Parte 8 Vuelta a Konoha, vuelta a la rutina

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—¿Y cómo pensáis nombrar el puente?

—Mmm, ni idea. ¿Alguna sugerencia chaval?

—¿Qué tal puente de Sakura? Es ella quien te ha protegido y lo ha hecho posible.

La pelirosa se sonrojo, ocultándose tras Kakashi. Causándome una ligera risa.

—Mmm, no es una mala idea, no es una mala idea. Pero hay que darle un par de vueltas y votarlo entre los ciudadanos.

—Allá vosotros. ¡Venga equipo 7! ¡Tenemos que volver a casa!

El grupo siguió mis palabras, y empezamos a caminar hacia nuestro hogar. Y yo sin saberlo, también influyeron en Tazuna, pues el puente acabó llamándose el puente número 7. Aun si era el único puente relevante del país.

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El camino a nuestro hogar fue bastante breve, tres días de camino, en lugar de los casi cinco que nos tomó el de ida. La diferencia de viaje entre un civil y un grupo de ninjas a paso genin.

También es cierto que hicimos algunas paradas para entrenar, según Kakashi, la vuelta de una misión era el mejor momento para aprender de nuestros errores en esta.

Tanto Sakura como yo nos dedicamos al acondicionamiento físico, teníamos muy poco músculo, y a pesar de haber dado una paliza a los hombres de Gato, no teníamos la fuerza necesaria para pelear contra Haku. Naruto en cambio se dedicó a seguir subiendo a los árboles, algo sobre perfeccionar su control de chakra. A la vez tres decenas de sus clones peleaban contra Sasuke, el cual se estaba acostumbrando al sharingan.

Kakashi nos vigilaba mientras preparaba o levantaba el campamento.

Llegamos a Konoha al atardecer del tercer día.

—¡Hemos vuelto!

Naruto gritó con su acostumbrada fuerza, llamando la atención de los civiles y ninjas presentes. El ceño fruncido no tardó en aparecer en la mayoría de las caras.

—¿Podrías no ser tan ruidoso? Solo hemos estado fuera un mes.

—¡Un mes en el que no he comido en Ichiraku! ¡Un mes sin ramen! ¡¿Cómo quieres que me tranquilice?!— tanto Sasuke como yo suspiramos, sabiendo a qué nos veríamos arrastrados, Sakura no tardó en deducirlo —¡Por lo tanto vamos a celebrar nuestro éxito allí!

De alguna forma mágica, porque no hay otra forma de llamarlo, conseguimos retrasar nuestra cita en Ichiraku lo suficiente como para poder informar que habíamos completado la misión y que esta debía de ser clasificada como una de rango A.

Kakashi iba a dejar que lo clasificasen como un rango B, pero no contó con que yo regatease hasta llevar al chunin de la administración a la extenuación.

El día acabó con todos comiendo en Ichiraku y después yendo cada uno por su lado. Llegué a mi casa y entré por la ventana a mi habitación. La cual tenía varias cajas de cartón en ella.

—¿Han usado mi habitación como trastero?— mire el interior de una de ellas, decenas de trastos que había escuchado decir a mis padres que no sabían donde poner —Han usado mi habitación como trastero.— suspire molesto —Tengo que ponerme serio con eso de encontrar un lugar para vivir... Espera, ¿Sasuke no vivía solo en un ático excesivamente amplio?

No recordaba si eso era algo cierto o de algún fanfic que había leído, pero me dio una idea.

—El distrito Uchiha está vacío y nadie va por ahí.

Y no, no me reí de forma malévola. Mis vecinos son unos exagerados.

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Después de la misión al país de las olas nuestra vida volvió a la normalidad. Misiones de rango D y entrenamiento.

Yo en NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora