Capítulo ¹⁸|Intrusos|

274 33 5
                                    

Jeon Jungkook

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jeon Jungkook

A veces nos preguntamos si las acciones que hacemos en verdad son lo correcto, o si no nos traerá consecuencias a futuro. Si me hubieran dicho que mi trabajo me haría conocer a una mujer astuta y que sabría atarme a ella aún sin darse cuenta, podría haber desistido, pero aquí estaba, mendigando por un acto de cariño por aquella chica de ojos verdes que me volvía loco, loco con tan solo un roce suyo y que me hizo adicto a su cuerpo con tenerla una noche en mi cama.

Ahora quedaba como un completo imbécil al actuar como jamás pensé, recordar aquellas palabras que le dije a Namjoon, se convertían en dagas hacia mi poca fé y mi intento de machito que no se enamoraba fácilmente, pero había caído, mi mejor amigo me lo dijo, caí rendido ante esos orbes verdes que mostraban un rastro de lujuria y sinceridad, su cuerpo tan sensual que no importaba si llevara ropa causal o el cabello desarrollado, Hazel seguía siendo atractiva, demasiado.

Pero hoy, justo hoy, pude sentirme como un completo idiota al sentir un rechazo indirectamente de su parte, aunque muy en el fondo, tenía la esperanza que esta chica se enamoraría de mí como yo lo estoy haciendo.

—Lo siento, ella es mi mejor amiga, Lisa, tiene un bar llamado "Money".—me miró y asintió.

—No es necesario que me des explicaciones...

Escuchar eso solo me hacía sentir pésimo, inherente y estúpido. Paso mi lengua dentro de mi mejilla, sintiéndome molesto, captando su atención.

—Entiendo...—hablé.—pero quise decírtelo porque me interesas y no quiero que malinterpretes las cosas.

Ella no responde, tan solo me observa, pero vuelve su vista a mi doberman y acaricia por detrás de sus orejas, este solo mueve su cola por las caricias que le da ella.

—Por un momento crei que tendrías un hijo y yo sería su madrastra, pero veo que me equivoqué.

—Ya veo, lo siento, no supe explicarme, pero en si él es como mi hijo, siempre ha estado conmigo así que lo considero más que una simple mascota.

—Entiendo.

Todo vuelve a quedar en silencio, pero no uno incómodo, sino, uno donde ambos compartíamos sintiendo una pequeña tensión y comodidad en ambos.

Carraspeo un poco y ella me mira, esperando a que hablara.

—¿Quieres pasar? Digo, estamos en una cita o si quieres, podemos ir a otro lugar, no sé...

—Ir al parque estaría bien.

—De acuerdo, iré por la correa de Bam, ¿quieres entrar?

—Claro.

Hago un ademán para que pase primero y suelta una risita adorable, abro la puerta y la invito a pasar, no puedo evitar dirigir mi mirada hacia su voluptuoso trasero, muerdo mi labio inferior por tener aquellos recuerdos de nuestro encuentro.

𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐄𝐒| 𝐉𝐉𝐊 [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora