‹†› VII

70 6 0
                                    

Las clases se habían concluido, por fin. Apenas el timbre tocó, todos salieron disparados a sus extracurriculares. El ambiente estaba caliente y el sol a todo dar. Los de deportes amontonándose en los vestidores para cambiarse. Kyle se dirigió igual al vestidor, entrando y ubicándose donde su taquilla vio a Eric quitarse la camisa blanca debajo de su hoodie rojo; sus omoplatos se marcaban ante el más mínimo movimiento, su columna vertebral se veía incluso sobre la carne de la piel, su cintura pélvica se veía igual de marcada; era horriblemente aterrador.

Eric volteó su cabeza ante las miradas, no solo la de Kyle. Rápidamente, se puso la camisa de atletismo y tomó sus cosas para marcharse corriendo, dejando al vestidor en un incómodo silencio.

Broflovski escuchó a su entrenador entrar a regañar a los de básquet por su tardanza, por lo que el pelirrojo se cambió rápidamente, tratando de dejar de lado a Eric y sacarlo de su cabeza.

—Apúrate, Kyle. Que el profe se va a poner peor —escuchó decir a Bridon, por lo que asintió para tomar su botella de agua y salir corriendo del vestidor.

El sol pegó en su rostro, encandilándolo. Posó su palma sobre sus ojos esmeralda, tapándolos antes de llegar a la cancha de basquetbol y viendo a los de atletismo trotar en la cancha de alado.

Se quedó pasmado unos segundos viendo a Cartman trotar. Escuchó a la entrenadora dar indicaciones, por lo que supuso que apenas habían iniciado a trotar. Le parecía irónico como cuando eran solo infantes, este odiaba hacer deportes, más ahora parecía un obsesionado con el ejercicio.

Se quedó viéndolos un rato, ni siquiera escuchó cuando su entrenador le habló, se quedó viendo al castaño trotar, hasta que un grito lo sacó de sí.

—¡Entrenadora! ¡Eric se desmayó! —escuchó a Nichole gritar antes de sentir a alguien empujar su hombro. Ajustó su vista, viendo a todos correr en dirección a un castaño en el suelo, y después de unos segundos de shock, reaccionó.

Corrió en dirección a la bolita que se había concentrado, tanto los de básquetbol como los de atletismo se habían reunido a contemplar el show, la entrenadora del equipo de atletismo estaba echándole agua a un sudoroso Eric mientras que Daniels abanicaba con su palma el castaño. Kyle se acercó exhalado.

— ¡¿Qué pasó?! —preguntó el pelirrojo.

—¡Eric se desmayó cuando empezamos a trotar! —exclamó alarmada.

—Tenemos que llevarlo a la enfermería —dijo la entrenadora, tomando al chico de las axilas antes de ser detenida por el pelirrojo.

—No se preocupe, yo lo llevo. —Sonrió tomando al chico para cargarlo en su espalda, pudo escuchar al entrenador regañarlo por ello. «Es mi amigo», solo dijo antes de agarrar las piernas del chico para sujetarlo; sin embargo, al momento de tocarlas, sintió un escalofrío al tocar las pálidas piernas del castaño. Eran... eran tan delgadas.

—Yo te acompaño. —Se ofreció Nichole, tomando la mochila del castaño, y Kyle simplemente aceptó.

Ambos corrieron en dirección a la enfermería, la cual para fortuna de los tres no estaba tan lejos de las canchas.

Durante su trayecto, Kyle pudo sentir su piel erizarse ante las calientes y cortas respiraciones del castaño, y sus manos sudaban conforme este tenía que agarrar los muslos del chico para mantenerlo firme de su agarre y que esté no se cayera.

Llegaron a la enfermería y la de cabello negro abrió la puerta para dejar pasar al más alto. Ambos entraron a la habitación siendo recibidos por la enfermera que demostraba gran preocupación por el chico.

—¡Dios! ¡¿Qué le pasó a Eric?! —exclamó la enfermera acercándoseles.

—Se desmayó en la clase de atletismo, por favor ayúdelo enfermera —rogó Nichole recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de la rubia «pónganlo en la camilla» dijo y Kyle acato inmediatamente llevando al chico a la camilla de sábanas blancas y pulcras, acostándolo tanto con cuidado como con delicadeza en esta mientras la enfermera tomaba su estetoscopio para empezar a revisar sus signos vitales.

Eric se despertó tomando la mano del pelirrojo, este se limitó a entrelazarla, su mano estaba fría, incluso para haber estado bajo el vigoroso sol de la tarde.

—Kahl... tengo calor... —susurró entreabriendo sus ojos y dejando caer una pequeña y fina lágrima que se mezcló con su sudor.

—No te preocupes, Eric. Yo estaré aquí contigo —le reconfortó viéndolo sonreír, volteó a ver a la enfermera acercarse con un termómetro para ponerlo en su boca. Tal vez estaba lo suficientemente ocupado como para notar cómo Cartman lo veía; con amor, como si fuera lo más bello del mundo, pues precisamente para su mundo así lo era. Tal vez la única que lo notó fue Nichole, quien no pudo más que enternecerse ante dicha escena.

Lo veía con un abrumador amor.

[• • •]

«Un golpe de calor» fue lo que dijo la enfermera. Pero tanto Nichole como Kyle, sabían que no era eso; sabían que había algo más detrás de ello, y se preocupaban por el más bajito.

Llamaron a Liane Cartman, quien llegó velozmente a recoger a su retoñito. Se veía tan alarmada como solo una madre por su hijo podría estarlo. Llegó corriendo, su atuendo característico, siendo remplazado por una camisa blanca de cuello debajo de un saco formal color noche, de su cintura desprendía una falda larga y entubada junto a unos tacones, ambos, igualmente color negro y su cabello castaño recogido en un bollo a la antigua seguía caracterizándola. Llegó corriendo a tropieces de sus tacones a abrazar a su delgado hijo, derramando algunas lágrimas junto a varias preguntas de lo que parecía ser genuina preocupación.

Nichole le entregó la mochila a la mujer, siendo tomada con una mirada de desprecio disfrazada de amabilidad. La de labios de rubí simplemente agarró a su hijo del hombro, llevándolo a cargas afuera de la institución. Kyle quiso ofrecerle ayuda, pero ella la negó, y el pelirrojo pudo notar a este recargar su cansada cabeza en el pecho de su progenitora.

Ambos salieron de la institución en dirección a su viejo automóvil, dejando en su paso varios murmullos sobre el —no tan bueno— estado de salud de Eric Theodore Cartman.

Y durante todo el día Kyle no se pudo concentrar, inclusive su entrenador le gritó varias veces por su mal rendimiento. Pero no lo podía evitar, su mente solo se centraba en un desgastado y cansado Eric.

Incluso en la salida Kenny y Stan se le acercaron siguiéndolo a los vestidores.

—Oímos el rumor. ¿De verdad Cartman se desmayó? —cuestionó Stan adentrándose a los vestidores con Kenny detrás del pelirrojo y siguiéndolo a su taquilla.

—Los rumores corren rápido, verdad. —dijo Broflovski tomando una de las toallas de la repisa y dirigiéndose a la regadera.

—¡Carajo! ¿¡Entonces, si es cierto!? —exclamó el rubio, viendo a este suspirar antes de voltearlo a ver.

—Sí... es cierto... —musitó Kyle.

—¿Pero qué pasó?

— No sabría decirte, Ken... simplemente escuché a Nichole gritar y él ya estaba en el suelo, ella dijo que se desmayó apenas iniciando... —explicó algo preocupado, dejando resbalar sudor de su frente.

—Él era malo en el deporte cuando éramos niños, pero pensé que ahora, con su pérdida de peso, sería mejor... —murmuró Stan algo sorprendido.

—Parecía ser bueno hace unos meses, pero ahora solo se ve... cansado.

—Lo sé, chicos. Se lo llevó su madre, así que ha de estar durmiendo en este momento... —soltó viendo a su preocupado amigo.

— ¿Esto... tendrá que ver con su bulimia? —balbuceó McCormick, viendo a ambos quedarse en shock.

—Hay que pedirle a Heidi que nos ayude —habló Stan.

—Ella no quiere y tampoco la podemos obligar —regañó Broflovski—. Ahora, si me disculpan, necesito bañarme. —Terminó entrando a la regadera del vestidor para escuchar los pasos de sus amigos, distanciarse.

Suspiro antes de abrir la llave de agua, para así dejar al agua, llevarse sus problemas, o bueno, aunque sea intentarlo.

New Person Same Old Mistakes [KYMAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora