𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘵𝘳𝘦𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘥𝘰𝘴

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— ¡Nuggets! —chilló con emoción Winter, cuando las recibió en la puerta

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— ¡Nuggets! —chilló con emoción Winter, cuando las recibió en la puerta. No le dió a Milk ni tiempo de saludarla, cuando se lanzó a sus brazos y se le colgó del cuello. La pelinegra empezó a reírse. 

— Hola, Winnie. —dijo cuándo se separaron finalmente, mientras Milk veía el brillo en aquellos ojos marrones.  

Pero en pocos segundos la niña se separó de la pelinegra, mirándola con el ceño fruncido para luego cruzarse de brazos. Milk sabía que estaba en problemas. Tragó en seco. 

— ¿Qué... qué hice? —preguntó, mirando a Love y Rose, que veían la escena muy entretenidas y se encogieron de hombros. 

Winter la miraba con ojos amenazantes mientras daba golpecitos en el piso con la punta del pie. 

— ¿Por qué no has venido a visitarme, Nuggets? —preguntó acusando a la pelinegra, quien abrió los ojos. 

— Bueno, yo no he podido porque estuve ocupada. —dijo esa vaga excusa mientras se rascaba el cuello, la pequeña diva la miró con los ojos entrecerrados. 

— Pudiste haber venido igual, con mi hermana. —replicó, señalando a Love, y Milk negó con la cabeza. 

— No podía... eh, mucha tarea. 

— Podrías haberla hecho aquí. Mis hermanas te podían ayudar. —dijo haciendo una mueca y Milk no quería que ella siguiera mirándola con enojo. 

— Te extrañé. Te extrañé mucho, Winnie. —dijo haciendo un puchero y la niña volteó el rostro con arrogancia, aunque intentaba contener una sonrisa. 

— Te... te perdono si juegas Play, conmigo. —dijo la condición, la pelinegra sabía que esa niña amaba jugar videojuegos. 

— Jugaré todas las horas que tú quieras. —acordó, acercándose a Winnie y dándole un beso en la mejilla. 

La niña la miró sorprendida, pero luego le dio un ligero golpecito en el hombro. 

— ¡Nuggets, no hagas eso! ¡Sigo enojada contigo! —dijo cruzándose de brazos y rodando los ojos al igual que lo hacía Love, era su copia. 

— Dios, que linda. Eres igualita a tu hermana. —musitó cubriéndose el rostro con las manos, para luego lanzarse a abrazar a la niña, mientras le daba besitos en la panza y ella se reía. 

— ¡Nuggets... no... nooo! —suplicaba riéndose e intentando huir de Milk, pronto reprendería a su pelinegra. 

— ¿Linda?¿A qué hermana te refieres? —preguntó Love cuando se separaron, y Milk sintió un vacío en el estómago, ya que había dicho aquello sin pensar. 

Debía de hacer algo. Piensa, piensa. 

— Pues a quién más. —dijo guiñándole a Rose quien se río en alto y le mostró la lengua a Love, la propia rodó los ojos—. Vamos, Winnie. Quiero jugar contigo. 

𝘙𝘐𝘝𝘈𝘓𝘌𝘚 [𝘔𝘐𝘓𝘒𝘓𝘖𝘝𝘌]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora