Vinotinto - Momo & Tú.

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—Pareces nuestro padre viniendo con nosotras— Dijo Momo al caminar con ellas hacia la entrada de la universidad. —Tengo la edad suficiente para ser uno de sus ancestros, no olviden eso— Añadí, sin contarles un pequeño detalle.

—Es que olvidamos que eres inmortal también cuando las otras te tratan como un niño pequeño— Se burló Sana.

—Soy el más joven, eso es cierto, pero entre ellos, no entre ustedes— Empecé a mirar a los alrededores, habiendo cambiado más de lo que habría pensado, no visité el país después de posguerra, solo había visto fotos.

—Tu apariencia no hace que te pueda ver muy adulto— Volvió a burlarse Sana, ganándose que la sobre estimulara otra vez, aunque mucho más leve y menos duradero.

—Pases, por favor— Pidió el guardia en la entrada, sacando todas el suyo, pasando una por una, mirándome del otro lado. —Aquí está el mio— Entregué el mio, pasando finalmente. —Aquí dan la carrera de medicina enfocada en bioquímica— Ellas seguían paradas sin procesar que ahora yo también era un estudiante.

—Necesito saber como funcionan los procesos químicos del cuerpo para manejarlos más fácil, no nací inteligente— Pasé de largo entre ellas, siguiéndome después.

— ¿Cuántas carreras tienes? — Preguntó Mina. Empecé a recordar. —Dentro de la medicina esta es la única que me falta, soy pésimo con la electrónica avanzada, pero tengo el título, quizá alguna ingeniera se me pasa, pero es porque no me serviría de mucho— Respondí.

—De todos modos una vez cada tanto hago un repaso extenso de química, física nuclear y medicina, en cien años han dado pasos gigantescos— Paré de caminar.

— ¿Dónde va cada una? — Pregunté al ver que estábamos en el medio de los módulos. Mina y Sana iban en la misma dirección, Momo en la mía, despidiéndonos de ellas por un rato.

—Siento que tu vida haya cambiado tanto por el capricho de Tzuyu— Me disculpé, cosa que no había tenido ocasión antes.

— ¿Por qué te disculpas? — Me miró raro, parando de caminar. —Se que quizá pueda morir más pronto que tarde, pero ahora vivo como una reina, y prácticamente cada semana te alias con alguien para protegernos aún más— Expresó, recordándome que me estaba esforzando mucho por unas simples humanas.

Aunque este capricho estaba siendo divertido, me había sacado de mi zona de confort y así quizá Tzuyu me dejaría en paz por mucho más tiempo.

Pesé a ser el más letal entre todos, era el más pasivo frente a mis propios problemas.

—Giselle no tiene muchas ganas de pelear, y los demás están con sus asuntos, quizá solo seamos Jihyo y yo— Empecé a caminar, reanudando el ritmo ambos.

—En un caso extremo, tengo varios planes de reserva, pero en el peor, creo que puedo borrar a Tzuyu, pero implica que yo también lo haga— Seguía detras de mi.

—Prefería morir y que tu sigas allí— Respondío.