Capítulo 15

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Tommy irrumpe en la habitación con una determinación que no pasa desapercibida. Observo cómo se acerca, su rostro reflejando una mezcla de dolor y resolución. Sus palabras son como un puñal en mi corazón.

— Evan — comienza con voz temblorosa pero firme, — sabes que te amo. Me encantaría luchar más por nuestro amor, pero no puedo ignorar la verdad. No puedo vivir así, no eres completamente feliz, y lo sé porque tu felicidad está al lado de Eddie.

Mis entrañas se retuercen ante sus palabras, tratando de encontrar sentido en lo que está diciendo. — Tommy, yo te amo — confieso, luchando por mantener la calma. — No entiendo.

Suspira, una lágrima solitaria deslizándose por su mejilla, y sus palabras golpean como un martillo en mi pecho. — No hay problema, Buckley — dice con una resignación que me hiela hasta los huesos. — Te dejo libre para que puedas vivir tu historia de amor con Eddie. Es lo mejor para ambos — me quedo sin palabras, mi mente luchando por procesar lo que acabo de escuchar.

Me encuentro sentado en un rincón de la estación, con el peso del mundo sobre mis hombros y las lágrimas desbordando mis ojos. La desesperación me envuelve, ahogándome en un mar de angustia y confusión.

De repente, siento una presencia a mi lado y levanto la vista para encontrarme con Ravi, quien me observa con preocupación. Su gesto compasivo me reconforta de alguna manera, pero sé que mi tormento es demasiado grande para ser aliviado por unas simples palabras de aliento.

Hen se une a nosotros, su mirada comprensiva reflejando el dolor que también lleva en su corazón. Su presencia me reconforta de alguna manera, recordándome que no estoy solo en este momento de desesperación.

— Estamos aquí para ti, pase lo que pase — me asegura Hen, su voz resonando en mi alma agitada.

Estoy aquí, frente al teléfono, marcando una y otra vez el número de Tommy, pero no hay respuesta. Cada vez que envío un mensaje, solo recibo un silencio helado a cambio. Me siento abandonado, como si todos los que amo me estuvieran dejando atrás.

No sé qué hacer. No sé cómo enfrentar esta sensación abrumadora de soledad y desolación. ¿Cómo puedo seguir adelante cuando siento que el mundo entero me está dando la espalda?

En medio de mi angustia, Bobby se acerca a mí con una expresión comprensiva en su rostro. Su presencia es como un bálsamo para mi alma herida, un recordatorio de que no estoy solo en esta lucha.

— Buck, escucha — me dice Bobby, su voz tranquila y reconfortante. — Sé que esto es difícil para ti, pero tienes que entender que Tommy no se fue para lastimarte. Lo hizo porque cree que serás más feliz si le das la oportunidad de buscar a tu verdadero amor.

La noche cae sobre la estación, y con ella llega una sensación de pesadez que parece aplastarme. Salgo del edificio, y el aire fresco de la noche apenas logra aliviar el peso que siento en el pecho. Cada paso que doy parece llevarme más adentro de una oscuridad emocional que me consume.

Me detengo un momento, observando el paisaje urbano ante mí, pero mis ojos no logran enfocarse en nada concreto. Mis pensamientos están en otro lugar, atormentados por la verdad que finalmente he aceptado. Amo a Eddie, más de lo que nunca hubiera imaginado, pero también sé que este amor es una carga que debo llevar en soledad.

El dolor se hace más intenso con cada respiración, recordándome la realidad de mi situación. Eddie puede que nunca me vea como yo lo veo a él, y ni siquiera estoy seguro de que se sienta atraído por hombres. Pero, aunque duela, debo aceptar esta verdad y encontrar una manera de seguir adelante.

Con pasos pesados, me dirijo hacia mi coche, sintiendo el peso del mundo sobre mis hombros. Sé que el camino por delante será difícil, pero debo enfrentarlo con valentía. Quizás algún día encuentre la paz en medio de esta tormenta emocional, pero por ahora, solo puedo aferrarme a la esperanza de que algún día las cosas mejorarán.

Esa noche, al llegar a casa de Eddie, no pude evitar que mi rostro reflejara la tormenta emocional que estaba experimentando. Mi mejor esfuerzo por ocultar mis sentimientos fue en vano, ya que Eddie notó de inmediato que algo no estaba bien. Su mirada comprensiva me atravesó, y su voz suave rompió el silencio que me envolvía.

— ¿Qué pasa, Buck? — preguntó, con una mezcla de preocupación y ternura en su tono.

Me senté a su lado, luchando por encontrar las palabras adecuadas para explicar lo que estaba sintiendo. Quería contarle sobre mi conversación con Tommy, pero el miedo a su reacción me mantenía callado.

— No es nada, Eddie. Solo... fue un día difícil en el trabajo — respondí, tratando de desviar la atención lejos de mí.

Pero Eddie no se dejó engañar tan fácilmente. Con una mirada penetrante, insistió en que compartiera mis preocupaciones con él. Me recordó todo lo que había hecho por él en los últimos tiempos, y cómo ahora era mi turno de permitir que él estuviera allí para mí.

Sus palabras me golpearon profundamente. Durante tanto tiempo, me había aferrado a la idea de que debía ser fuerte y mantenerme firme para apoyar a Eddie en su camino hacia la recuperación. Pero en ese momento, me di cuenta de que también necesitaba apoyo, y que no había nada de malo en permitirme ser vulnerable ante alguien que me cuidaba tanto. Con un suspiro, dejé caer la fachada de valentía que había mantenido durante tanto tiempo y permití que las lágrimas brotaran. Eddie me envolvió en un abrazo reconfortante.

En la cocina, el ambiente estaba cargado de una extraña tensión mientras Eddie y yo compartíamos un momento de tranquilidad. Eddie me pasó un vaso de agua, y mientras lo tomaba, sentí que mis manos temblaban ligeramente.

—Eddie... —comencé, buscando las palabras adecuadas para expresar lo que había sucedido—. Tommy... terminó conmigo. Se fue.

Las palabras salieron con dificultad, como si cada sílaba pesara una tonelada. La sensación de pérdida y dolor se instaló en mi pecho, haciendo que cada respiración fuera un esfuerzo.

Eddie me miró con comprensión en sus ojos, como si pudiera sentir mi dolor sin que yo tuviera que decir una palabra. Se acercó y puso una mano reconfortante en mi hombro, ofreciéndome su apoyo silencioso en ese momento de vulnerabilidad.

Buddie | Estaré aquí, esperando... hasta que tú me amesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora