[03] Doble filo

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TRES: DOBLE FILO

⚔️

-Tú eres Nicholas Masson.

Frente a nosotros, un muchacho de lentes, mucho más bajito que Nic, lleva una tableta entre las manos, carga un bolso azul marino en un hombro. Viste un chaleco negro con camisa blanca y su cabello oscuro está tan repleto de gel que parece una goma.

-Lo eres, ¿cierto? -insiste y nos observa con intriga.

-Si- exclama Nic-, ¿y tú eres...?

-Soy Cina Lurio y seremos compañeros de cuarto.

-Sí, lo suponía...

-Será un poco incómodo para los dos, pero calculo que sabes acatar una orden-lo interrumpe y Nic clava la mirada sobre mí, preguntándose tal vez de dónde salió Cina Lurio-. No suelo llevarme mucho con tu gente, pero podríamos llegar a un acuerdo-Cina baja la vista a su tableta, pasa los dedos sobre la superficie, buscando información relevante-. Aquí está. Tercero c, piso tres.

-¿Sabes dónde puedo encontrar a mi compañera?

No hay respuesta alguna. ¿Soy yo o ni siquiera es capaz de mirarme a los ojos?

-¿Sabes dónde puede encontrar a su compañera? -pregunta Nic, dado que tal parece que no tiene intención alguna de responderme.

Doy un paso atrás, nerviosa. La gente voltea para verme, unos se ríen, cuchichean entre sí. No quiero saber de qué hablan.

-¡Marlot Duport! -una voz femenina sacude el aire. Escucho mi nombre con tanta urgencia que los pelos se me ponen de punta-. ¡Marlot...!

-Vamos-Cina apresura a Nic-. Hay que darnos prisa antes de que esto se convierta en un pandemónium.

No espera a moverse, se aleja de nosotros a paso rápido hacia las escaleras.

-Supongo que nos veremos luego-Nic me guiña un ojo divertido.

Antes de poder reprochar, se aleja a paso rápido para alcanzar a su nuevo compañero de cuarto. Las ruedas de la valija hacen ruido por la sala cuando la arrastra por las baldosas blancas y negras.

-¡Nic! ¡No puedes dejarme aquí...!

Él apenas se voltea, sacude un brazo mientras sube las escaleras.

-¡No me extrañes! -grita por encima del murmullo constante.

-Por fin te encuentro.

Una chica de cabello rubio y ojos penetrantes aparece frente a mí. Viste unas calzas oscuras, botas que le rozan las rodillas y una gabardina blanca tan pulcra que no tiene ni una bolita de pelo. En una mano aferra un celular, con la otra sujeta un bolso pequeño. Encuentro encantadores sus preciosos aros dorados, aquellos rizos naturales.

Me da una mirada de arriba abajo, sonríe con descaro. Me debería molestar su actitud, pero en realidad no lo hace. Es distinta a los demás, al menos es distinta de Will y su hermana. No hay rastro de salvajismo ni ansias por matarme en aquellos azulados ojos.

-Pensé que serías mucho más...-hace una pausa, hay diversión en aquellos ojos oscuros-. Bueno, como tu padre.

-Mi padre y yo somos diferentes en muchos aspectos, créeme.

-Si, lo entiendo. Lo mismo dicen de mí.

Un grupito de chicas pasa a nuestro lado, todas ellas semejantes a diosas griegas pero con la lengua tan afilada y venenosa como una serpiente. Susurran entre ellas las mil y una razones por las cuales no deberían acercarnos, ni a mí ni a mi compañera de cuarto.

Legado Carmesí [Academia para Asesinos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora