SEIS: Al BORDE DEL ABISMO
⚔️
Podría morir hoy.
Eso es lo que pienso cuando Dexter hace sonar el silbato y Nic sujeta con fuerza mi mano. Por unos cuantos minutos, un zumbido apabullante se instala en mis oídos. Me obligo a correr mucho antes de que Nic pueda reaccionar. ¿Instinto de supervivencia? Tal vez. No voy a morir hoy.
El patio de las gárgolas se transforma en un campo de batalla y ya no existe contención alguna para nosotros. El corazón golpetea mi pecho, acompaña cada paso que doy al dejar atrás a los de segundo y tercer año. Ya no importa Will ni la advertencia de Nox Leroy, ahora importa llegar a la fogata del otro lado del bosque con vida.
—¡Sigue caminando! —me alienta Nic. Yo aprieto su mano con tanta fuerza que temo rompérsela—. ¡No pares, Marlot!
Esquivamos las gárgolas, dejamos atrás el patio de la academia y nos adentramos en la profundidad del bosque. No miro atrás.
El gélido viento me golpea de frente como una avalancha. Las piernas me tiemblan, no sé si debo culpar a la ventisca de la noche o al miedo que arrasa cualquier pensamiento razonable que pueda cruzarse por mi mente.
Un paso. Luego otro y otro y otro más hasta fundirnos en la oscuridad. El pastizal nos llega a la cintura al adentrarnos mucho más profundo en el bosque. Dioses, el barro ralentiza nuestros pasos, Nic se queja de ello al hundirse y resbalar.
—¿Estás bien? —pregunto entrecortadamente.
Pasamos la primera fila de gárgolas ocultas entre los árboles. Según Ramsey, estamos desprotegidos. El campo magnético que resguarda la academia se termina allí.
—Hay que avanzar—vuelve a tomarme de la mano y tira de mí unos pasos por delante—. No mires atrás o te...
Varios de los novatos comienzan a caer como moscas muertas sobre el barro. Nicholas me aferra con fuerza cuando escuchamos el sonido metálico de las trampas para conejos debajo de nuestros pies.
Crac. Crac. Crac.
Se cierran todas juntas, al mismo tiempo. Los gritos de dolor no tardan en llegar. Retrocedo para esquivar el brillo de un extraño metal.
—¡Cuidado! —grita Nic y me hace a un lado.
Estuve a punto de perder el pie derecho. Un escalofrío me recorre la columna. Son gigantes y están oxidadas. ¿Quién pondría estas cosas acá?
Avanzamos a medida que tanteamos el suelo con una larga rama. Descubrimos que pusieron las tramoyas una al lado de la otra en dos filas, cual boca de tiburón. Se expanden hacia la izquierda y la derecha por unos cuantos kilómetros más, y nosotros no somos los únicos que se han salvado de la muerte. Hay varios novatos con los tobillos agujereados, la sangre que emana de las heridas profundas es tanta que algunos de ellos murieron desangrados.
A un lado de nosotros, el cuerpo de una chica muerta nos toma por sorpresa. Tiene los ojos abiertos de par en par, las manos aferradas a la pierna izquierda mientras que la trampa para conejos aún se cierra en torno a su pie.
Ahogo un grito cuando su mirada me encuentra. El corazón me late con fuerza en el pecho. Si así comienza la cacería, no puedo ni imaginar lo que nos espera más adelante.
Los que escaparon de las trampas, se alejan hacia el corazón del bosque. Muchos de ellos abandonan a sus compañeros heridos y huyen para seguir en juego.
—Mierda.
Jamás escuché a Nic tan asustado como ahora.
—Vamos, hay que correr—tira la rama a un lado cuando ya no hay peligro alguno. No me muevo, no puedo hacerlo. Estoy en shock.
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Legado Carmesí [Academia para Asesinos]
Novela JuvenilElla es su presa. Él es su cazador. ¿Cómo luchas contra el monstruo sin convertirte en uno? Al cumplir dieciocho años de edad, todo aquel que sea hijo de un asesino deberá asistir a la Academia Casterly para su formación. Marlot Duport se llevar...