ANIVERSARIO DE LOS SAWYER

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POV. LUKE SAWYER

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Las vacaciones de la familia Sawyer por fin están aquí y yo estoy tan malditamente emocionado que podría chillar.

Mi mamita roja y yo estamos celebrando otro aniversario de bodas y esta vez lo planeé con tanto detalle que me siento orgulloso de mi mismo.

Sin Jamie en casa y con Marcie a cargo del bar, Becca y yo tomamos un avión directo a nuestras vacaciones de ensueño en Hawái.

¡Hawái!

Empaqué tanto bloqueador solar que mi maleta pesa un montón, pero no va a detenerme. Para cuando el avión aterriza en la isla, estoy eufórico.

—¡Si! ¡Vacaciones! —chillo, y Becca me mira con una ceja arqueada.

—Sorpresa de aniversario, querrás decir, bebé. —se desabrocha el cinturón y se pone de pie porque pedí sentarme junto a la ventana.

—Si, mamita, eso dije. ¡Vacaciones de aniversario!

Ella sacude la cabeza con una pequeña risita y toma su bolso, yo me aseguro de tomar el equipaje de mano del compartimiento superior.

Me las arreglo para tomar su mano y las maletas en la otra para bajar del avión, demasiado contento como prestar atención a cualquier cosa.

—Carajo, apenas puedo recordar la última vez que estuve aquí. —miro alrededor tratando de memorizar todo.

—¿Fue hace mucho tiempo?

—Si. La luna de miel de Christian y Ana.

Becca deja de caminar y me mira fijamente.

—¿Qué carajos hacías aquí en la luna de miel de los Grey?

Ups.

—Mamita, Christian y yo siempre hemos sido mejores amigos y pues, les regalé el viaje.

—¿Y tú venías incluido en el paquete?

Si.

Mi mamita roja agita su cabeza en negación y yo la sigo hasta la zona del equipaje. Nuestras maletas dan vueltas en la cinta transportadora y yo estoy tan concentrado que no me doy cuenta de nada hasta que un cabrón golpea mi costado con su maleta.

—¡Oye! —el tipo me mira con grandes lentes oscuros y yo siento que estoy alucinando—. Debo extrañar tanto a Christian que lo estoy imaginando.

El tipo sigue sonriendo, hasta que la cara sonriente de su esposa aparece a mi lado.

—¡Luke! —la señora Grey me golpea el brazo—. Qué amable fuiste en invitarnos.

¿Que. Carajos?

Christian se quita los lentes oscuros y estrecha la mano de Becca.

—Feliz aniversario, Rebecca.

Mi esposa sonríe un poco sorprendida.

—¡Hey, no! ¿Qué mierda está pasando? —señalo a mi ex mejor amigo—. ¡Son mis vacaciones! ¿Qué estás haciendo aquí?

La señora Grey se pone los lentes oscuros.

—¿Qué parece que hacemos, gran tonto? Devolviéndote el favor. —su índice golpea sus labios—. Aunque dudo mucho que a tu hermosa esposa le gusten tus compañeros de piso de aquella vez.

Agh, mierda.

Maldito infierno en vida que va a caer sobre mi precioso cuerpecito playero.

Las cejas de Becca se fruncen y su boca se tuerce en molestia, un escalofrío de terror me recorre la espalda como una garra sangrienta.

Mi roja me mira como si pudiera destriparme con esa garra cuando una cabeza rubia se interpone en el medio, ajena a toda las vibras violentas.

—¡Llegamos! —Leila mira de uno al otro—. Uy, ¿a Luke no le gustó la sorpresa?

¿Qué?

Me giro hacia la rubia traidora con las cejas fruncidas y la señalo.

—¡Tú les dijiste! ¿Y por qué carajos están ustedes aquí, también?

Ethan encoge los hombros.

—También es nuestro aniversario, ¿Recuerdas? —nos señala a todos—. Nos casamos el mismo día.

Bueno, mierda. Estoy a punto de hacer un berrinche en medio del aeropuerto porque estos malditos egoístas acaban de irrumpir en mis vacaciones.

—¿Y no pudiste llevar a Leila a otro lugar? Apuesto a que le gustaría conocer cualquier otra isla. —que no sea en la que Becca y yo estamos.

Ana y Leila se ríen de mi frustración.

—Nos gusta esta. —Ana toma sus maletas y señala la salida—. Ahora vamos, apuesto a que Sawyer se muere por meter el hilo en la aguja.

Carajo.

La señora Grey tiene una maldita memoria de elefante y ahora comprendo que la va a usar para torturarme. O lo que es peor, para hacerme pagar todo lo que hice antes.

El grupo se mueve hacia la salida y yo arrastro mi equipaje en señal de protesta, pero todos me ignoran mientras deciden lo que deberíamos hacer esta noche... Que para mí no será sexo caliente con mi esposa.

Todos están subiendo a una suburban cuando salgo y los miro con las manos apoyadas en la cadera.

—Déjenme adivinar... —todos me miran, incluso el conductor—. Nos vamos a hospedar en el mismo hotel, ¿Verdad?

El puto Christian se ríe.

—Por supuesto que sí, Luke. No me digas, ¿Te gustaría algo de privacidad?

—¡Si!

Todos parecen estar de acuerdo porque se ríen, dejando que la malvada señora Grey hable.

—No en este viaje, querido Luke. Y estaré encantada de devolverte todas las atenciones que tuviste con nosotros en nuestra luna de miel. —se gira hacia Becca, sentada en la fila de atrás—. Espero que no te incomode que los veamos tener sexo, Luke lo llama "porno en vivo".

Ay, carajo.

Quiero lanzarme delante de la camioneta antes de que Becca volteé a verme o, peor aún, me regañe como si fuera un puto niño.

Mierda, no es divertido cuando el karma te patea el culo. O la señora Grey.

Subo a la camioneta, tirando del cinturón de seguridad y azotando la puerta.

—Malditos entrometidos, ¡Ya maduren! Están más cerca de ser abuelos que de ser divertidos. —los escucho reír pero no les presto atención—. Jamás encontraran un amigo tan atento como yo, ¡Soy una maldita joya!

La camioneta se pone en marcha hacia el hotel, dejándonos admirar la hermosa vista de la vegetación y los edificios.

—Lo eres, Luke. —alguien palmea mi hombro, seguro que es Christian—. Y solo por eso, te vas a quedar en la mejor habitación del hotel cinco estrellas que encontramos. Claro, si no te importa que seamos vecinos de suite.

Mierda.

La próxima vez que decida tomar vacaciones, elegiré un lugar muy extremoso como la fría a Siberia, ya veremos entonces si también deciden invadir mi viaje.

Cabrones.

Los Extras de MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora