Catherine
El mundo se divide en dos bandos, unos dicen que la felicidad te la da el dinero ya que con el te puedes comprar todo lo que te de en gana, otros que la familia ya que tienes a tu lado a las personas que más quieres.Yo le apuesto al amor, ya que con la persona correcta te puedes llegar a sentir el ser más poderoso que pudo haber existido en el mundo.
Los que dicen que la felicidad te la da el dinero están muy equivocados ya que en algún momento el dinero se llega a acabar y no todo se puede comprar.
Los que dicen de la familia tambien tienen su lado equivocado ya que no siempre nuestros familiares estarán a nuestro lado para protegernos de lo que nos este rodeando.
Aunque también las personas que eligen el amor tienen su lado equivocado, ya que sino tienes a la persona correcta a tu lado todo puede salir mal.
¿Qué es lo correcto y que lo incorrecto?
Solo el tiempo es el que nos dira lo que verdaderamente nos da la felicidad, porque no todos somos iguales y no ha todos nos hace feliz una sola cosa.
–¿Ya casi terminas, mi princesa?– David ladeó la cabeza apareciendo enfrente de mi haciendo un puchero– llevas mucho tiempo con esa libreta y casi no hemos hablado.
–Solo dame cinco minutos más– pedí sin despegar la mirada de la libreta.
Solo me faltaban unas pocas líneas para terminar con la historia del guardia y la princesa, la historia se llamaba:
La promesa del amor.
Al final ellos si habían logrado tener su final feliz, solo habían tenido que luchar un poco contra los que decían que su amor nunca podría realizarse por ser de distintas clases sociales.
Pero su amor fue muy fuerte como para poder superar todo lo que se les interpusiera en el camino.
–Fin– dije al mismo tiempo en que escribía la palabra en la libreta dando ppor finalizada la historia.
Los brazos de David me atraparon pegando mi espalda a su pecho donde podía sentir sus respiración constantes. Me dejó un beso en la coronilla para después dejar descansar su barbilla en mi cabeza.
–¿Ahora ya me pondrás atención a mi?– ladeo la cabeza con aquella sonrisa de niño pequeño.
–A veces pienso que en vez de ser un guardia eres un niño mimado.
–Si, y necesito de tus mimos– me dejó un beso en la mejilla– ¿Cómo termina esta historia?
–La princesa y el guardia terminan casándose, tienen muchos hijos y gobiernan al pueblo como los mejores monarcas.
–Me gustan los finales felices.
–A mi también.
En todas mis historias siempre trataba de darles un final feliz a todos mis personajes, que sufrieran un poco y al final obtuvieran lo que tanto habían anhelado desde el principio.
Porque todos merecen algo de felicidad y eso es lo que yo les daba a cada uno de mis personajes plasmados en mis libretas.
Su mano se entrelazó con la mía, pero está vez dejo entre mis dedos una rosa roja, volte a verlo con incredulidad.
–¿Qué es esto?– una curva se mostraba en la comisura de mis labios.
–Tu regalo atrasado de cumpleaños– beso los nudillos de mi mano donde sostenía la rosa– te prometí que te daría una rosa y aquí está.
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La promesa del amor (Completa ✔️)
RomantiekÉl brillaba con la intensidad del sol en su sonrisa, iluminando incluso la flor más marchita con su alegría contagiosa. Mientras tanto, ella se deslizaba en la penumbra como la noche, emergiendo con la misma delicadeza que la luna. A pesar de ser co...