Post Fiesta

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Sin darnos cuenta nos dieron las doce de la noche en aquel lugar.

Habíamos bailado tanto como pudimos que tuvimos que recurrir a la barra de nueva cuenta, pero esta vez exigimos que nos prepararán lo pedido en nuestras caras.

-¿Ya vas a decirme que paso?- cuestionó el guapo. Se notaba que se lo comía la duda.

-Le pusieron algo a las bebidas anteriores- le respondí lo más seria que pude.

-¿Y piensas que fui yo?- pregunto ahora con voz molesta.

-No lo sé, pero quien haya sido fue por orden de Pandora...esa tipa del demonio- le dije con una mueca de desprecio.

-¡Vaya! al parecer no soy el único al que le cayó mal la niña esa- dijo más sereno.

-La odio, es un dolor de vientre, es una, una...

-Una reina, lo sé- alzó la voz tras de mí.

-Creo que la invoqué- solté divertida y con una pequeña risa. Los tragos con "poco alcohol" que me tome ya empezaban a hacer de la suyas -no puedes evitar salirte del infierno ¿verdad?- le dije ahora a ella sin evitar el reírme.

-¿Estás ebria?...¡Oh por Dios! Hey tú el idiota de la camisa azul ¿Acaso no les dije que no sirvieran tragos a las tontas estas? No vez que solo conocen los licores baratos de su colonia- dijo y logro sacarme de mis casillas.

Sin mucho que perder y tanto que ganar le solté una bofetada; una fuerte que no vio venir. Se tambaleo un poco puesto que ya estaba algo pasada.

Le tire encima el resto de mi bebida, cosa que tampoco esperaba y luego alce la voz para ganar la atención de todos.

-Hey ustedes, todos...¡así se ve una zorra bañada!- grite haciendo énfasis ya imaginan en que palabra -aquí tienen a su gata reina- dije poniéndole en la cabeza un bowl de botana -tu corona reina- le dije botando una carcajada.

-Maydan, vámonos- dijo Cat tomándome del brazo -vamos camina- jalo lo más fuerte que pudo.

Las risas de todos llenaban el lugar. Si, lo sabía, todos alegaban que ella era una diva cuando muy dentro suyo sabían que solo era una regalada.

Hoy había hecho lo que ellos solo soñaban, su fantasía más grande: ridiculizar a Pandora Anders.

-¡Van a pagar muy caro todo esto!- grito tirando el bowl al suelo.

Subió haciendo rabietas, seguida por sus secuaces y por Cristiano.

Yo no paraba de reír junto con las demás que chocaban sus manos contra las mías, a excepción obviamente, de Catherine.

Pero el aire de campeona se me fue a los pies. Dirigí la mirada burlona hacia la zona VIP que había reservado el intento de rubia y me topé con que había una mirada seria y sumamente enojada viéndome de vuelta. Era Jordan.

Negó con la cabeza un par de veces y luego empezó a subir. Creo que no les he dicho, pero Jordan es hermano adoptivo de Pandora desde los diez años. Y mi crush desde entonces.

-Vámonos- dije en voz un poco baja y comencé mi andar hacia la puerta. Judy alzó mi mano como hacen en el boxeo y otro montón de aplausos nos despidieron.

Una vez fuera caminamos hacia la esquina donde llamaríamos a un taxi conocido para que nos llevara a casa. Vivíamos en el mismo edificio.

Unas ganas locas de hacer pipi me atacan y pido compañía para volver a la fiesta a buscar un baño, Judy se ofrece ya que al parecer mi mejor amiga está molesta por lo ocurrido y no quiso apuntarse.

¡Perdí a mi amiga! (Pleyado I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora