Me Perteneces

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓 - 𝐂𝐞𝐫𝐜𝐚𝐧𝐨

Al llegar a casa, saco las cosas para luego irme adentro, dejo el arma junto mi bolso en el refugio y voy a cambiarme de ropa. Aprovecho de secarme el pelo y bajo a comer algo a la cocina.

Al bajar el último escalón de la escalera, se abre la puerta principal dejándome ver a Nicholas, sostenía una bolsa con helados dentro, a lo cuál al verme, se me acerca lentamente.

-Saca el que tú quieras -Observo dentro y me decido por el sabor frambuesa que se encontraba allí, una vez al sacarlo, él me sonríe y se va.

Voy hacia la cocina para buscarme una cuchara para comer el helado, luego me dirigo al jardín y me acuesto para luego ver el bello paisaje.

Siento muchas cosas, pero el amor viene acompañado del dolor, aunque te extrañe, no puedo evitar sentir rencor por lo que no fue.

Padre, ¿Por qué te fuiste?

Escucho el timbre del hogar una vez que me levanto del suelo al terminarme de comer todo y regreso a mi casa, voy pasando hacia la cocina para dejar el envase junto con la cuchara a lo cuál inmediatamente lo recoge Gracie, voy caminando a la sala de estar y me encuentro con Dylan, quién me sonríe al verme.

-Los dejo, tengo cosas que hacer -Contesta mi madre cuando ve acercándome hacia a ellos.

-¿Qué haces aquí? -Pregunto con el ceño fruncido confundida.

-¿Acaso no puedo visitar a mi queridísima amiga? -Se acerca a mi y me tocaba el cabello como si fuése un perro quién acariciara.

-Ya déjame -Le saco su mano empujándola a otro lado, pero él se ríe cada vez más y se agacha hasta la misma altura que mi rostro mientras yo muestro una cara enojada, Dylan sabe que no me gusta que me sacudan el cabello, pero de todas formas lo sigue haciendo.

-Hey, enana -Lo sigo mirando fijamente -Pidamos una pizza y veamos una pelicula en tu cuarto, ¿qué tal? -No me convence del todo -Está bien... -Suspira pesadamente -Yo invito -Recobra su postura.

-Me parece bien -Le sonrío de oreja a oreja mientras asujeto su brazo para llevarlo hacia arriba.

Lo suelto una vez que abro la puerta de mi habitación, él hace una llamada mientras yo me recuesto sobre mi cama y empiezo a buscar alguna pelicula.

-Kiara -Dice mi nombre, pero al no recibir respuesta por parte mía al estar concentrada en el televisor, repite mi nombre -¡Kiara! -Volteo a verlo -¿Con extra queso en los bordes? -Yo solo asiento con la cabeza y volteo nuevamente al televisor -Y también quiero un refresco y unas palomitas, si..., claro..., muy bien, muchas gracias -Cuelga la llamada y se sienta al otro lado de la cama -A ver, pasa para acá -Me quita el control remoto.

-¡Hey! -Trato de arrebatárselo, pero me golpea con una almohada.

-No sabes buscar una pelicula, te demoras mucho -Dijo concentrado ahora él al televisor -Viste -Volteo para ver que pelicula eligió, lo que evitó que le devolviera el golpe con la almohada y la dejé a un lado, a lo que me volví a acostar.

Luego de un rato, llegó la comida y lo ayudé a subirlo, estuvimos viéndola mientras reclamabamos de vez en cuando porque la protagonista no elegía bien sus escondites para que no la viera el asesino mientras sus amigos se morían uno a uno, reíamos cuando se tropezaban con cualquier cosa como cualquier pelicula de terror. Una vez que terminó, nos volteamos a ver.

-Ya no la hacen como antes -Admito.

-Concuerdo, siento que lo hacen a propósito para que no descubran de inmediato al asesino -Se reía -Qué estúpidos, se caían por todo.

-Si -Reía igualmente.

Lo acompañé hasta abajo y se volteó a verme antes de irse.

-Si necesitas algo, no olvides que estoy aquí para tí -Mencionó sincero -Soy tu amigo, Katia, no puedes no contarme las cosas importantes o que te afecten -Refiriéndose a mi padre.

-Lo sé... -Dije con un tono molesto, a lo que arreglé suavizándolo rápido -Mañana nos vemos.

-Adiós, cuidate -Se dió la vuelta en dirección a la vereda sin antes decirle lo mismo a él.

Al cerrar la puerta, me giré y choqué accidentalmente con Nicholas.

-Lo siento -Se disculpó con un sembrante serio -¿Y qué tal la noche?

-Estuvo bien -Pasé a un lado de él para dirigirme hacia las escaleras, a lo que yo solo voltee una vez para verlo, pero él solo me miraba fijamente, no me quitaba los ojos de encima y subí hasta perderlo de vista al llegar a mi habitación.

Al despertar al día siguiente, me duché y alisté para ir a la preparatoria, una vez que salí por la puerta principal, lo primero que observé fue a Nicholas dentro de su vehículo, me estaba esperando, debido a que antes había tenido otra pequeña discusión con mi madre sobre que desde ahora me llevaría mi tio aunque no quisiera.

Abrí la puerta del copiloto y la cerré cuando me senté, él simplemente condujo todo el camino en silencio, en ese aspecto me agradaba, no era necesario hablar, solo quería ver a través de la ventana aquel paisaje que iba cambiando hasta divisar edificios y personas caminando.

Se estacionó frente al establecimiento y me desabroché el cinturón, lo miré por un corto tiempo como también lo hizo él, entonces solo me fuí de su auto sin decirle ninguna palabra. Caminé a mis clases a lo que me encontré en el camino a Dylan.

-Entonces eso pasó, fue tan impresionante -Me relataba una historia que le había pasado hace poco -Por eso debes estar más alerta para que no te pase lo mismo -Decía emocionado hasta que dejó de hablar cuando vimos a la profesora entrar al aula de clase.

La docente explicaba y explicaba, algunos se quedaban dormidos y otros hablaban de forma baja mientras ella no lo notaba, algunos ocupaban el celular sin prestarle atención alguna, pero yo solo me centraba en lo que decía, acumulando más conocimiento.

Al terminar la clase, Dylan y yo salimos a comer algo a la cafetería, luego nos sentamos en uno de los puestos por ahí.

-¿Qué tal tu relación con tu tio? -Su pregunta me desconcertó, no me la esperaba en realidad.

-¿De qué hablas?

-O sea, no lo ví nada de eso, pero tu madre me mo mencionó anoche -Mordía su sandwich -¿Es simpático o es molesto?

-No lo sé -Tomé de mi jugo -No lo conozco bien aún, ni siquiera sabía que existía hace poco, así que ya te podrás imaginar mi sorpresa cuando apareció -Mordí la manzana que tenía como postre.

-Tienes razón -Se rascaba la cabeza un poco confundido -Me lo puedo imaginar, que extraño -Seguía comiendo -Espero que puedan llevarse bien entonces -Me sonrío.

-Claro -Fruncí mi ceño un poco confundida, ¿Por qué tendría que hacerlo?, no importa, da igual de todas formas.

El día pasó demasiado rápido a mi parecer, cuando Nicholas me llevó a casa en su auto, yo solo lo dejé atrás como el otro día, me adentré a mi casa para luego irme a cambiarme.

Cuando me fuí a relajar en el jardín, ví que mi madre junto a mi tio salían para la cancha de beisbol que teníamos un poco más allá, a lo que tuvieron que pasar al lado mío.

-¿Quieres jugar? -Me preguntó mi madre.

-No, gracias -Divisé a ambos -Estoy algo ocupada -Señalé mi libro que tenía en el pasto.

-Si cambias de opinión, ya sabes dónde encontrarnos -Me guiñó él mientras se fueron hacia la cancha.

Seguí con mi lectura, necesitaba distraerme de alguna forma para no recaer de nuevo, cuando no voy a cazar, me tengo que concentrar en otras cosas que me gusten.

Y el beisbol no es una de ellas.