto entre miles de su Distrito, sus posibilidades de ser elegida eran escasas, y era algo por lo cual Rowan llegó a preocuparse tanto por ella. En ese preciso momento el joven se cuestionaba si no había hecho lo necesario, lo posible, para que su pequeña hermana no fuera un tributo.
La multitud murmuraba con tristeza, como se solía hacer cada vez que salía un elegido de doce años; a nadie le parecía justo. Algunos que llegaban a distinguirla se dieron la vuelta para verla, incitando a Ontari en moverse.
—¿Dónde estás, linda? No mordemos —habló Venka, para después reír— Ven al centro.
Tragando en seco, con sus extremidades temblando hasta que en algún momento pierda el equilibrio y caiga al suelo. Ontari daba pasos saliendo de las sillas hasta dar con la puerta que la llevaría al centro de aquella Plaza.
Un nudo se había formado en su garganta al ver a los cuatro agentes de la paz acercándose a ella cuando apareció en las escaleras, es ahí cuando levantó la mirada buscando a su hermano mayor y ambos compartieron una mirada de pesar. Rowan se ofrecería como tributo por ella, pero era hombre.
Soltando un suspiro y evitar soltar en llanto, centró su vista en la mujer enviada del Capitolio mientras daba cortos pasos hasta llegar con ella. Una vez que se posó al lado de Venka Drogmat, observó los rostros de pena que se veían reflejadas a todos los ciudadanos, la mayoría la lograba ubicar por su hermano y la granja que tenían.
—¿Cuántos años tienes, pequeña? —Venka se dirige a ella con dulzura, rompiendo el duro silencio que se mantenía entre las personas. No aplaudían, no reconocían a su posible vencedora, solo expresaban su desacuerdo en silencio, la forma en que todos los Distritos decían que no estaban de acuerdo de forma segura—
—12 —respondió en voz baja, pero gracias al micrófono se escuchó fuerte—
—¡Que emocionante tener a un tributo joven! —exclama, mientras acomoda su ropa y abraza por los hombros a la menor— Pero todavía queda más emoción. Y ahora llegamos a conocer a nuestro tributo masculino —se dirige a la urna de los chicos y con una mano sacó el primer papel que encuentra, vuelve rápidamente al podio para leerlo al instante— Rowan Kyning
