Capitulo 15

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David

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David

A veces el amar dolía más que cualquier otra cosa en el mundo, en un momento sientes que te puedes comer el mundo en un solo segundo porque tienes a esa persona a tu lado y al otro sentirte tan miserable que el simple hecho de respirar duele.

La impotencia de no tener a esa persona a tu lado te puede llevar al punto de la locura, donde ya no sabes que hacer porque no puedes vivir sin ella.

Se que yo no tenía nada con ella y no debería de estar enojado con ella o alejarme de su lado, pero de verdad llegué a pensar que ella me amaba.

Al ver el anillo entre sus dedos sentí que mi mundo se desmoronaba en mil pedazos volviendo cada sueño en una pesadilla donde todas se reducen en verla junto a otro hombre.

Quise dejar de sentir aquel amor que me invadía por ella, que mi corazón dejara de latir por mi princesa y que mi corazón ya no le perteneciera.

Pero me ha sido imposible, mi corazón ahora lo tiene ella y sin darse cuenta lo está apretándo tanto que está empezando a sangrar.

Mis pasos seguían el mismo recorrido que hace una hora, solo caminando en círculos para tener la mente ocupada mientras empezaba mi turno en el palacio.

En ocasiones jalaba algunos mechones de mi cabello para sacar la frustración que se guardaba en mi corazón.

Pero cuando menos lo pensé vi su pequeño cuerpo entrar en nuestro jardín secreto, sus pasos eran dudosos, pero los mismos pasos que ella avanzaba yo los retrocedia.

Aún no estoy preparado para este momento, pero al parecer para nuestro destino es lo mejor, para que duela ahora y después llegué a ¿sanar?

Su mirada fue hasta a mí, nuestros ojos se encontraron por varios segundos que para mí se convirtieron en horas, el solo verla al rostro hacia que mi corazón terminara de quebrarse.

Porque lo único que quería hacer era atraparla entre mis brazos, decirle que por favor luche por lo nuestros, que tal vez podremos ser felices si ella renuncia a la corona. Que tal vez no tendríamos muchas cosas materiales pero no nos faltaría lo esencial y sobre todo el amor.

Retuve las lágrimas que amenazaban por brotar y demostrarle lo mucho que me dolía el ver que ella se casaría.

–David– susurro mi nombre.

Su voz quebrada hizo que mi dolor aumentará.

¿Por qué fingía que esto también le dolía? ¿Por qué causarme tanto dolor haciéndome creer que también siente lo mismo por mi?

No pude decirle una sola palabra, todas las palabras se quedaron atoradas en mi garganta.

Dolió verla a los ojos pero más dolió el bajar la mirada hasta sus dedos donde se encontraba el anillo que su futuro esposo le había dado.

La promesa del amor (Completa ✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora