CAPÍTULO 9: La amenaza vigente

3 1 0
                                    

-Soy la siguiente presa del asesino- dijo Zaira aterrada.

Ante el nuevo acontecimiento Zaira cayó de rodillas al suelo, le dijo al profesor que tutelaba las clases especiales del gremio que hoy no iría a clases porque estaba enferma.
Se acostó en la cama de su habitación y empezó a llorar, sabía que esto llegaría algún día, pero no esperaba que fuera tan pronto.

Mientras que lloraba sintió que la temperatura bajó de repente, se secó las lágrimas y vió una neblina blaca, la misma que cuando Jonás, pero esta vez no era él, si no una chica de pelo largo y rubio; tenía la misma consistencia translúcida que Jonás, por lo que también era un fantasma.

-Hola Zaira- dijo la chica con acento astral, pero con un tono cariñoso y cálido.
-¿Eres Lillian Miller?- preguntó Zaira.

La chica asintió.

-Jonás ya vino a visitarte, verdad- dedujo Lillian.
-Así es, dijo que su objetivo era los brujos- contestó Zaira con un tono triste.
-¿Estás así porque él te ha descubierto?, el asesino- preguntó Lillian sintiendo compasión.
-Lo demuestra ese horrible mensaje que me ha dejado- señaló Zaira hacia el techo.

La fantasma alzó la cabeza y vió el mensaje escrito con la sangre de la rata muerta, esta sintió muchísima pena por Zaira debido a que sabía lo mal que lo estaba pasando.

-A Jonás y a mí nos pasó lo mismo- le contó Lillian- sé lo mal que lo estás pasando- añadió.
-Sabía que esto pasaría desde que Jonás me visitó- dijo Zaira- pero aun mentalizándome, tengo miedo de morir- añadió.

El terror era tan grande que se derrumbó en el suelo y volvió a llorar, le dolía el pecho y los ojos de tanto llorar, por culpa del terror que sentía al imaginarse a ella muriendo a causa del asesino.
Lillian al ver a Zaira llorando de esa manera se vió a si misma aquella vez que le sucedió, mientras esto sucedía Jonás apareció en la habitación.

-¿Cómo te va Lillian?- preguntó Jonás.
-El asesino ha descubierto que Zaira es una bruja- contestó Lillian- mira como está la pobre.
-¿Dejó el mensaje con sangre de rata?- volvió a preguntar.
-Tienes el cadáver al lado y el mensaje en el techo, igual que a nosotros- dijo Lillian señalando el cadáver y el mensaje del techo.

Jonás puso una mueca de desagrado, supo de inmediato lo desagradable que era, si no fuera inmaterial le daría un cálido abrazo a Zaira para intentar apagar un poco el miedo que tenía.

-Tienes que contarle esto a alguien- aconsejó a Jonás- sobre todo a tus padres.
-Mis padres me abandonaron por ser bruja- dijo Zaira fríamente.
-Díselo a tus amigos, ellos intentarán ayudarte- dijo Lillian acercándose a Zaira.
-O a la directora Jeans- añadió Jonás- a quien sea, pero no te lo calles.

Zaira se secó las lágrimas, tenían razón, callárselo no era la mejor opción porque no está sola, tiene a sus amigos; a Naroa, a Vincent y a Julián. Hoy mismo se lo va a contar, cuando acaben las clases especiales.

-Teneis razón, no debo callármelo- dijo Zaira- porque no estoy sola, no lucho sola.

◇.◇.◇

4 horas después:

Naroa, Vincent y Julián salieron del edificio del gremio, ya habían terminado las clases cuando Naroa recibió un mensaje en su teléfono.

-Chicos, he recibido un mensaje de Zaira, quiere reunirnos en la biblioteca ahora mismo, tiene algo importante que decirnos- anunció Naroa.
-Vale, pues vamos- dijo Vincent.

Los chicos fueron corriendo a la biblioteca de Pânterford, estaba Zaira sentada en una silla, estos se sentaron junto a ella.

-Zaira, ¿Qué es eso tan importante que nos tienes que contar?- preguntó Julián.
-Es sobre el asesino- anunció Zaira- como suponía va detrás de mí.

A Naroa se le cayó el mundo encima, no quería ver a su mejor amiga muerta, debía impedirlo.

-No te preocupes Zaira, impediremos que ese asesino te mate- dijo Vincent intentando que el ambiente se tense.
-Ese asesino no te matará, piensa en positivo Zaira- animó Naroa intentando que su amiga se alegre.

Zaira les dedicó una pequeña sonrisa, no estaba de humor, solo el pensar en ese terrorífico mensaje de esta mañana le daban temblores.

-Muchas gracias chicos, tened por asegurado que atraparemos al asesino- dijo Zaira levantándose de la silla- he quedado con Janisse, tenemos que irnos.

Los chicos se fueron de la biblioteca con un aura imparable pero a la vez con un terror en sus cuerpos que nadie imaginaba.

El secreto de la Escuela de magia ÂrmanzorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora