LUGAR DEL DESASTRE.

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Según Ethan.

Domingo por la tarde y no me atrevo a salir de casa. Solo pude ducharme y completar una que otra tesis. Almorcé en mi habitación cuando en mis pensamientos apareció Azul, sonreí como idiota al recordarla.

¿Qué mierda me sucede?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la persona que menos quería ver.

-Ethan- dijo Liam abriendo la puerta.

-¿Qué haces aquí?- alce una ceja. Aunque fuéramos primos nuestra relación no era plena, y todo eso había sucedido con algunas situaciones del pasado.

-Vengo a invitarte a salir, saldremos un rato al club.

- ¿Quiénes irán?- pregunté sin ánimos.

-Todos los chicos del fútbol, Lili y yo.

-¿Quién es Lili?

-Salgo con ella, ya sabes, solo sexo.

-No podré ir, tengo planes- mentí.

-Bueno, si cambias de opinión, me llamas.

Suspire con fastidio al verlo cruzar la puerta.

Tuve ganas de pasarla con mi odiosa favorita.

¿Llamarlo? Yo iba a llamar, pero a otra personita.

-¿Hola?- contestó ella a través de Ilamada.

-Hola princesa de mi corazón-le dije para cabrearla.

-¿Qué quieres?- soltó con simpleza.

-¿Estás libre hoy?

Dime que si.

Dime que si.

Dime que si.

-No, estoy ocupada en casa.

-¿Y qué cosa es más importante que yo?

-Si vas a comenzar con tus comentarios
ególatras y sin gracia, puedes...

-Ok, ok, pero ¿Qué haces?

-Estoy cuidando a mis sobrinas.

-¿Espera? Nuca me dijiste que tuvieras sobrinas.

-Nunca preguntaste. Disculpa, pero ni puedo salir, soy la única en casa- y tan pronto lo dijo me colgó.

¿Sobrinas?
Tenía que averiguarlo.

*****

Toqué la puerta de su casa que por cierto era más pequeña que la mía.

-¿Quién eres?- la puerta la abrió una niña con menos de cinco años.

Si era verdad.

-Hola pequeña, vengo por tu tía, Azul.

Una niña muy linda, pero muy distinta a su tía.

-TIAAA Azul- gritó extrañada.

Azul corría con desesperación.

-Te busca tu novio- le dijo la pequeña cuando estaba frente a nosotros.

-No es mi novio -habló sonrojada- ¿Qué haces aquí?- preguntó en mi dirección.

-Vine a ver si era cierto.

-Es tarde- me recordó- Vamos Sophi, a la habitación.

Caminaron y yo las seguí, ingresaron en una habitación  más grande, las paredes eran oscuras y al contrario de la suya no tenía póster. Me fije que la niña sostenía algo en sus pequeñas manitas.

Nuestro Secreto- 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora