INNOCENT 2 ; YOONMIN : +21 ( CORREGIDA )

73

JIMIN POV.

Un día más. Este es aburrido.

— Lo sentimos, este número se encuentra fuera de servicio. Por favor, intente nuev...

Cuelgo.

Otro día sin tener noticias suyas. Yoongi partió en la mañana y no ha regresado, así que al verme inmenso en la melancolía del día libre, no se me ocurrió otra cosa que llamar.

Me dejo caer en la mesa temblando de pies a cabeza, apretando el teléfono contra mi pecho sintiendo las lágrimas hormiguear en mis ojos antes de deslizarse por mis mejillas. ¿Murió? ¿Le pasó algo? Me sienta mal el imaginar que está en peligro, secuestrado o tirado en algún lugar. Me haría mierda, pese a todo logré agarrarle bastante cariño a Taehyung y gusto. Gusto por su compañía, él.

Necesito distraerme. Necesito escapar unos momentos. Observo el contacto de Elliot ocupando toda la pantalla y mi pulgar se desliza con lentitud al "llamar". Ya que Yoongi parece tener otras prioridades al dejarme, puedo entonces también divertirme. ¿No?

Me encuentro a punto de pulsar el botón cuando un grito de frustración me gana y me lleva a apagar el celular golpeándolo contra la mesa. Quizá la pantalla se ha estropeado, pero en estos momentos me importa una mierda. Tiro de mi cabello y me siento asfixiado, necesito salir. Tomo la chaqueta con las llaves y salgo del hotel todavía con la horrible sensación de que me están ahorcando.

Bajo las escaleras tan rápido como puedo hasta llegar a la entrada al hall. El fresco aire golpea mi cara enviando un enorme alivio por todo mi cuerpo. Me cierro la chaqueta y después de observar de izquierda a derecha comienzo a avanzar en silencio bajo las luces de Miami y su noche nublada.

Avanzo un par de calles por quince minutos aproximadamente hasta detenerme. Diviso la discoteca exclusiva para la comunidad queer junto a mí y la música electrónica que hace retumbar el suelo. Palpo mis pantalones encontrando un par de billetes y sin dudarlo ni un segundo, entro en él. Mis piernas avanzan solas por el lugar, in agradable chico me guía hasta un sofá un respaldo donde caben dos personas y una mesa enfrente con una vela artificial en el centro. Los colores son azules y morados, me viene bien.

— Gracias —digo cuando me entrega una carta de bebidas. Para ser una discoteca/bar es bastante elegante. ¿Por qué no había entrado antes acá?

Tomo la carta y cruzo mis piernas perdido en los distintos licores que aparecen frente a mí. Frunzo mi ceño y presto atención a una promoción de dos cervezas al precio de una y una orden de alitas al centro, me persuade. Asiento decidiéndome por ella y mis ojos siguen bajando por todo lo que hay. La verdad no es nada particularmente increíble, pero es agradable que brinden comida. Más si son alitas en promoción. Me gustan las alitas.

No obstante, me tenso poco después cuando una fuerte fragancia masculina inunda mis fosas nasales y un brazo me rodea pasando detrás de mi cuello. Con cuidado voy bajando la carta y volteo para encontrarme con el azabache de ojos grises y un cigarro en sus labios mientras admira a las personas bailando.

— Das miedo —Le digo.

Él voltea a verme y esboza una sonrisa. Exhala el humo de su boca y eleva sus hombros restándole importancia.

— Te vi salir y te seguí, nada muy particular.

— Por supuesto —Deposito la carta y observo su mano reposando cerca de mi hombro derecho—. ¿Te pondrás posesivo?

— ¿Te molesta?

— No, se supone que eres mi novio —Me mofo—. ¿O vas a cortar conmigo?

Ríe nasal dándole otra calada al cigarro. No lo hizo, ¿puedo tomarlo como una señal? ¿Acaso le está gustando la dinámica? Aunque bueno, yo no me quejo en lo absoluto.