No pude dormir mucho anoche por lo ocurrido con Gracie, ¿habrá sido mi culpa de que se fuera sin decir nada?
Me duché y alisté para ir a la preparatoria como normalmente hago, Dylan estaba esperandome en la entrada, a lo cual cuando llegué dónde se encontraba, él me abrazó por la cintura.
-¿Qué tal, hermosa?
-Bien -Dije, un poco incomoda, solo pensaba en Gracie y el como no pude despedirme de ella.
Eché mis cosas al casillero y nos dirigimos al aula de clase. Era agotador ¿pero que más podríamos hacer?
Al terminar todas las clases, salimos hasta la entrada y me tocó las mejillas mientras yo lo miraba fijamente.
-¿Sucede algo, Kiara? -Preguntó un poco preocupado.
-No es nada -Miré hacia otro lado -Solo es que Gracie renunció y no pude despedirme de ella -Esta vez miré hacia abajo con tristeza.
-No te preocupes, amor -Me levantó el rostro suavemente para volver a mirarlo -Quizás no tuvo tiempo de decirles, pero yo sé que ella los quiere a todos -Dijo sonriente.
-Gracias, Dylan -Sonreí igualmente -Ya me tengo que ir -Señalo con mi mirada hacia el auto -Mi tio me espera.
-Está bien -Me da un pequeño beso en los labios -Nos vemos -Me despido también hasta alejarme de él.
-Hola Nicholas -Abro la puerta del copiloto para entrar.
-Hola Kiara -Entra tambien al auto y cuando iba aprovechar de colocarme el cinturón de seguridad, volteo a ver a Dylan y está hablando con una chica -¿Cómo te fue hoy día? -Los sigo mirando detenidamente hasta que me tocan el hombro, a lo que volteo a verlo.
-¿Eh? -Menciono distraídamente.
-¿Pasa algo? -Preguntó confundido.
-Ahhh, no es nada -Hice una leve sonrisa y terminé de colocarme el cinturón, pero cuando volví a ver en la dirección de antes, ellos ya no se encontraban allí.
Durante el camino, ibamos escuchando música, a lo que una vez al llegar, él colocó el auto en el garage mientras yo me iba hacia mi habitación para cambiarme, quería aprovechar el tiempo para distraerme un poco.
Bajé las escaleras para dirigirme hacia el comedor, a lo que primero que observo es a mi madre sentada esperándonos.
-¿Qué tal tu día?
-Estuvo bien, ¿y el tuyo? -Le pregunté, aprovechando de sentarme.
-Hice un poco de deporte.
-¿Cuál deporte? -Pregunté curiosa.
-Golf -Escuché detrás mío, era Nicholas, quién se acercaba a nosotras para sentarse al frente mío -Con tu madre aprovechamos el día para jugar un poco.
-Que bueno -Llegaban los platillos con la deliciosa comida -¿Y quién ganó?
-Tu madre -Sonrió él.
-¿Ah sí? -Dije sorprendida mientras miraba a mi madre.
-No seas mentiroso, me dejaste ganar -Le decía a él.
-Thalia, eres buena en el golf, tú ganaste -Explicaba él mientras ambos se reían.
-Ay si claro -Tomaba un sorbo del jugo de manzana -¿Kiara, por qué te vestiste así? -Esta vez me miraba -¿Te vas de caza?
-Si, quería ir a cazar un rato para despejarme -Me echaba un bocado de comida a la boca.
-¿Por qué no llevas a Nicholas? -Lo miré esta vez a él -Lo he visto muy interesado sobre como cazas Kiara, deberías ver como habla casi todo el tiempo sobre ello -Él se limpiaba la boca y nos miraba a ambas de forma un poco tímida -Deberían ir.
ESTÁS LEYENDO
Me Perteneces
Ficção Adolescente𝐔𝐧 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐚𝐭𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐮 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐚. 𝐋𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨, 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐚𝐞 �...