¿EL DESTINO?

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Según Azul.

El polideportivo se queda pequeño con el montón de personas que hay. Tuvimos que dividir ésta pequeña cancha en dos; en una parte de las gradas se sientan los estudiantes de Cartie y en la otra nosotros.

Cada honda su escudo universitario, esque ésta en el pecho de la camisa de los deportistas y de las porristas.

Desvío mis ojos a las porristas de cada esquina, la falda corta que por poco cubre sus muslos, las dos coletas que llevan a los lados, así como si fueran de inicial, y la blanca camisa que lleva el color representativo.

Payter: Verde.

Cartie: Rojo.

El sonido del pito me hace llevar los ojos a los típicos futbolistas que ahora están todos como grupo.

Dominik, Carlos, Christofer, salen con una brisa que impacta, me canso de verlos y miro a la primera figura masculina que toma el balón, lo coloca en el suelo sin dejar de sostenerlo y lo lanza a sus compañeros al escuchar el pito que indica el comienzo.

¿Cómo pensar que él está tan fuerte y a mí aún me duele mi cuerpo al sentarme?

Mis ojos solo lo ven a él, en como juega, en la manera que se llena de cólera cuando lo golpean.

-Joder, estás que babeas.

Oigo a María y giro nerviosa.

-Claro que no- niego ofreciéndole el ceño.

Por la forma en la que me sonríe es evidente que no me creyó.

Y es que ni yo me creo.

La barra que forman las porristas en señal de apoyo es entendida, esos giros que dan en el aíre, como bombean los frondosos pompones verdes muestran un claro ejemplo que los futbolistas toman a favor.

En menos de lo que creí, Cartie obtiene el primer punto, esto hace que los futbolistas de Payter se enojen, incluso, desde está distancia apreciaba a Ethan irritado.

Los estudiantes de Cartie aplauden, hacen tantas cosas que solo provoca que Payter abuchee.

Según Ethan.

Tiro el maldito casco y me seco el sudor de la frente mientras los oigo celebrar a mi lado.

Nos reúnen, nos dan palabras de ánimo y nos hacen volver a la cancha.

***

Según Azul.

A solo 2min. de terminar el partido, Payter logra empatar.

Verlo correr por la cancha, hacer el ridículo cuando hace muecas a otros y el servicio cargado por los demás me hace sonreír.

Esa sonrisa fue desaparecida al presenciar como se quita la camisa descubriendo su plano abdomen, la lanza en lo que parece ser mi dirección. La tomo con sorpresa y veo como su apellido se refleja en la parte trasera.

Wilson.

Llevo mi vista a él escuchando gritos de la multitud, pero me detengo en Ethan, me dedica una cara imposible de olvidar.

***

mejorando- dijo soltando una mueca

¿Mejorando? Coloque todos mis esfuerzos para que me diga eso.

Cierra la tesis y con eso entiendo que revisará a detalle luego. Me despido de la odiosa profesora, camino y abro la puerta.

Mi respiración se acelera al verlo esperando frente a la puerta. Todo su rostro me sonríe, pero solo me fijo en que su ajustado pantalón resalta el tamaño de su poll4.

Nuestro Secreto- 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora