INNOCENT 2 ; YOONMIN : +21 ( CORREGIDA )

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TW: Capítulo delicado.

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JIMIN POV

La embestida provoca que un gemido sea arrancado de forma mordaz de mis labios. Mi mejilla frota contra las colchas magulladas y desacomodadas, mis manos se encuentran tras mi espalda inmovilizándome por completo. Más gemidos brotan cerrando uno de mis ojos ante la violencia ejercida.

Se siente bien.

— Voy a llegar —murmuro, la voz rasposa acariciando mi maltratada garganta—. Si sigues v-voy a llegar.

Lo que recibo en respuesta es que las embestidas se vuelvan profundas, sin perder el ritmo. Me revuelco bajo el agarre del pelinegro liberando un suspiro extenso cuando mi semen empieza a manchar las colchas y mis muslos a temblar. Mi culo empinado sufre de un par de estocadas más hasta que finalmente él también alcanza su clímax llenándome por completo. Mi cabeza da vueltas, mi respiración va veloz y la sensación de adrenalina no se detiene.

— Mierda... —jadea el chico de oscuras hebras detrás mío con una risa seca, soltando mis manos para retirarse el condón—. Eso ha sido intenso.

Mi celular comienza a vibrar en ese momento. Estiro el brazo con pesadez revisando los mensajes del grupo universitario y...

— ¿Con quién hablas?

— Yoongi —respondo tensando mi quijada—. Me está preguntando dónde estoy.

Elliot se deja caer en la cama junto a mí acariciando mi cabello. Sus dedos trazan un camino por mi desnuda piel que está decorada por sutiles marcas, víctima del agarre tan firme que ejerció al estarme cogiendo en todas las posiciones de su departamento.

— ¿Poniéndole los cuernos a tu novio? —se mofa entre risas—. Qué hijo de puta, Park Jimin.

— No es mi novio —espeto, mi tono es por accidente, agresivo—. No somos nada.

— ¿Entonces aquella vez... Yoongi se puso celoso y se le ocurrió mentir? —pregunta de nuevo, ladeando su cabeza—. Vaya.

— Debo irme —finalizo de responderle a la bestia—. Ya se percató de que salí antes de la universidad, inventaré algo.

— Toma transporte público y dirígete a la biblioteca municipal —señala incorporándose de la cama—. ¿Nos vemos mañana?

— No lo sé —Me encamino en dirección a mi ropa que sacudo y me coloco encima con prisa—. A decir verdad no sé porqué ocurrió esto.

— Te embriagaste en la comida.

— No, eso sí recuerdo —Me llevo una menta a la boca peinando mi cabello hacia atrás, examinando la habitación en búsqueda de pertenencias mías—. Me refiero a coger contigo.

— ¿Ganas? ¿Despecho? —Se aventura con una media sonrisa—. Apostaría por la segunda. Estoy a tu disposición cuando lo requieras.

Ruedo los ojos sujetando la mochila conforme me echo loción por todos lados. Acorto mi distancia con él para robarle un beso fugaz.

— Cambia de número de celular y coloca a una chica de foto de perfil, no quiero que amanezcas sin vida un día de estos —Le reprocho antes de abandonar su departamento.

Salgo del edificio a paso veloz tras revisar de izquierda a derecha que no haya nadie conocido. Las calles apenas iluminadas guían mi camino hasta el transporte público donde voy a sentarme hasta el último asiento yendo por la avenida central; no va a dejarme muy lejos del hotel donde me estoy hospedando con Min.