El héroe profesional Dinamight se encontraba en una evento para convivir con sus admiradores, si, una firma de autógrafos.
Odiaba esos eventos ya que significaba tener que estar sentado por horas mientras mostraba su mejor cara para recibirlos. Claro que se sentía agradecido por todo el apoyo que le daban, pero estar rodeado con más gente no era lo suyo.
Solo esperaba que aquella larga fila terminara pronto pronto, prefería estar patrullando que perder el tiempo allí, pero era necesario. Cada héroe tenía que hacer minino ese evento 2 veces al mes.
Debía de mantener la calma para no estresarse y sacar su lado explosivo, aunque la mayoría de sus fans ya conocía su carácter, pero aún así debía de controlarse.
Recibía uno que otro regalo por parte de las chicas, incluyendo su número de teléfono cosa que claro ignoraría, no tenía tiempo para esas cursilerías; aunque muchas de las veces en la agencia en la cual estaba lo trataron de emparejar con alguna heroína, pero simplemente se negaba.
Ser el héroe número 1 implicaba mucha responsabilidad y tener una relación era lo mismo, deberías de estar al pendiente de esa persona, cosa que para él se le hacia absurdo.
Ya tenía suficiente con su par de amigos que eran unos acaramelados, siempre se la pasaba regañándolos porque no controlaban sus hormonas y muchas de las veces demostraban su amor en público. Pero todos amaban a aquella parejita, los héroes número 5 y 6: Red Riot y Chargebolt.
Volviendo a su realidad, aquella fila empezaba a avanzar: firma tras firma. Una que otra aprovechaba y se tomaba una foto.
Horas más tarde se volvió a asomar para ver cuantas personas faltaban; aproximadamente unos 20.
Suspiro algo cansado.
Su mente ya no daba para más, lo único que quería era terminar para llegar a su departamento y dormir por un buen rato, ya que el día siguiente tendría trabajo que hacer. Aunque realmente era su día libre, pero tenía ropa por lavar, acomodar su departamento y limpiar más cosas, además de entrenar su cuerpo y posiblemente salir a distraerse con sus amigos tortolos.
_________
Se la había hecho tarde, tener que tomar el tren para llegar a su destino era algo complicado, a pesar de que salió más temprano por esas horas había mucha gente.
Se sentía desesperado y ansioso.
Era su primer vez yendo a una firma de autógrafos de su héroe favorito, ya que mayormente trabajaba las veces que anunciaban ese evento.
Siempre le mandaba obsequios en la agencia en la cual trabaja el héroe, pero jamás lo había tenido enfrente. Se podría decir que era el mayor fanático, su habitación estaba repleta de mercancía de Dinamight, sus amigos no sabían si eso era amor u obsesión. Probablemente ambas, pero, más obsesión.
Y es que era entendible, él héroe tenía un físico que derretía a cualquiera, esos pectorales exageradamente enormes qué casi podían confundirse con pechos de mujer, una voz que te excitaba al instante.
El chico peliverde de ojos grandes color jade y pecas sobre sus mejillas, se ruborizo de tan solo pensar en eso último. Ahora parecía una fresa andante.
Pero el estar atascado con tanta gente en el mismo vagon hacia que sus nervios estuvieran al tope, temía a llegar tarde o ser el último, aunque por ser el último podría ser que tenga alguna especie de conversación con el héroe. Pero lo conocía perfectamente, muchas de las veces si Dinamight se estresaba, simplemente cancelaba la firma, aunque aún hubiera personas.
Cuando llegó a su destino pudo notar la enorme fila, pero agradecía que no era el último, así que sin perder más tiempo se formó esperando su turno.