Rude|| George Weasley

Capitulo 8

El fin de semana tiene la costumbre de pasar volando.

La biblioteca había sido el panorama de la Malfoy, que agradeciendo de no tener tantos deberes, se había internado en esas pilas de libros de juicios de criaturas mágicas "Peligrosas"

Cada vez que encontraba un caso de un Hipogrifo era peor que el anterior, ya estaba comenzando a dolerle la cabeza.

Las clases comenzaron nuevamente, el día lunes al inicio con Historia de la magia, donde el verdadero desafío era no quedarse dormida.

Los alumnos de aquella clase tampoco ayudaban demasiado, eran igual de aburridos que el fantasma.

Por una fracción de segundo la chica llegó a pensar que quizá si los hermanos Weasley estuvieran en aquella asignatura, esta sería más llevadera.

Quitó de inmediato esa idea de su cabeza, pues si tanto deseaba que los Weasley estuvieran ahí, en la siguiente clase los vería hasta aburrirse.

Sonó el timbre dando fin a Historia de la magia e inicio a Pociones.

Tomó sus cosas y se dirigió a las mazmorras.

Cuando iba casi llegando, sintió un tirón en su mochila lo que hizo que se fuera para atrás y se destabilizara por un momento.

La chica se volteó enojada, y se encontró con un George sonriente.

—Buenos dias Malfoy.

—Lo eran hasta que te vi.

—Vaya manera de saludar.

—Ja, lo dice el idiota que casi me tira al piso del tirón ¿Sabes que tengo una varita y unos hechizos bastante peligrosos verdad?

—¿Esta varita? —Dijo sacando de su espalda la varita de la chica.

—¿Cuando me la quitast-

—No te olvides de la apuesta Malfoy. —Habló el pelirrojo lanzandole la varita devuelta a sus manos.

La chica abrió sus ojos levemente, pues lo había olvidado, pero luego se apresuró a fingir que no.

—Claro, aunque la ganadora es predecible, estoy feliz de que me dejarás en paz. —Habló guardando su varita en el bolsillo y asegurándola.

—Yo no estaría tan seguro...

Entraron tanto los de Slytherin como los de Griffyndor, la chica se sentó en uno de los asientos de atrás y el pelirrojo apegado a la muralla, pero en un puesto donde ____ pudiera notarlo bien (Aunque obviamente a ella le daba igual)

Snape ya estaba adentro y adelante, listo para comenzar con su típica cara de disgusto que los lunes era peor.

—La clase anterior...Weasley sientate derecho, la pared no se va a caer.

El chico esbozó una sonrisa e hizo caso, cosa que sorprendió a Snape, pero disimuló.

—La clase anterior dejamos madurar la solución fortificante, así que destapen sus calderos y vean si por una vez en su vida hicieron algo bien.

Todos obedecieron, destaparon los calderos y miraron dentro.

La solución de ____ estaba de un color turquesa claro, indicando que estaba perfecta.

Snape paso por su lado y le dedicó una leve sonrisa y asintió con la cabeza.

Pero no todos habían tenido la misma suerte, sus compañeras de cuarto miraban nerviosas el caldero y lo comparaban con el de la Malfoy con cara de horror.

—Esta solo un poco diferente... —Dijo una.

—¿Un poco? La poción de la Malfoy es turquesa ¡La tuya es amarilla!