𝘙𝘐𝘝𝘈𝘓𝘌𝘚 [𝘔𝘐𝘓𝘒𝘓𝘖𝘝𝘌]

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘷𝘦𝘪𝘯𝘵𝘪𝘰𝘤𝘩𝘰

Mientras esperaba a Love. Después de un rato sintió que alguien la vigilaba y cuando fue a confirmar, cerca del marco de la sala, había asomada una pequeña cabecita castaña, observándola. Parecía querer acercarse y la miraba con los ojos brillantes y repletos de curiosidad, Milk quería hablar con ella. Era muy linda como para no hacerlo.  

— Hola Winie, yo soy Milk una... Mmm, compañera de tu hermana. —dijo un poco insegura, acercándose a la niña, ella no se movía. 

— Me llamo Winter, no Winie. —dijo con la vocecita altanera de su hermana, Milk hizo una mueca y una sonrisa apareció en el rostro de la niña.— Te ves graciosa. 

— ¿Crees que soy graciosa, Winie? —dijo avanzando paso a paso y la niña sonrió, asintiendo.— ¿Te puedo decir así? 

— Si, me gusta. Me hace sentir bonita. —respondió aún con una sonrisa, al ver la manera en que caminaba la pelinegra. 

— Tu eres bonita, Winie. —aseguró la chica y los ojos de Winter parecieron iluminarse. 

—¿Si? —preguntó emocionada y comenzó a acercarse también, llevaba a rastras su osito gris en una mano. 

— Si, lo eres y... ¡ahhh! —pegó un chillido cuando tropezó con la alfombra y cayó de espalda, dándose un golpe en la cabeza. — Ay.— Winter comenzó a reír mientras la pelinegra se sentaba, la niña fue hasta las piernas de Milk y se sentó en su regazo, mirándola con una mezcla de curiosidad y emoción. 

— ¿Te estás riendo de mí, Winie? —preguntó Milk con diversión mientras observaba el rostro feliz de la niña. 

—Si, eres muy tonta. —dijo riendo y arrugando la nariz con una sonrisa. Milk casi se desmaya de la ternura, era la misma expresión que hacía Love. La niña colocó sus dos manitas en cada mejilla de Milk, acercándose. — Tus ojos son un poquito oscuros, pero a veces también muuuuy claros, parecen ojos de pitufos.

Milk sólo pudo reír mientras la pequeña castaña la veía con intensidad, sus ojos eran muy hermosos también, pero no tanto como los de Love. 

— ¿Te gustan? —preguntó y la niña asintió enérgicamente, aun sin soltarle el rostro. 

— A Lovie también le gustan, siempre habla sobre unos ojos que la vuelven loquitaaaa. —dijo canturreando y Milk se ruborizó, Winter comenzó a reírse emocionada mientras aplaudía.— Y eso hace cada vez que papá le dice tu nombre. —dijo refiriéndose al color rojo en las mejillas de la pelinegra. 

— ¿Papá?¿Tu papá me conoce? —preguntó incrédula, con el corazón en la garganta. 

— Nop, pero algún día quiere hacerlo. Pero, yo te conocí primero ¿verdad? —preguntó y la pelinegra asintió, logrando que la niña sonriera más.— Este es mi osito, se llama Cory. —dijo levantando al osito gris, se había sentado aún más entre las piernas de Milk y parecía cómoda, mientras alzaba al peluche.