Yo en Naruto

Parte 5 Camino al Pais de las Olas

Queridos lectores, ¿sabéis esa broma entre el fandom sobre que atrapar al gato Tora era una misión de rango SSSSSSSS? Bueno, no era una broma.

—Mataré al gato, lo mataré, después lo llevaré al hospital para que lo revivan y lo volveré a matar.

—¿Roger, estás bien?

Sakura, Sasuke y Kakashi estaban notando la gran cantidad de instinto asesino que soltaba dirigido hacia el estupido gato, el cual ahora mismo Naruto, y dos docenas de sus clones, estaban persiguiendo.

—Cinco planes, tres planes de respaldo, la colaboración del equivalente a ochenta ninjas, el papeleo correspondiente para poder hacer el cuarto plan... ¡Todo para nada!

Dirigí mi mano hacia el porta kunais, la misión era llevar a Tora vivo, en ella no aparecia nada de que tuvieran que estar sus patas pegadas al cuerpo.

—¡Lo tengo! ¡Aaahhh! ¡No lo tengo!

Salí disparado hacia el gato, mientras hacía sellos de manos, en las cinco semanas que llevamos como equipo, había acosado un poco (demasiado) a Kakashi para que me enseñara técnicas, pudiendo así aprender un jutsu de cada uno de mis elementos (primer elemento, tierra, segundo elemento, viento), pudiendo así lanzar tres lanzas de piedra justo en el camino del gato.

Este salto hacia atrás por el susto, siendo atrapado por Naruto.

—¡Lo ten...

El gato volvió a morderle la mano, la cual acababa de curarse de la última mordida. Escapando por décima vez ese día.

—¡Voy a matar a ese gato!

—¡Es mio Naruto, su muerte es mía!

- - -

Cuando entregamos al gato, sentí un placer sádico al verlo ahogarse en el abrazo de la mujer del señor feudal.

—Bueno, el siguiente encargo que toca al equipo 7, es ser niñeras del...

—No, ni hablar, ¡danos algo serio Jiji! ¡Estamos listos, dattebayo!

Después de que Hiruzen lanzará su discursito sobre los rangos de misiones y Naruto lo ignorase mientras pensaba en qué tipo de ramen cenar, nos dieron la misión al País de las Olas.

Una vez aceptada, quedamos que nos reuniriamos con Tazuna al día siguiente en la puerta de las Hojas, al amanecer. Dedique todo lo que quedaba de tarde para prepararme. Cuando estaba acabando de empacar la segunda muda de ropa, miré hacia el lugar donde tenía escondida la copia del rollo secreto de la aldea. Al momento sonreí, agarre el rollo y copie uno de los jutsus.

—¿Por qué no había pensado antes en esto?

Y no, por mucho que insistan mis vecinos, no me rei de forma malévola.

- - -

—Buenos días chicos.

Parpade al ver a Kakashi al día siguiente, al amanecer, acompañado de Tazuna.

—¡Naruto, muralla de clones! ¡Sasuke, prepararte para pelear! ¡Sakura, trampas!

Ni dos segundo después, treinta clones nos rodeaban, Sasuke ya estaba a la mitad de los sellos de la bola de fuego y Sakura estaba apunto de lanzar la trampa.

—¡Qué estáis haciendo!

Los cuatro respondimos como uno.

—Estás aquí a tiempo, ¡es el fin del mundo!

El jounin se rió de nosotros, durante varios minutos seguidos, incluso mientras ya caminábamos hacia el país de las olas. Solo paró de reír cuando, desde un charco, dos ninjas usaron una cadena para matarlo.