‹†› XIX

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La primera tanda de clases había dado por finalizada iniciando así el recreo. Kyle fue a la cafetería por su lonche: pizza y un refresco.

Normalmente, durante los descansos se sentaba junto a Stan, Kenny y Butters y hablaban —mayormente Kenny—. Clyde, Tolkien, Tweek y Craig se sentaban en una mesa aparte al lado de su mesa; ayer había sido la excepción, ya que Kenny les pidió que llevaran sus sillas y se sentaran juntos para charlar al respecto de Eric Cartman. Pero eso fue ayer, y ahora habían vuelto a la cotidianidad. Kyle voltea y mira la mesa donde ya están sus amigos, aprieta con las uñas la charola de metal y el ojo le palpita, nota el espacio al lado de Stan y una añoranza lo invade cuando la silueta de Cartman aparece en su visión. Suspira ante el recuerdo que desea que se cumpla y camina hacia su mesa. Durante el trayecto, una idea se le cruza y frena en seco; sus amigos lo miran extrañados cuando da dos pasos hacia atrás y sale de nuevo al mostrador.

La cocinera le levanta una ceja cuando le pide otra porción de pizza, se niega hasta que Kyle le pone en la barra un fajo de seis billetes de cinco dólares cada uno. La mujer gorda sonríe y le da la pizza, la cual Kyle toma y sale corriendo.

Stan, Kenny y Butters lo miran extrañados cuando este sale del comedor, Stan está a punto de levantarse cuando Kenny lo detiene y solo le incita a que lo deje.

Kyle sale de la cafetería yendo a la parte trasera del salón de biología donde sabe que está Eric. Lo ve sentado sobre la tierra con escasez de césped.

Cartman alza su mirada cuando nota la sombra de una persona mostrarse frente suyo. Ve a Kyle y el sonrojo doma su rostro, suelta abruptamente el contacto visual que mantenían apenado. Kyle ameno le sonríe.

—Hola, Eric —le sonríe, aunque Cartman no lo voltee a ver—. ¿Puedo? —Apunta con los ojos al lugar vacío a su derecha.

Cartman resopla.

—Vale.

Kyle sonríe y se sienta a su lado, sus pantalones cafés se ensucian en tierra, pero no le importa, total, eventualmente tenía que lavarlo. Lo gira a ver: Eric no tenía comida, lo único que tenía para ingerir era una botella —semivacía— de agua natural.

Se quedaron, lo que aproximaba era un minuto en silencio, sin emitir ruido alguno, y solo escuchando el bullicio del comedor, no tan lejos de ellos. No saben qué decir, las palabras no se llegan a formular en sus mentes y, si lo hacen, se atoran en sus gargantas y no salen. Se quedan así en lo que le parece un silencio infernal hasta que Kyle se anima a hablar para romper el hielo y dice:

—Oye, Eric... —murmura.

—¿Sí? —No le dirige la mirada.

—Ten.

Kyle le extiende una rebanada de pizza. Cartman se queda callado, analiza lo que Kyle le tiende, pero no sabe si aceptarlo o no; una parte de él le dice que no lo acepte, que no puede y no debe; la otra le dice: ¡Carajo! ¡Es Kyle Broflovski, el jodido Kyle Broflovski, el Kyle del que lleva casi una década enamorado! ¡¿Cómo no aceptarlo?!

Levanta su mano para tomarlo y está tiembla, como intentando hacerlo desistir; pero no funciona y se nota cuando la toma que lo hace por presión de su corazón enamorado.

—No debiste de... —Eric mira la rebanada de pizza; el queso se desborda por el contorno del triángulo y el peperroni se amontona para acaparar la mayor cantidad de espacio posible—. Tú también debes comer, no puedo aceptar tu lonche.

—Por eso pedí otra rebanada —explica Kyle enseñándole su rebanada.

—¿Y te la dieron?

—Treinta verdes le bastaron a la perra de la cafetería para darme otra rebanada.

New Person Same Old Mistakes [KYMAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora