𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐄𝐒| 𝐉𝐉𝐊 [+21]

Capítulo ¹⁷|Juguete|

Hazel Jones

Los exámenes eran mi peor martirio, más aún cuando tenía a cierto pelinegro viéndome sin temor alguno a que mis compañeros lo vieran y pensaran cualquier cosa fuera de lugar. Desde hace dos días que no hemos hablado, bueno, eso refería más de mi parte. Me sentía rara al verlo y recordar todo lo que pasó en su casa.

Tragué saliva.

No podía estar así por él, en unos días tenía que regresar a México y matar a Dante. Se suponía que no causaba ningún efecto en mí, pero su mirada me ponía demasiado nerviosa, sentía vivamente como desnuda mi alma y cuerpo con solo observarme, maldije al traer este vestido ajustado, pero todo era parte del plan.

No podía sentir algo más que solo atracción sexual, él era malo para mí y yo para él.

-Jones...Jungkook no deja de mirarte, ¿todo bien? -pregunta Jihyo.

-Si, es sólo que ando estresada por los demás exámenes, es todo.

Ella asiente poco convencida y vuelve su vista a su exámen. Yo muerdo mi lápiz con nerviosismo y veo los ejercicios, eran tan fáciles que me enfoco en resolverlos rápidamente.

Al terminar, observo por unos instantes a mi amiga, su cara mostraba frustración así que con cuidado y aprovechando que Jungkook se distrajo, le mostré mi exámen, ella sonrió y me susurró un leve "Gracias".

Quito rápidamente mi hoja al ver que ha terminado en copiar la solución de los ejercicios y voy hacia el tatuado que levanta la vista, dándome una sonrisa coqueta.

-Vaya, cada día me sorprendes más. -exclama cuando toma mi hoja y verifica mis respuestas.

-Siempre he sido inteligente, no sé porque te sorprende.-exclamo orgullosa.

-Y también muy egocéntrica, me gusta.

Yo reí ante eso, era algo sorprendente que un hombre le gustara una mujer fuerte y capaz, la mayoría solo se fijaba en mujeres inferiores a ellos, pero era claro que la mayoría de la población femenina era más astuta que todo un grupo de hombres listos para una guerra.

-Sacó limpio el exámen señorita Jones, felicidades.

Tomó mi mano y dejó una caricia suave en ella, me miraba con esos orbes marrones que brillaban aún si la luz, eran redondos y mostraba cierta ternura con aquella leve sonrisa.

-Gracias, Profesor.

No dejo de mirarlo como él a mí, incluso los demás estudiantes no nos prestan atención absoluta y solo están absortos en responder el examen.

-Te invito a comer esta tarde.

-¿Eh?-pregunto trastornada, sin saber que hacer.

-Si, quiero que conozcas a mi hijo.