Legado Carmesí [Academia para Asesinos]

[11] Están entre nosotros

ONCE:  ESTAN ENTRE NOSOTROS

⚔️

Me detengo en medio del corredor y giro el mapa para leerlo. El dibujo es tan detallado que me lleva más tiempo de lo esperado encontrar el punto exacto en donde me encuentro.

Es la segunda vez que me pierdo en el día y la tercera en no poder leer el mapa. Salir del ala este de los dormitorios es fácil, encontrar el comedor también. La dificultad aumenta cuanto más me alejo del edificio principal, llamado Crimson Hall.

El pasillo en el que me encuentro es el principal, Turtle Hallway, llamado así debido a que resulta todo un reto atravesarlo a paso rápido. Conecta Crimson Hall con el edificio de educación, Emerald Tower, dónde están las aulas, el comedor y las salas más importantes de entrenamiento.

Se marca el punto muerto, el jardín de la gárgola olvidada, que para mi sorpresa también posee su propio nombre: Oblivion Pass. El dibujo de unos rombos góticos señala las salas más importantes, como las cuatro enfermerías en Casterly, dos en el edificio principal y dos en Emerald Tower. También se marca el comedor y la escalera caracol a un lado, la que conduce a los pisos de educación, con cada aula signada por el dibujo de rombos en tonalidades grisáceas.

Para llegar a la biblioteca tengo que rodear Emerald Tower como si estuviera dando la vuelta manzana a la academia. Entiendo que Turtle Hallway conecta los lugares más significativos: la entrada, la sala principal de reuniones en el ala oeste de la academia, Oblivion Pass, el comedor, las escaleras caracol y, más allá, un pequeño estudio de entrenamiento a unos metros de la biblioteca.

En el ala este de Turtle Hallway, entre el gimnasio y el anaquel, hay un muro de ventanales decorados con vitrales viejos y rosetones. El cristal de los vitrales está roto, como si hubieran lanzado piedras desde fuera.

Me detengo allí solo unos minutos para volver a chequear el mapa. Si no entendí mal, la biblioteca tiene que estar cerca. Sigo con el dedo índice el camino que marca el pasillo tortuga alrededor de toda la academia.

Según Ramsey, Casterly abarca trece hectáreas, ciento treinta mil metros cuadrados, con un solo campo de fuerza que la protege y la oculta de miradas humanas, lo que significa que para los mortales no existe.

Detengo el dedo índice en el rombo en donde me encuentro. Hay un error en el mapa, no figura el gazebo abandonado que tengo delante, ese que se deja entrever por la vegetación cerrada al otro lado de los ventanales. ¿Cien metros? ¿Doscientos?

Las enredaderas lo toman por asalto, ocultándolo casi en su totalidad en la distancia. Un camino de piedras y barro se esconde en la maleza, no alcanzo a ver en dónde comienza.

Encuentro la biblioteca veinte metros por delante. La entrada está tallada en la piedra misma, como si fuera parte de ella. Un único portón de metal se abre para mí cuando me detengo frente a él. ¿Cuántos metros tienen? Son tan altos que bien podrían medir veinte metros de altura, incluso más.

Hay dibujos tallados en él, como si hubieran sido forjados en el mismo metal. Cuenta una historia desgarradora, soldados y corceles, espadas y escudos, estandartes y banderas.

No tengo que pensar mucho para saber que se trata de la lucha entre los herejes y Casterly. Rika encabeza la batalla, guiando a sus soldados al campo de muerte. Hay runas y símbolos en los extremos de los portones, un lenguaje antiguo que no puedo leer.

Tendría que estar preparándome para el duelo de esta noche y en su lugar estoy aquí, con la lista de libros que necesito para la clase siguiente de Theodore.