XVIII

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—Non me ne frega niente delle tue preoccupazioni, voglio il mio carico domani pomeriggio o ucciderò tutta la tua famiglia finché il tuo dannato albero genealogico non sarà cancellato, capito? (Me importa una mierda tus preocupaciones, quiero mi carga para mañana en la tarde o mataré a toda tu familia hasta acabar con tu puto árbol genealógico, ¿entendido?)— habló Joel en un italiano perfecto colando el teléfono si esperar respuesta con pesadez y clara molestia. —Sírveme otro.— le pidió a Erick, quien no tardó en servir con destreza otra copa con la mezcla preparada minutos antes.

Christopher intercambiaba miradas esporádicas entres su amigo y la escena ya pornográfica que se encontraba protagonizando Zabdiel con aquella pelirroja. No sabía explicar lo que esa escena le provocaba, pero no era una sensación placentera.

—Son unos incompetentes todos.— gruñó Joel acabándose el trago el un tirón.

Erick se encontraba a su lado con su postura elegante esperando a recibir más órdenes, su corazón parecía salirse de su pecho cada vez que escuchaba al rizado hablar.
Disimuladamente bajó su mirada a las manos de Joel, eran enormes, llenas de tatuajes que por la luz no podría distinguir muy bien, pero podía leer un número romano en su mano izquierda "XVI".

—¿Me das otra copa, por favor?— escuchó a Saúl pedirle, Erick levantó su vista encontrándose con esos dulces ojos azules que él apostaba, habían presenciado las peores atrocidades en su mayoría llevadas a cabo por él o sus amigos.

El ojiverde se limitó a asentir, acercándose a la barra en la cual Christopher ya se encontraba elaborando con profesionalidad un Whisky Sour. Erick agarró la bebida y se la acercó a Saúl, quien le sonrió con un "gracias".

—Mañana hay una reunión con la mafia de Rusia, al parecer Mikhail quiere elaborar lazos entre sus dominios y los nuestros.— informó Richard dando un trago a su bebida.

—Ese gilipollas nunca me cayó bien.— dijo Yoandri con molestia.  —Deberíamos reunirnos con él, hacerle una emboscada, rajarle la garganta y sacarle la lengua...— Erick abrió los ojos con escándalo. —Y enviarle los ojos y el corazón a su mujer.— concluyó con una sonrisa dulce.

—No podemos matar a cada jefe mafioso que quiere follarte, Yoandri.— dijo Zabdiel dándole una nalgada a la pelirroja para que se levante.

La pelirroja lo hizo sin más, para dirigirse a Johann, quien extendió su cuerpo para que la chica se sentara en su regazo y así, hacer lo mismo que hace unos minutos, hacía con Zabdiel.

—Ya, pero sería muy divertido.—

Erick y Christopher se encontraron sorprendidos ante aquellas palabras que salieron de alguien como Yoandri, sus facciones rozaban lo angelical, sus labios eran perfectos tanto de forma como de tamaño, que hacían una maravillosa combianacion con su nariz perfectamente perfilada y unos ojos rasgados casi tapados por sus rizos definidos.
¿Alguien con esa apariencia podía decir semejante barbarie, y peor aún, hacerlas sin remordimiento?

Tres toques en la puerta llamaron la atención de todos en la habitación, uno de los guardias miró a Joel esperando aprobación quién hizo una seña de que podía abrir, dejando ver tras de esta al dueño de aquel lugar.

—Il tempo dei ragazzi è finito, signore. (El tiempo de los chicos ha terminado, señor).— informó Gian mirando a Joel, quien hizo una mueca.

—Se interrompi di nuovo con la tua stupidità, metterò la tua testa nel cuscino di tua figlia Olaya e tua moglie Saba prenderà così tanti cazzi che si ritroverà con una caverna invece della vagina. (Si vuelves a interrumpir con tus estupideces, meteré tu cabeza en la almohada de tu hija Olaya y tu mujer Saba pasará por tantas pollas que terminará con una cueva en lugar de vagina.)— amenazó Zabdiel con una voz ronca.

𝙵𝚊𝚗𝚝𝚊𝚜𝚖𝚊𝚜 ||𝙹𝚘𝚎𝚛𝚒𝚌𝚔||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora