Luego durante la cena, veo a Kiara completamente desanimada, eso me rompe el corazón con solo verla en este estado.
¿Debería desaparecer a Dylan?, ¿será un estorbo para ella?, no, quizás la lastime si llega a desparecer su ex novio así como sí nada. Aunque me preocupa que siga pensando en ese bastardo que le hizo daño, solo quiero ver a la misma Kiara de siempre.
-Hija -Escucho a su madre hablarle, pero ella no la mira hasta que le tocan su mano -¿No quisieras hacer alguna actividad con nosotros?, talvez salir algún lado o...
-No, gracias madre -Dijo secamente -Me tengo que ir -Se levanta de la mesa y me deja con su madre cenando.
-Dale tiempo -Le daba un poco de ánimos.
Escuchamos sonar el timbre de la casa, una de las sirvientas iba a ir, pero se devolvió debido a que atendió Kiara, aquella sirvienta dejó la puerta abierta, dejándome ver quien se encontraba en la entrada.
Era Dylan.
Ese bastardo de Dylan.
No escucho lo que están diciendo, su madre igual intenta ver lo que yo, pero me interesa lo que él le está diciendo hasta que suben sus tonos de voz.
-¡Lárgate! -Escucho gritar a Kiara.
-¡Perdón, fue una estupidez! -Intentaba excusarse Dylan -¡Solo quiero que me perdones por lo menos, no intentaré volver contigo, solo que... lo siento mucho!
Wuao... eso se escuchó tan falso...
No creo que esté aquí por lo de la otra noche que lo amenacé, ¿o sí?
Veo como Kiara le cierra la puerta en su propia cara de Dylan, lo que me hace sonreír por un leve instante, luego corre a escaleras hacia arriba.
-No debió venir -Escuche decir a Thalia.
En algo concordamos. Ese infeliz no suma nada a esta familia, terminando la cena, me acerco a la habitación de Kiara y lo primero que escucho es la forma en que llora.
Se me parte el alma de solo pensar que no puedo consolarla, si abro la puerta quizás me odie, porque talvez quiere estar sola, pero... no puedo seguir escuchando como llora. Debo hacer algo.
Al abrir la puerta, me topo con Kiara acostada en su cama abrazando una almohada. Ya quisiera ser la almohada.
-¿Kiara? -Veo como se sienta rápidamente y me observa fijamente.
-¿Qué haces aquí? -Se limpiaba su rostro mientras yo cerraba la puerta detrás mío.
-Quería saber como te encontrabas... -Hice una pausa, dejando un ambiente tenso dentro de la habitación -¿Quieres hablar sobre ello? -Refiriéndome sobre Dylan.
-No quiero -Miraba hacia una punto muerto -Simplemente quiero que me deje en paz... -Me acercaba lentamente hacia ella y me senté a un lado de ella sobre la cama -¿Le hes tan difícil dejarme sola?.
Escuchaba cada palabra que me llenaba de alegría, ¿me está dando el consentimiento para asesinarlo?
-Entiendo lo que sientes, Kiara.
-¿Qué vas a saber tú si ni siquiera has tenido pareja antes? -Abrió sus ojos a más no poder cuando se escuchó ella misma de su equivocación.
-Auch... -Hice una mueca por un segundo.
-No, perdóname -Se acercó a mí, tocándome una de las manos que tenía sobre la cama -No fue mi intención.
-Tranquila -Esta vez yo toqué su mano, acariciándola hasta que ella la sacó de allí -No te preocupes -Mis ojos cayeron en sus labios carmesí.
-Solo que ahora estoy un poco inestable -Se alejaba de mí, no quería que lo hiciera, se levantó para dirigirse a observar a través se la ventana -Solo es que... es todo esto...
-Lo sé -Me levanté y caminé hacia ella, pero sin dejar de darle un pequeño espacio.
Se ve tan... frágil, veo que una lágrima recorre su mejilla, solo quisiera estar junto a ella, pero no puedo, aún no.
-Sólo quisiera no sentir por un momento -Volteo su cabeza para verme a los ojos, me fascinaban esos ojos esmeralda como los míos, aunque los suyos brillaban más.
Cuando ví que se iba a colocar a llorar de vuelta, preferí dar ese paso y abrazarla, no me correspondió al inicio, pero sus manos tocaron mi espalda como yo lo hice con ella, su rostro se encontraba a la altura de mi pecho, ¿sentirá mi corazón acelerado?
El abrazo duró por unos segundos hasta que ella se separó un poco para levantar su mirada y solo pude contemplarla más. Sentí que estabamos teniendo un momento especial, me acerqué hasta su rostro y la besé yo esta vez.
Su lengua rozaba contra la mía mientras mis manos tocaron desde sus hombros hasta llegar a su rostro, a lo que ella levantó sus brazos hacia mi cuello para intensificar el beso.
Entonces se abrió la puerta y ambos observamos hacia ésta.
-Oh, disculpen -Era una de las sirvientas que trabajan en la casa, nos había visto y cerró la puerta inmediatamente.
-¡No puede ser! -Dijo sorprendida Kiara -¿Qué estamos haciendo, Nicholas? -Empezaba a desesperarse -Nos vieron, ¿qué le voy a decir a mi madre?, esto no está bien.
-Pero Kiara... -Iba acercarme, pero ella con una mano me señaló que parara.
-Lo siento, te tienes que ir -Dijo finalmente con los brazos cruzados.
Solo la miré tristemente, me había dolido otra vez el hecho de que piense que esto fue un error. Sin más preámbulo, me voy de su habitación, dejándola sola con sus pensamientos.
No puedo resistirme cuando estoy cerca suya, me fascina con todas sus facetas, solo... no puedo olvidarme de ella.
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Me Perteneces
Teen Fiction𝐔𝐧 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐚𝐭𝐨𝐫𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐮 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐞 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥𝐥𝐚. 𝐋𝐚 𝐣𝐨𝐯𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞 𝐝𝐞 𝐬𝐮 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨, 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐚𝐞 �...