Before I Go

Everything I wanted.

La temporada de Sergio apenas iba a comenzar, había comprado un pequeño departamento cerca de la fábrica de Red Bull, iba todas las mañanas corriendo a las oficinas donde iba directamente al gimnasio y empezaba su entrenamiento, para después bañarse e ir a las juntas.

Casi siempre saliendo se encontraba con Max Verstappen, el Alfa siempre lo esperaba con un café y algo para desayunar, el hombre había investigado la dieta de Sergio y siempre cumplía con todo al pie de la letra.

Todas las tardes caminaban por las instalaciones de Red Bull, con los dedos entrelazados mientras hablaban de todo, con Verstappen incluso tratando de aprender español, Sergio tenía más oportunidad de hablar neerlandés porque ya hablaba alemán, así que no fue tan difícil como todos pensaban.

Algunos días se unían los padres del Alfa, el jefe de los dos y el esposo de este, si era honesto formaban una imagen de una familia hermosa, solo hacía falta un par de cachorros revoltosos, los hermanos menores y sus respectivas parejas, aunque había unos pocos días en los que los hermanos menores se presentaban.

Como en esta ocasión, que los nueve estaban sentados en la mesa mientras desayunaban luego de una sesión de entrevista, era casi cómico para los demás porque parecían una familia.

– ¿Cómo te ha sentado el clima de Inglaterra? – Sergio hizo una mueca.

– Es horrible, tengo tanto frío todo el tiempo, ni siquiera cuando hay sol tengo calor, ¿Cómo pueden vivir así? – los que han crecido con clima frío, que son casi todos, se ríen, Pato y Checo hacen el mismo puchero adorable.

– Quizá el problema es que hace demasiado calor en donde viven – Pato sonrió enorme mirando a Ocon.

– Muchas gracias.

– Patricio, dijo donde vivimos, no que nosotros dábamos calor – Pato se encogió de hombros y sonrió mostrando todos sus dientes.

– De todas formas es verdad – Sergio rodó sus ojos.

– Si, bueno, no miente, los he visto sin camisa a los dos – tanto Sergio como Pato le guiñaron el ojo a Esteban para diversión de los cuatro mayores, Schumacher por otro lado miro a Ocon, no parecía nada feliz, Michael Schumacher golpeo el hombro del francés como si lamentara su destino.

– Gracias Estie, pero todos sabemos que tu tipo son rubios con ojos azules, literalmente te vi babeando el otro día – Sergio sonrió con burla, Pato se rio y luego saco su teléfono.

– De hecho lo grabe, tengo algunos otros videos y también mensajes que... – Ocon salto directamente sobre Pato.

– ¿Qué quieres a cambio de tu silencio? – Pato pareció pensarlo.

– Dame tu teléfono – Ocon no lo dudo antes de darle su teléfono, parecía como que Patricio borraba las cosas.

– Yo quería verlos – Schumacher literalmente estaba haciendo un puchero, Pato sonrió enorme antes de darle el teléfono a Sergio quien se lo dio a Schumacher.

– Dijiste mi silencio, no el de Checo – Jules se rio cuando vio como el tapatío mayor le reenviaba todo al alemán más joven, Max se burlaba de Esteban quien parecía que quería que la tierra se lo comiera.

– No sé de que te burlas Emilian, si te sales con la tuya estos dos te van a hacer trucos como estos todo el tiempo – el neerlandés se encogió de hombros.

– Y será un honor que mi pequitas me engañe de esa manera – Sergio se sonrojo mientras le daba una de esas sonrisa brillantes y hermosas al rubio.

– ¿Por qué no me llega uno así?, ¿Por qué salgo con puro pendejo? – Sergio rodo los ojos.

– Porque aceptas salir con cualquiera, y todavía no te atreves a decirle que sí a Al-... – Patricio había tapado la boca de Checo con su mano, y el tapatío como una persona normal que era lamió la mano de su hermano.