Fix you.

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Jules había aparecido en alguna parte de la noche al lado de sus hijos, Sarah sollozaba en su cama prácticamente en silencio.

Por unos momentos pensó que nadie vendría, pero en ese momento se abrió la puerta para dejar ver a Sainz, el hombre no dudo en entrar y tomar a Sarah entre sus brazos.

– ¿Qué pasó, pulga?, ¿Qué te duele? – Sarah siguió sollozando, pero señalo su pecho.

Sainz la acercó a su cuello y dejo que sus feromonas salieran, eso supuso Jules porque su hija empezó a acercarse más a la glándula del hombre.

– Prometo que solo son unas horas más, lo prometo princesa – Sarah poco a poco dejo de llorar, y cuando estuvo totalmente tranquila se separo del cuello de Sainz y lo miro.

– Hueles a tristeza tío Carlos, ¿Por qué estás triste? – Sainz miro a Sarah con cariño.

– ¿No tienes dolor todavía pulga?.

– Sí, pero siempre tengo dolor, y tú estás triste, y no siempre estás triste – Sainz parecía querer llorar.

– Perdí a mi pequeña bebé, mi Charles estaba embarazado y la perdió – Sarah comprendió en seguida de que hablaba Sainz.

Pero a Jules le sorprendió que su pequeña se levantará y tomará la mano del español.

– ¿A dónde vamos, pulga? – Sarah no le hizo caso, solo jalo la mano del hombre hasta que le hizo caso y se levanto, la niña lo llevó a través de la puerta, por el pasillo, las escaleras, para finalmente entrar en la oficina de Checo.

– Ven tío, siéntate aquí – Sarah sentó a Sainz delante de la mesa que tenía Sergio en su oficina, una mesa que contenía fotos de las personas que había perdido.

Hace unas semanas había agregado las fotos de Pedro Rodríguez y de James Hunt, pero además de esas dos había una foto de uno de sus amigos de karting, una de Theodore y una de él, Theodore estaba en el centro, con Rodríguez y Hunt a los lados, y detrás, casi ocultos, estaban Jules y el otro hombre que nadie reconocía.

Como si fueran un recuerdo antiguo, lo cual era irónico.

– Hola Theo, mami te manda saludos, y Thomas también, espero que estés bien, y que te estés divirtiendo mucho, ¿Conociste al señor Bigotes?, espero que te esté cuidando, es un perro muy travieso, pero también protector, hablando de cuidar, quiero presentarte a alguien, él es el tío Carlos, también le decimos tío Chili, es muy divertido, y cariñoso, y le gusta hacer travesuras, él acaba de perder a su pequeña, ella es nuestra prima, y aunque hubiéramos deseado que estuviera aquí con nosotros pues está allá contigo, ¿Crees que podrías cuidarla?, y recordarle todos los días que el tío Chili la ama, así como mami te ama a ti – Jules sonrió un poco, su hija tenía un corazón tan puro y dulce como Sergio, Sainz sollozaba en voz baja y miro la foto de Theo.

– Hola cachorro, lamento mucho no haberme presentado antes, pero espero que sepas que te amamos tanto como a ellos, no había venido porque cuidar a tus hermanos, madre y tío es todo un trabajo – Jules escucha a Sarah quejarse.

Sainz se rie entre dientes y le da un beso en la cabeza a Sarah, todavía llorando.

– Lo siento por eso tío Chili, no queremos ser mucha molestia, prometo que voy a tratar de controlar a mi lobo – Sainz la abrazo.

– No, pulga, no me refería a eso, ustedes no tienen la culpa, el señor P es el que nos dificultó la vida, pero ahora todo va a estar bien, lo prometo – Sarah giro a ver confundida a Sainz, pero asintió confiando en el hombre.

– Me voy a despedir de Theo y mi primita, ¿Tiene nombre mi primita?.

Jules inclino la cabeza, jamás se le habría ocurrido preguntar algo así, sentía que era demasiado doloroso que el otro pensará en eso, pero ahora que estaba de este lado supuso que tener un nombre y sobre todo ser recordado era algo que pesaba demasiado.

Before I GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora