LA BURLA DE MIS AMIGOS.

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-¿Enserió hice todo eso?- pregunté avergonzada.

-Sip- respondió con una sonrisa en sus labios.

-Ethan, el padre de su bebé- bufó Robert entre risas.

-De verdad, no paraba de abrazarlo y de besarlo.

Los dos comenzaron a reírse escandalosamente de mí,  las gradas no eran un excelente lugar para burlarse, algunos nos observaban como si de locos se tratara. Miré a Ethan que jugaba en la cancha y a los locos que se reían de mí.

¿Fue posible que hice el ridículo?

-Chicos, paren de reír, seguro no se acuerda- dije dándole esperanzas a mi pensamiento.

Los detuvieron sus carcajadas y luego se vieron las caras, se burlaron aún peor.

-Obvio que se acuerda, no bebió ni una copa. Además también llamó a tu celular por la mañana preguntando por ti.

Mierda, si lo recordaba.

El partido acabó y me retire de las gradas con la intensión de llegar al comedor. Mis amigos estaban conversando más atrás, yo tenia prisa.

-Azul- escuché,  era la voz de Ethan, seguí caminando fingiendo que no lo escuché.

Tomó mi brazo obligándome a verlo.

-No me llamó Azul- solté nerviosa.

-¿Ah si? ¿Cómo te llamas?- me quedé en silencio pensando en un nombre, se escuchaba las risas de Robert y María, y el imbecio me sonreía.

-¿Cómo estás?- preguntó.

-Bien, muy bien.

-¿Segura? Creo que te hace falta Denise- bufó.

Escuchaba las carcajadas ruidosas de mis amigos.

-¿Quién es Denise?- me hice la desentendida.

-Nuestro bebé,  o eso dijiste.

Si se acordaba.

Llego el rubor a mis mejillas.

-Puedo hacerte todos los bebés que tu quieras princesa- me sonrió.

-Primero muerta, antes que fallar contigo- solté.

Comencé a caminar a paso rápido dejándolos atrás, unas lágrimas caían de mis ojos con sentimiento.

¿Cómo pude hacer el ridículo con ese presumido? Fue la pregunta que más rodeo mi mente.

Camine al baño apresurada, veía mis lágrimas a través del espejo, mi rostro completamente rojo, mis lentes empapados. En medio del reflejo se apareció Ethan con una sonrisa muy linda, se apresuró a mirarme, y a tocar mi cabello.
Yo no quería verlo, estaba avergonzada.

¿Qué hacía ese imbecil en el baño de chicas?

-¿Porqué lloras?- me susurró llevando sus manos a mi cintura.

Tenía unas manos enormes, permanecían tibias.

-¿Porqué no me dejas tranquila?- le reclamé viendo su reflejo en el amplio espejo.

-Ni es necesario que llores, solo te jodia un rato. Sé perfectamente que estabas drogada y alcolizada- dijo acariciando mi cabello, aun con sus manos rodeando mi cintura- Yo no quería aprovecharme de la situación para besarte, pero tú me insistías.

Es cierto, yo insistia.

-Por favor vete, pueden vernos.

-¿Qué patán crees que soy para dejarte en el baño llorando?

Uno parecido a Liam...

Apreciaba atraves del espejo como metía sus manos en mi camisa, pensándolo mejor sus manos estaban heladas al tocar mi tibio abdomen.

-¿Porqué me evitabas?- lo escuché.

No le respondí,  solo deje que acariciara mi abdomen mientras olfateaba mi cabello.

-Juro que no quiero lastimarte- habló llevando su vista al espejo, viéndome desde alli- Eres la primera diferente,  puedo entablar una conversación contigo, reírme, enojarme,  y fallar no es mi prioridad cuando estoy a tu lado.

Empezaba a abrirse conmigo.

¿Cómo decirle que es parte de mi venganza?

Sus manos iban subiendo cada vez más dentro de mi camisa. Fue luego que saco sus manos y me hizo girar a verlo, quedamos rostro a rostro. Me levanto y me coloco en el mérito frente al espejo, mientras toqueteba mis piernas.

Acercó su boca a la mía y la beso suavemente tirando de mi camisa hacia arriba. Llevo sus manos a mi rostro y quito mis lentes dejándolos a mi lado, encima del muro del que yo estaba sentada.
Estando sin camisa frente a él me sonrió al verme así, me acaricio el rostro un par de veces hasta llevar sus manos a mi cabello donde estremeció sus largos dedos.
Yo por mi parte me dispuse a quitarle su camisa, quería ver su pecho desnudo. Este era el completo paraíso,  resaltaba sus músculos ( no tenía tantos, pero tampoco nada, como me gustan). Pose mis manos en su pecho, estab sudado, sin embargo tocarlo era como una canción para mis oídos. Sentía su vista clavada en mi, en cada movimiento que ejercía, aunque mis manos recorrían su pecho me detuve en su cadera al notar el nombre Thesa tatuado, acaricie suavemente sin atreverme a preguntar.

Alzó mi mentón ejerciendo fuerza, me plantó un húmedo beso en mi cuello que me hizo cosquillas, causando que riera.

Me daba cuenta de como me observaba: Con deseo, sus pupilas estaban dilatadas. Llevo sus manos hasta mis piernas y las abrió suavemente introduciendo su gran cuerpo dentro de ellas. Sentí un escalofrío al sentir sus manos en mi sujetador.

-Desde hace tiempo deseo con verte las tetas- soltó en un susurró.

Lo iba a desabrochar.

No puedo.
No puedo.
No puedo.

- No lo hagas- salio de mi boca apreciando sus ojos, aparte mi cuerpo del suyo.

Me levanté del muro recogiendo mi camisa del suelo y mis lentes.

- Nos vemos luego- me despedí plantando un beso en su mejilla, me coloque de puntillas al dárselo.

Me coloque la camisa y salí.

No sé de dónde saqué las fuerzas, pero pude librame.

"-Juro que no quiero lastimarte."

"-Eres la primera diferente."

Algunas de las palabras que Liam me repetía con frecuencia.

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