-¿Que quieres ver una pelicula dices? -Me pintaba las uñas de una tonalidad oscura mientras tenía mi celular en la oreja apoyado sobre mi hombro para que no se me cayera -¿Cuándo?
-No lo sé, quizás en un día de estos, ¿que te parece? -Se escucha por la otra línea de la llamada.
-Está bien, Dylan -Terminaba de pintármelas y cerraba el esmalte -Ahí vemos entonces, tú solo avísame, que demás podré salir contigo.
-Te amo -Se escucha una pequeña risa de alegría.
-Igual -Reí igualmente, aún no me lo puedo creer -Nos vemos -Se despidió igualmente y colgué la llamada.
Miré por la ventana mientras se me secaban las uñas por la esmalte y pude ver que Nicholas y mi madre salían en el auto de él, quizás vayan a comprar algo en la ciudad, últimamente han ido a comprar demasiadas veces, asi que no dudaría si fuésen ahora otra vez.
Bajé las escaleras, llevándome conmigo un diccionario de otro idioma para aprender más, siempre me ha gustado tener más conocimiento en ese aspecto, así podré comunicarme con las demás personas si es que llegara a viajar algún día.
-¡Kiara! -No alcancé a escuchar mi nombre mientras seguía mi lección del día en el jardín.
-Ako sa máš, mám sa dobre a aká bola tvoja práca...? (¿𝑄𝑢𝑒́ 𝑡𝑎𝑙?, 𝑦𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑜𝑦 𝑏𝑖𝑒𝑛, ¿𝑦 𝑒𝑛 𝑠𝑢 𝑡𝑟𝑎𝑏𝑎𝑗𝑜 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑙𝑒 ℎ𝑎 𝑖𝑑𝑜...?) -Volteo cuando siento que alguien se acerca.
-Kiara, al fin te encontré.
-¿Qué pasó, Gracie?
-Oh..., ¿estabas estudiando otra vez? -Dijo preocupada -Perdón por interrumpirte.
-No te preocupes -Cerré mi libro y le mostré la portada -Estaba aprendiendo un poco de Eslovaco -Dejé el libro sobre el pasto.
-Que bien -Me sonrío -¿Sabes si tu madre ha llegado a casa?, que necesito que me diga que si está bien el color de las cortinas que acabamos de colocar en la sala de estar.
-No lo sé, Gracie, pero igual a veces se demoran en venir a la casa, quizás se fueron a la ciudad.
-En ese caso, te dejo tranquila con tu lección.
-Gracias Gracie -Dije mientras volteó hasta irse a la casa nuevamente.
Cuando anocheció, entré a la casa, guardando el libro en la librería e irme al comedor, ya estabamos todos sentados.
-Hola Kiara, ¿cómo te fue hoy? -Me miró mi madre.
-Bien, ahí la profesora se puso hablar un poco sobre la historia de que Cuba tuvo su relación conflictiva con nuestro país que lo marcó la Guerra Fría y que hasta el día de hoy se ha disminuido poco a poco, pero al menos en el 2014 normalizaron sus relaciones diplomáticas, pero aún existen sus diferencias políticas y el embargo económico de Estados Unidos y luego cuando vine a casa estuve leyendo y terminé hace poco -Le sonreí y seguí comiendo.
-Uff... historia -Hacía los ojos arriba -Aburrido... -Yo solo la miré de reojo, sabía perfectamente que alguien con privilegios en toda su vida como mi madre solo le interesaría generar dinero y no aprender cultura general -Aún me acuerdo cuando yo estaba en la preparatoria y tenía que aprenderme todos los ramos por obligación, aunque hoy en día no sé de qué me sirva todo ello -Se reía mientras tomaba un poco de su copa -En fin, la preparatoria solo te sirve para pasar los cursos y llegar a estudiar en una universidad, ahí está la meta, nunca en mi vida necesité el resto, así que me enfoqué en lo que sí importa -Nos miraba a ambos -En las finanzas, llegué a ser una buena empresaria por unos años y ahora puedo descansar sin tener que trabajar siempre mientras se sigue generando más dinero en la empresa.
-Que bueno, madre -Levantaba mi vaso con jugo mientras ellos levantaban sus copas en señal de hacer un brindis, lo chocamos levemente y tomamos un sorbo.
-Quizás estés en lo correcto, Thalia -Levanté mi mirada hacia Nicholas cuando empezó a hablar mientras él la miraba a ella -Pero quizás con saber un poco cada día podrías saber lo que está ocurriendo en el mundo, y claro... -Se echa un bocado de comida a su boca -La historia está para que no se repita nuevamente, pero lamentablemente como somos humanos, la historia se repite otra vez, no aprendemos de ello y eso es un problema, los grandes líderes tanto políticos como los que son jefes militares siguen sus propias ambiciones viendo solo las ganancías que pueden traer a su país, pero sin pensar en las consecuencias que pueden traer -Daba otro bocado -Muerte de inocentes por ejemplo.
-Bueno, lamento las muertes de esos inocentes, pero la vida está para los más fuertes mientras los débiles se pudren por no poder defenderse -Tomaba de su copa -Es lo bueno de esto, nosotros aquí pudiendo disfrutar de todas las comodidades posibles gracias al sacrificio de otros -Nos sonreía a los dos mientras Nicholas solo me miró de reojo y seguimos comiendo.
En eso tienes razón, madre. Solo el más fuerte sobrevive.
La observé por un pequeño instante con una gran sonrisa siniestra.
Al irme a mi habitación, me coloqué mi pijama y me acosté abrigándome sobre la cama, coloqué mi alarma en el celular como siempre para despertar temprano al día siguiente, ya que debía ir a la preparatoria.
Me quedé pensando en lo que había dicho mi madre anteriormente, ¿será bueno vivir esta vida de lujos mientras ignoro todo lo que sucede allí afuera?
A pesar de agradecer por todo lo que tengo, desearía hacer algo más por el mundo, pero aún me falta mucho por aprender, yo sola no puedo, necesito ayuda para poder hacer un cambio en esta sociedad, pero mi padre me enseñó que cada cosa se empieza con un pequeño grano de arena, ¿será cierto?
Pero con cuyos pensamientos como mi madre hay muchos, ellos son los privilegiados que no temen seguir su camino cuando se hacen más ricos mientras los demás se manchan con el lodo. No me gusta como es mi madre, nunca me ha gustado la verdad.
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Me Perteneces
Ficção Adolescente𝐔𝐧 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐚𝐭𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐮 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐚. 𝐋𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨, 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐚𝐞 �...